18 julio, 2007

CON FUERTE VIENTO DE LEVANTE.-









CONSIDERACIONES EN TORNO A UNA FRASE.
La frase, que causó mofa y befa a algunos progres de bufanda – ignorantes todos ellos de la dificultad de manobrar un helicóptero bien cargado, con viento de treinta y cinco nudos – representa una realidad: en Almarsa y alrededores – y su entorno, que diría el cateto Hormaechea – sopla el levante. Ya antes de amanecer – llegaron a la Isla de noche cerrada, al decir del Oficial que mandaba el Grupo de Protección – el viento era de esa fuerza; que no sería al mediodía, cuando arreciase como es la costumbre del viento de levante en el Estrecho.
Si las dársenas de un puerto no se protegen con diques de abrigo – como su nombre indica – el oleaje con viento de cierta dureza, hace imposible, muchos días, las operaciones portuarias y los buques destrozan las defensas en los muelles o sufren averías en sus cascos. Esto lo sabe hasta el que asó la manteca.
Pues bien: ¿Qué dique protege de vientos de componente este, el Puerto de Tánger Med I? Me lo digan, oiga.
Se anuncia la construcción de otro Puerto cerca del que está apunto de entrar en servicio. ¿Cerca? No será muy cerca, porque, de ser así, sería el mismo Puerto y no “otro” como anuncian desde Marruecos.
¿A levante o a poniente? Eso no se sabe; por lo que se ve, es material clasificado. Lo que si conocemos es – como diría el “políticamente muy correcto” Morón – que constituirá una actividad complementaria al puerto algecireño… y al ceutí, y al de Cartagena, y un jamón...
Apuesto por Almarsa. Como acierte, seré el único. Igual que lo soy a la hora de señalar la posibilidad, a la hora de “arriesgarme” en el pronóstico.
La Zona Económica diseñada – todo un “polo de desarrolloal más puro estilo López Rodó – cuya “punta de lanza” se dirige claramente a Ceuta - contra Ceuta - indican donde desean establecer el centro de gravedad del conjunto de la inversión: una gran inversión, con fondos de Oriente Medio, destinada a ahogar Ceuta y su economía, lo que a Torrado parece importar poco o nada.

FOTOGRAFIAS.-
1.-Muy cerca, viéndolas venir.
2.- Plano de Situación.
3.- Litoral alrededor de Punta Cires.
4.- El Puerto en obras.
5.- Panel indicativo.
6, 7, 8 y 9.- La "Zona" y sus consecuencias. A cualquiera que conozca la zona, le sorprenderá el viaducto. Van "en serio".

17 julio, 2007

EL RELATO DE TRILLO.-




EL MINISTRO DE DEFENSA CUENTA LA TENSIÓN CON QUE VIVIÓ EL ASALTO, PORQUE NO SABÍAN CUÁNTOS MAGREBÍES HABÍA EN LA ISLA. A PARTIR DE LAS TRES DE LA MADRUGADA, ÉL FUE CONTANDO LA OPERACIÓN A AZNÁR POR TELÉFONO. «QUE DIOS NOS AYUDE Y QUE VUELVAN CON EL TRIUNFO». EL MINISTRO DE DEFENSA RELATA LOS PORMENORES DE LA NOCHE DEL ASALTO A LA ISLA PEREJIL Y LO QUE LE DIJO AZNÁR.
En la madrugada del miércoles último, como no podía ser de otra manera el ministro de Defensa, Federico Trillo, siguió minuto a minuto la intervención militar que llevaron a cabo 28 boinas verdes en la isla Perejil. Minutos antes de las ocho de la mañana, cuando le dijeron que la operación había sido un éxito, el ministro, «en bajito y sin estridencias», despidió la comunicación que mantenía con los mandos que habían dirigido la operación con un emocionado «¡Viva España!». El propio ministro relató ayer ése y otros detalles de la operación, durante una entrevista en la cadena Cope. Desde que se conoció que la isla había sido ocupada por militares marroquíes, el Gobierno español empezó a estudiar todas las hipótesis posibles para resolver el problema. La alternativa más remota, pero que al final ha sido la adoptada, era tener que recuperar Perejil con una intervención militar. El presidente Aznár le había encargado que estudiara esa posibilidad de manera reservada. La primera tarde del conflicto, el 11 de julio, a eso de las 19.00 horas, Trillo convocó a una reunión urgente y en secreto a la Junta de Jefes de Estado Mayor, al secretario general de Política de Defensa y al director general. Con los datos de ese primer análisis, el ministro acudió al palacio de La Moncloa para entrevistarse con el presidente del Gobierno. Desde aquel día, hasta la recuperación de la isla, han mantenido reuniones diarias de mañana, tarde y noche en el Centro de Conducción de Operaciones del Ministerio. Y, al mismo tiempo, otras con Aznár y con el Gabinete de Crisis en La Moncloa. A las 11.43 horas del martes último, una vez que se habían agotado las vías diplomáticas y que habían resultado infructuosas las conversaciones con las autoridades marroquíes, el Gabinete de Crisis decidió por vez primera que no quedaba otro remedio que la intervención militar.
