A día de hoy, Marruecos no ha ofrecido ninguna explicación oficial sobre la locomotora de semirrígidas que parten del islote Perejil. Tampoco la comandancia regional de la Gendarmería Real marroquí quiso dar su interpretación sobre las lanchas que salen cargadas de droga desde la isla.
Sólamente en esta semana se abortaron cuatro intentos de traspasar la droga que sale de la isla al sur de la península. En la pasada madrugada un agente de la Guardia Civil y un narcotraficante resultaron heridos leves después de producirse un nuevo choque entre la patrullera del Instituto Armado y la planeadora que conducían los narcos. El golpe fue más fuerte que el de la madrugada del pasado domingo, provocando la rotura de la cabina de la potente semirrígida que ocupaban los cuatro narcos, uno de Ceuta y tres procedentes de La Línea, que permanecen detenidos. Paralelo a ello, pero esta vez en Marruecos, un español y un francés fueron detenidos por una patrulla marítima marroquí frente a las costas de Alcázar Seguer, a 35 kilómetros de Castillejos, en la orilla sur del estrecho de Gibraltar, cuando transportaban 413 kilos de hachís, anunció una fuente oficial en Rabat. Ambos transportaban la droga en una embarcación de pesca con matrícula de Cádiz, añadió la misma fuente. El barco de la Marina Real interceptó a la pequeña embarcación que iba rumbo a las costas españolas y entregó a los dos hombres a la gendarmería en Tánger. Mientras los vecinos del pueblo de Beliones, donde reposa en sus tranquilas aguas la isla Perejil, explican a este diario que cada noche notan la presencia de muchos vehículos, y ruidos de motores. “Suelen ser unas horas antes del rezo Al Fayr (Oración del Alba)”, dice un pastor anciano del pueblo. La mayoría de las “salidas” de semirrígidas ocurren en la madrugada, hora preferida para los narcotraficantes para traspasar su mercancía desde las inmediaciones de isla Perejil hacia la península. Según los observadores, el flujo de los narcotraficantes descendientes en su mayoría de Tánger y de la zona de Alcázar Seguir, se debe a la campaña emprendida por Marruecos contra los traficantes de droga de Nador (noreste del país). “Marruecos tiene otras prioridades ahora para acabar con las grandes redes del narcotráfico en Nador, luego se ocupara de la ciudad de Tetuán y del terminus marítimo Alcázar Seguir – Perejil”, nos asegura una responsable policial de Tetuán. A lo largo de 2008, las autoridades marroquíes requisaron 110,89 toneladas de hachís, 33,58 kilogramos de cocaína, 6,28 kilogramos de heroína y 43.510 unidades de pastillas de droga, motivo que insta a los narcotraficantes a efectuar pases más arriesgados, desinflando con ello sus clandestinos almacenes de droga antes de la llegada de primavera. Said, otro pastor de cabras que anda por los montes cercanos de la isla Perejil en busca de hierbas para su rebaño, no presta ningún interés por las barcas que deambulan por la isla. “Son lanchas modernas pero no me fijo que es lo que transportan en ellas”, dice el joven, acompañado por sus dos perros en el pico del monte que se asoma a la roca Perejil. Más lejos de la roca se percibe la presencia de nuevos “turistas” que acaban de zarpar con sus semirrígidas y modernas lanchas al puerto deportivo Marina Smir. “Están bajo el punto de mira”, nos comenta un gendarme afincado en el puesto de control en la urbanización turística, “pero no podemos hacer nada de momento, están limpios”, añade. La mayoría de los narcotraficantes gozan de residencia en la urbanización Marina Smir, que su puerto deportivo es destino preferido de distintas gomas que huyen de las persecuciones de la Benemérita en los puertos deportivos de Ceuta. Algunos tienen suerte y escapan. Otros son apresados. Los últimos los tres vecinos de La Línea y el ceutí, considerado por Marruecos como la mano derecha de un importante narcotraficante de Ceuta que ahora está entre rejas.
Sólamente en esta semana se abortaron cuatro intentos de traspasar la droga que sale de la isla al sur de la península. En la pasada madrugada un agente de la Guardia Civil y un narcotraficante resultaron heridos leves después de producirse un nuevo choque entre la patrullera del Instituto Armado y la planeadora que conducían los narcos. El golpe fue más fuerte que el de la madrugada del pasado domingo, provocando la rotura de la cabina de la potente semirrígida que ocupaban los cuatro narcos, uno de Ceuta y tres procedentes de La Línea, que permanecen detenidos. Paralelo a ello, pero esta vez en Marruecos, un español y un francés fueron detenidos por una patrulla marítima marroquí frente a las costas de Alcázar Seguer, a 35 kilómetros de Castillejos, en la orilla sur del estrecho de Gibraltar, cuando transportaban 413 kilos de hachís, anunció una fuente oficial en Rabat. Ambos transportaban la droga en una embarcación de pesca con matrícula de Cádiz, añadió la misma fuente. El barco de la Marina Real interceptó a la pequeña embarcación que iba rumbo a las costas españolas y entregó a los dos hombres a la gendarmería en Tánger. Mientras los vecinos del pueblo de Beliones, donde reposa en sus tranquilas aguas la isla Perejil, explican a este diario que cada noche notan la presencia de muchos vehículos, y ruidos de motores. “Suelen ser unas horas antes del rezo Al Fayr (Oración del Alba)”, dice un pastor anciano del pueblo. La mayoría de las “salidas” de semirrígidas ocurren en la madrugada, hora preferida para los narcotraficantes para traspasar su mercancía desde las inmediaciones de isla Perejil hacia la península. Según los observadores, el flujo de los narcotraficantes descendientes en su mayoría de Tánger y de la zona de Alcázar Seguir, se debe a la campaña emprendida por Marruecos contra los traficantes de droga de Nador (noreste del país). “Marruecos tiene otras prioridades ahora para acabar con las grandes redes del narcotráfico en Nador, luego se ocupara de la ciudad de Tetuán y del terminus marítimo Alcázar Seguir – Perejil”, nos asegura una responsable policial de Tetuán. A lo largo de 2008, las autoridades marroquíes requisaron 110,89 toneladas de hachís, 33,58 kilogramos de cocaína, 6,28 kilogramos de heroína y 43.510 unidades de pastillas de droga, motivo que insta a los narcotraficantes a efectuar pases más arriesgados, desinflando con ello sus clandestinos almacenes de droga antes de la llegada de primavera. Said, otro pastor de cabras que anda por los montes cercanos de la isla Perejil en busca de hierbas para su rebaño, no presta ningún interés por las barcas que deambulan por la isla. “Son lanchas modernas pero no me fijo que es lo que transportan en ellas”, dice el joven, acompañado por sus dos perros en el pico del monte que se asoma a la roca Perejil. Más lejos de la roca se percibe la presencia de nuevos “turistas” que acaban de zarpar con sus semirrígidas y modernas lanchas al puerto deportivo Marina Smir. “Están bajo el punto de mira”, nos comenta un gendarme afincado en el puesto de control en la urbanización turística, “pero no podemos hacer nada de momento, están limpios”, añade. La mayoría de los narcotraficantes gozan de residencia en la urbanización Marina Smir, que su puerto deportivo es destino preferido de distintas gomas que huyen de las persecuciones de la Benemérita en los puertos deportivos de Ceuta. Algunos tienen suerte y escapan. Otros son apresados. Los últimos los tres vecinos de La Línea y el ceutí, considerado por Marruecos como la mano derecha de un importante narcotraficante de Ceuta que ahora está entre rejas.
Casi es un listado completo, de los toponímicos de mi niñez.