EL JARDÍN DE LA MONCLOA.
A esa hora, José María Aznár paseaba en la sala donde se encontraban reunidos. Salió apenas un minuto al jardín de La Moncloa, regresó y le dijo al ministro: «Ya es ineludible, que tengan mucha suerte, que Dios nos ayude y que vuelvan con el triunfo». El ministro comunicó esa orden de Aznár, por teléfono, al jefe del Estado Mayor de la Defensa y a los jefes de los tres ejércitos, y esperó en La Moncloa hasta que el presidente concluyó su despacho con el Rey Juan Carlos. Incluso permaneció allí más tiempo, porque las negociaciones prosiguieron hasta el último momento. Cuando Trillo salió de la Presidencia del Gobierno eran las 2.30 horas de la madrugada. El asalto comenzó a las 6.21 horas, con un retraso de cuatro minutos sobre el horario previsto debido al fuerte viento de levante. Por eso, al comparecer el miércoles en el Congreso, Trillo dijo: «Al alba, con viento duro de Levante, 35 nudos de viento, cinco helicópteros llegaron a la isla con 28 soldados...». A partir de las tres de la madrugada, ya desde el Ministerio y con la operación en marcha, Trillo telefoneó varias veces a Aznár. Al tratarse de una operación de riesgo, y al no conocerse con certeza cuántos marroquíes había en el islote ni cuál podía ser su capacidad para resistir, lo que más preocupaba al ministro en esos momentos era la vida y la integridad física de sus hombres. Desde la sala de Conducción de Operaciones el ministro tuvo el privilegio, según sus propias palabras, de seguir la operación militar «en vivo y en directo, con sonido y con imágenes de los otros cuarteles de mando».
«¿CUÁNTOS HAY?».
Lo más «horroroso» para él, y lo más «emocionante» al recordarlo después, fueron los momentos en que le comunicaban que los helicópteros ya estaban en el aire, el silencio hasta recibir la siguiente noticia y el escuchar frases como «ya se han entregado los tres que estaban de vigilancia por las rocas», «¿pero qué pasa con los otros?», «¿cuántos hay en la tienda?», «no sabemos»... El ministro iba transmitiendo las noticias a Aznár, quien no tenía imagen ni sonido directos en La Moncloa pero, según dijo Trillo, «sí tenía la santa paciencia de aguantar que yo lo llamara».Alguna de esas llamadas coincidió con el momento en que el ministro recibía la información y Aznár pudo escucharla en directo. Al final, tras el éxito, llegó la despedida. «En bajito y sin estridencias, pero con un ¡Viva España!, claro», explicó ayer Trillo.
El Mundo. 19.07.2002.

LA SITUACIÓN ES DE ABSOLUTA NORMALIDAD.-





LA LEGIÓN CUSTODIA EL ISLOTE. EL MINISTRO DE EXTERIORES DE RABAT GARANTIZÓ QUE MARRUECOS NO VOLVERÁ A TOMAR LA ISLA.
Un destacamento integrado por 75 legionarios permanece en Isla Perejil cuando se cumple el segundo día desde el desalojo por parte de unidades de elite de las Fuerzas Armadas españolas. La situación en la isla, al igual que en Ceuta y Melilla, así como en sus fronteras con Marruecos, es de absoluta normalidad. Los refuerzos llegados a Melilla del Tercio Juan de Austria, Tercero de la Legión (Almería), del Grupo Rural de Seguridad de la Guardia Civil (Madrid) y de la Unidad de Intervención Policial del Cuerpo Nacional de Policía (una unidad de Madrid y otra de Málaga) mantienen su labor en la ciudad. Los legionarios reanudaron ayer los ejercicios de instrucción y adiestramiento que comenzaron el jueves y, según fuentes del Tercio, se mantendrán en la ciudad "por tiempo indefinido, hasta nueva orden". También se mantienen los refuerzos de las dotaciones militares en el archipiélago de las Chafarinas, el Peñón de Vélez y las islas de Alhucemas y Alborán.
UN DESTACAMENTO EN LA ISLA CANARIA DE LOBOS.
El destacamento militar "reducido" desplazado al islote canario deshabitado de Lobos, de 41 hectáreas, permanecerá allí "sin fecha", como parte de las operaciones preventivas de defensa de Canarias, Ceuta, Melilla y peñones adyacentes, informaron fuentes militares. Lobos, situada a seis kilómetros al norte de Fuerteventura, es el único islote del archipiélago al que se han enviado fuerzas. La proximidad de otras ínsulas pequeñas a las islas mayores facilita su vigilancia y control, como ocurre con Graciosa, al norte de Lanzarote, explicaron las fuentes.
VIGILANCIA.
Además, Melilla y las Islas y Peñones españoles de sus inmediaciones siguen vigiladas desde el aire por helicópteros "Cougar" y "Chinook", y continúan suspendidos los permisos y vacaciones de todos los militares destinados en la ciudad. Las corbetas "Infanta Elena" y "Cazadora" realizan las maniobras previstas a raíz de la crisis de la isla del Perejil en las aguas próximas a Melilla -en cuyo puerto sólo atracan para repostar combustible- y junto a las Islas y Peñones. Los miembros del Grupo Rural de Seguridad efectúan desde el jueves labores de vigilancia del perímetro fronterizo con Marruecos y de los cuatro pasos establecidos - Beni Enzar, Farjana, Mariguari y Barrio Chino - donde la situación es de normalidad.
19.07.2002. ELMUNDO.ES.
LA NOTA DE COLOR.-
LLEVABA DOS BANDERAS DE SU PAÍS. DETENIDO EN ISLA PEREJIL UN MARROQUÍ QUE LLEGÓ A BORDO DE UN BOTE HINCHABLE.
DESDE EL YEBEL MUSA. Los legionarios que estaban en Isla Perejil retiraron ayer una bandera marroquí colocada por un joven de la misma nacionalidad que, vestido sólo con un bañador, consiguió llegar al islote en una barca hinchable. El joven, que llevaba dos banderas de su país, fue inmovilizado y maniatado por la Guardia Civil cuando volvía a su bote para irse. El incidente ocurrió ayer poco después de las 15.00 horas. Al ser detenido y no haber logrado su propósito de izar las banderas marroquíes en el islote, el joven ingirió un frasco de pastillas denominadas "Ludiomil 75", por lo que tuvo que ser trasladado urgentemente al hospital civil del Insalud de Ceuta donde se le realizó un lavado de estómago. Fue devuelto a su país poco después de que el Gobierno anunciara el acuerdo alcanzado con el reino alauita. Decenas de marroquíes que contemplaron la escena desde la costa increparon a los agentes de la Guardia Civil, que llegaron al islote en zodiac. El hombre que ha logrado subir a Isla Perejil es Djamel Tabit, de 27 años y originario de Casablanca. Al parecer, Tabit ha recorrido más de 500 kilómetros para realizar esta acción.
El Mundo.es

«ASÍ RECUPERAMOS PEREJIL».-





EXCLUSIVA / DOS DE LOS 28 COMANDOS NARRAN SU ASALTO AL ENCLAVE.
Oficial F. J. (licenciado en Empresariales): «Llevábamos armas de visión nocturna, ellos montaron sus fusiles, los cargaron, pero no hubo opción a que los utilizaran» Enfermera A. P. R. (28 años): «Cuando terminó la operación estábamos emocionados, nos abrazamos. después vino el cansancio y el bajón de adrenalina»
RABASSA (ALICANTE).- Nadie diría, al mirar sus grandes ojos verdes y su dulce cara de niña, que esta mujer de 28 años puede utilizar una pistola con mayor destreza que la mayoría de los hombres y que está preparada para atender a sus compañeros heridos en condiciones extraordinariamente difíciles.
Ella es A. P. R. Su nombre es secreto. Forma parte de un Grupo de Operaciones Especiales con sede en la localidad alicantina de Rabassa.
En la unidad, al mando del general Pedro María Andreu, hay 800 soldados profesionales, la mitad de ellos jefes y oficiales.
Cuando A.P.R. participa en una acción, desconecta su móvil y ni su familia ni sus amigos más íntimos saben dónde está. Sencillamente, ella les dice que se va «de maniobras».
El jueves 11, sonó el teléfono de A.P.R. El 17, participó, junto a otros 27 boinas verdes, en el desalojo de la isla Perejil. Fue la única mujer que tomó parte en la acción.
«Estoy soltera. Soy diplomada universitaria en enfermería. Luego hice las oposiciones para entrar en la Sanidad militar. Llevo en el Ejército cuatro años. Siempre he sido aventurera y me gusta el espíritu que tiene esta unidad. Por eso me metí aquí. No tengo familiares ni antepasados que hayan hecho la carrera militar».
-¿Cuál es su rango en la unidad?
-Prefiero no decirlo.
-¿En cuántas operaciones ha participado?
-Como ésta, ninguna, pero sí he estado en otras acciones. Por ejemplo, en una misión de lucha humanitaria en Mozambique.
-¿En qué consistía su trabajo?
-Fuimos allí durante el periodo de las inundaciones. Mucha gente se quedó sin casa y sin nada. Se construyó un campo de refugiados y nuestra misión era atender a toda aquella gente. Allí estuve un mes.
-¿Cómo fue esa experiencia?
-Muy dura, pero también muy bonita. Me quedé muy sorprendida de lo que el Ejército fue capaz de hacer. Trabajamos al límite de nuestras fuerzas en unas condiciones muy duras. Me impactó todo lo que vi. Cómo vivía la gente, la pobreza, la miseria, cómo se adaptaban a todas esas situaciones tan terribles.
-¿Cuando entró aquí pensó que una de las cosas que iba a hacer era salvar vidas de civiles en un rincón perdido de Africa?
-No. Me di cuenta de que la única y real ONG que hay en el mundo es el Ejército.
-¿Cómo empezó para usted la Operación RS (en el Grupo de Operaciones Especiales la llaman “Operación Cantado”, porque, según el general Andreu, «estaba cantada»)?
-Me avisaron como a todo el mundo. En el momento en el que me llamaron, yo estaba viendo un concierto de Estopa y me vine corriendo.
-¿Cómo le avisaron?
-Me llamó al móvil gente que yo conocía. Me dijeron que se había activado la red de alerta. Yo avisé a otra gente, según una orden precisa que se sigue, y ya está.
-¿Cuándo sucedió eso?
-El jueves de la semana pasada, cuando se invadió la isla.
-Desde entonces hasta que se puso en marcha la operación, ¿usted estuvo acuartelada?
-Sí.
-¿Y qué hace durante el tiempo en que está acuartelada?
-Estar preparada para salir a cualquier sitio en cualquier momento.
-¿Y además?
-Cada uno comprueba que tiene todo su material, hace sus ensayos, etcétera.
-¿Cuándo se dio la orden concreta de entrar en acción?
A.P.R. duda un momento, no sabe si debe responder a esa pregunta y consulta con la mirada al general Andreu, que está presente en la conversación, no con espíritu censor, sino más bien para cuidar a su gente. Andreu toma la palabra.
-En la prensa se ha manejado una hora en la que el Gobierno dio la orden.
-¿En torno a las dos de la madrugada?
-Puede ser.
Vuelvo a mirar a A.P.R.
-Una vez que eso sucede, cuando ya se dio la orden de entrar en acción, ¿que pasó?
-No estoy autorizada a contarlo.
-¿Toda la gente que participó salió de aquí, del cuartel de Rabassa?
-Los que salimos de aquí participamos todos.
-¿Hubo soldados de otras unidades?
-Creo que sí, hubo gente de otros sitios.
-Una vez que los helicópteros salieron de aquí, ¿dónde fueron?
-Esa información no la podemos dar.
-¿Fueron a un buque de guerra? ¿A la base de Morón?
-No, eso no se puede contestar.
-¿Se estudió otra forma de llegar a la isla Perejil que no fuera en helicóptero?
-Esa información no es de mi competencia.
Entonces, interrumpe el general Andreu: «Se estudiaron otras alternativas, pero, analizados todos los pros y contras, se optó por esa forma de actuar».
De nuevo miro a A.P.R., que mira con respeto a su general.
-¿Qué arma llevaba usted cuando participó en la operación?
-La que me corresponde... una pistola.
-¿Cuál era su misión?
-Yo era la enfermera del grupo. Por tanto, debía atender cualquier posible baja que hubiera y estabilizarla hasta que llegara un medio de evacuación para llevársela. El equipo que yo llevo permite un soporte vital básico.
-¿Cuánto tiempo tardó en llegar el helicóptero desde la base de operaciones a la isla?
-Sinceramente, no lo sé. Perdí la noción del tiempo. Sólo sé que hubo un momento en que me dijeron que quedaban cuatro minutos para llegar.
-¿Ni siquiera puede decir si estuvo volando una o dos horas?
-No, porque en el helicóptero uno intenta dormirse, porque hace mucho calor y también necesitas desconectar un poco.
-O sea, que usted puede dormir antes de entrar en acción.
-Dormir exactamente, no. Sí quedarme un poco traspuesta.
-Cuando puso pie en la isla Perejil, ¿qué sintió?
-Que tenía que cumplir mi misión. Cada uno de nosotros sabía lo que tenía que hacer y yo lo hice.
-¿Todo lo tenían estudiado? ¿La isla, su orografía...?
-Sí, claro.
Más tarde, en una conversación fuera de micrófono, el general Andreu me desveló que el Grupo de Operaciones Especiales había ensayado varias veces una operación similar, en los días previos al asalto, en un lugar de características idénticas a Perejil.«Se ensayó hasta que todo quedó perfecto. Nada podía dejarse a la improvisación», remachó con orgullo profesional el general.
Volvamos a A.P.R. y sus expresivos ojos verdes.
-¿En qué supuesto hubiera utilizado su arma?
-Nosotros tenemos unas normas que siempre cumplimos y sólo en determinados casos, muy puntuales, usamos las armas. De todas formas, mi misión no era esa.
-¿Se les advirtió de que uno de los objetivos prioritarios de la operación era no causar bajas?
-Sí.
-¿En qué idioma se les pidió a los marroquíes que depusieran sus armas y se entregaran?
-Desde donde yo estaba había tanto ruido y hacía tanto viento que casi no lo oía. Pero, bueno, estaba previsto que desde la megafonía del helicóptero se les dieran los mensajes en árabe, francés y español.
-Cuando se entregaron, ¿usted se encargó de hacerles una revisión médica?
-No, eso se lo hicieron en Ceuta.
-¿Se les maniató?
-Se les trató como se trata normalmente a un prisionero.
De nuevo interviene el general Andreu. «Por motivos de seguridad, dado que luego tenían que trasladarse en helicóptero hasta Ceuta, se les puso una especie de cinta adhesiva en las muñecas».
Interrogo otra vez a A. P. R.
-¿Qué hicieron al ver que la operación había terminado con éxito?
-Entre la gran subida de adrenalina que supone, casi no te lo crees. Estábamos emocionados. Nos abrazamos. Después vino el cansancio y el bajón de adrenalina.
-¿Cuánto tiempo llevaba sin dormir cuando todo acabó?
-Un día entero.
-¿Cómo lo han celebrado?
-Lo celebramos el viernes aquí, en el cuartel, con una parrillada. Al general Andreu le tiramos a la piscina... vestido.
Miro a general, que sonríe.
«Afortunadamente, estaba en chandal».
-General, ¿les llamó esa noche Aznár?
-Recibimos un mensaje de felicitación de su Majestad el Rey y otro del presidente del Gobierno.
A.P.R. se marcha. Me da la mano con un apretón fuerte mientras me sonríe. Minutos después entra en el despacho del general un hombre alto y fornido vestido de uniforme. Se trata de F.J., un oficial del Grupo de Operaciones Especiales que tuvo una participación muy destacada en el desalojo de la isla Perejil.
-¿Usted estaba al mando de uno de los comandos?
-Correcto. Había un equipo de acción principal, que tenía como objetivo neutralizar a los marroquíes, y un equipo de protección. Yo mandaba ese segundo equipo.
-¿Usted pudo ver cómo se desarrolló toda la operación?
-Sí, perfectamente. Esa era mi misión.
-¿Sabía usted cuántos soldados marroquíes había en la isla?
-Con certeza, no. Siempre hay un margen de error. Manejamos un número de entre 10 y 20 personas.
-¿Se manejó la hipótesis de que hubiera soldados escondidos en una cueva que hay en la isla?
-Sí. Disponíamos de fotografías aéreas y, tras analizarlas, rechazamos esa hipótesis. La cueva no tiene acceso por tierra.
-¿Sintió que en algún momento, tras bajar del helicóptero, los marroquíes pudieran responder con sus armas?
-Ese era el mayor riesgo. Pero los medios de visión nocturna que llevábamos nos hubieran permitido identificar inmediatamente cualquier intento de agresión y lo hubiéramos neutralizado de forma inmediata.
-Cuando llegaron ¿era de noche?
-Era noche cerrada.
-¿Cómo reaccionaron los marroquíes?
-Su reacción fue la que esperábamos. Se les pidió que se rindieran y se les aseguró que no iban a sufrir daños. Su primera respuesta fue refugiarse.
-¿Se refiere a los tres centinelas?
-Sí. Los tres centinelas abandonaron sus puestos de vigilancia y se escondieron.
-¿Abandonaron sus armas?
-No. Iban armados. Y, de hecho, montaron sus fusiles de asalto. Los cargaron, pero no hubo opción a que los utilizaran.
-¿No se resistieron en ningún momento?
-No. El brigada que estaba al mando del grupo, un suboficial ya mayor, actuó con sensatez y ordenó deponer las armas a sus hombres y que también se rindieran los que estaban escondidos.
-¿Por qué tardaron tanto tiempo en salir los otros tres que estaban en la caseta?
-Por miedo. No se atrevían a salir. A pesar de las seguridades que se les daban... pues, claro, póngase en su lugar.
-¿Tenían equipo de radio en la caseta?
-Sí. Y, de hecho, trataron de enlazar varias veces, pero no lo lograron.
-¿Qué tipo de armas llevaba usted?
-Las reglamentarias del Ejército, pero con ciertas modificaciones. Podemos hacer tiro en condiciones absolutamente adversas.
-¿Usted cree que ellos esperaban un ataque por parte de España?
-No. En todo caso, yo creo que ellos pensaban que se podía intentar llegar a la isla con una embarcación.
-Cerca de la isla había una patrullera marroquí. ¿Qué misión tenía?
-Precisamente ésa, evitar un desembarco.
-Pero la patrullera no hizo nada.
-No se le dio opción por parte de nuestras patrulleras.
-El ministro de Defensa, Federico Trillo, dijo que había tenido información al minuto de la operación. ¿Cómo lo hicieron?
-Eso fue así, pero no le puedo responder cómo lo hicimos.
-¿Usted no se sintió eufórico cuando vio que todo había terminado con éxito?
-No. Hubiera sido una falta de profesionalidad [se ríe].
-¿Cuánto tiempo lleva usted en el Grupo de Operaciones Especiales?
-Mucho, 16 años.
-¿Ha participado en muchas operaciones?
-En Kosovo, en Bosnia, etc.
-¿Usted estaría dispuesto a participar en una operación antiterrorista?
-Si cumple las condiciones que marca la Constitución, perfectamente. Por supuesto.
-¿Por qué se dedicó usted a esto?
-Yo terminé la carrera de Empresariales. Pero cuando empecé a trabajar me encontré insatisfecho. Buscaba algo más y aquí lo encontré.
-¿Ahora está satisfecho? -Absolutamente.
UN GRUPO DE ÉLITE PARA CASOS ESPECIALES.
MADRID.- El Mando de Operaciones Especiales (MOE), una parte de cuyos efectivos asaltaron la isla Perejil, está integrado en el Núcleo de Apoyo a la Fuerza de Maniobra. Este grupo interviene en operaciones que, por sus especiales características, no son encomendadas a las unidades tradicionales de las Fuerzas Armadas.
Estos boinas verdes llevan a cabo acciones directas como, por ejemplo, ataques a objetivos críticos, captura o recuperación de personas o guía de misiles inteligentes. También realizan informaciones sobre actividades de fuerzas enemigas, localizan armas especiales, comprueban daños, adiestran a fuerzas militares españolas o aliadas.
El Mando de Operaciones Especiales fue creado en 1997, en sustitución de seis Grupos de Operaciones Especiales (GOE) que habían sido creados durante los años 80.
Su jefatura fue fijada al principio en Jaca (Huesca), pero a finales del año 1999 fue trasladada a Rabassa (Alicante).
Las unidades operativas que dependen del MOE son los Grupos de Operaciones Especiales denominados Valencia III, con base en Alicante; Tercio del Ampurdán IV, con sede en Barcelona, y la Bandera de Operaciones Especiales de La Legión, situada en Ronda (Málaga).
La estructura de estas unidades permite formar patrullas de reconocimiento y equipos básicos u operativos de acción directa, que integran siempre un máximo de seis individuos.
Sus miembros reciben una formación general para operaciones especiales y para cada misión concreta que les encomiendan. Además, cada uno de ellos tiene una especialidad, como por ejemplo navegador, tirador selecto, experto en explosivos y destrucciones o en transmisiones y sanidad.
CASIMIRO GARCIA-ABADILLO. El Mundo. 21.07.2002.

LA OPERACION ROMEO SIERRA Y III.-






EL DESARROLLO DE LOS ACONTECIMIENTOS POSTERIORES.-
A las pocas horas de la invasión, helicópteros Cougar y Chinook del Ejército de Tierra, operando desde el helipuerto ceutí de La Viña Acevedo – Loma Margarita - y del melillense de Rostrogordo, reforzaban las guarniciones del Peñón de Vélez de la Gomera, enclavado en la bahía de Alhucemas, el Peñón de este nombre y el archipiélago de las Chafarinas, poco después que un patrullero marroquí se aproximara a la isla del Rey, de este archipiélago, también deshabitada. Simultáneamente las guarniciones de Ceuta y Melilla, con más de 7.000 efectivos, eran puestas en estado de máxima alerta y acuarteladas.
La fragata Navarra, con una unidad de Infantería de Marina y embarcaciones Supercat a bordo, a la que más tarde se le uniría su gemela Numancia, alistada en un tiempo récord, se incorporaba el mismo día 12 para tomar el mando táctico de los patrulleros Laya, Cándido Pérez y P-114, que ya se encontraban en las proximidades de la isla del Perejil, ejerciendo además una poderosa disuasión con su sola presencia, dadas las características de sus misiles Harpoon antibuque y Standard SM-1MR antiaéreos. Simultáneamente las corbetas Infanta Elena y Cazadora se dirigían a la zona del cabo Tres Forcas para controlar los accesos al puerto de Melilla y vigilar el archipiélago de las Chafarinas. Desde el arsenal de Ferrol, saldrían con rumbo sur las fragatas Baleares y Asturias de la 31.' Escuadrilla, con gran capacidad antiaérea gracias a sus radares tridimensionales SPS-52B y sus misiles SAM Standard SM-1MR.
El Ejército del Aire tampoco permanecía ocioso, alertando sus Alas 11, 12, 14, y 15 de aviones F/A-18 Hornet y Mirage F-1, desplegados en las bases aéreas de Morón, Albacete, Torrejón y Zaragoza, al mismo tiempo que su red de alerta y control, compuesta por todos los EVA (Escuadrón de Vigilancia Aérea) más el GRUMOCA (Grupo Móvil de Control Aéreo) desplegado, estratégicamente dispuestos en el perímetro exterior de la península Ibérica, islas Canarias y Baleares, constituían un telón impenetrable a cualquier raid que pretendiese violar el espacio aéreo español.
En la misma mañana del viernes día 12, el contralmirante Bringas, comandante del Grupo de Unidades de Proyección de la Flota COMGRUFLOT, recibía una llamada del almirante de la Flota en la que le comunicaba que había sido designado COMANFOR o comandante de la Fuerza Operativa que debía restituir el islote a la soberanía española. En la base militar de Rabassa, en Alicante, sede del Mando de Operaciones Especiales (MOE), el general de brigada Andréu, jefe del MOE, recibía la orden del Mando Operativo Terrestre (MOT) de alistar y preparar una unidad de operaciones especiales que sería helitransportada cuando el gobierno así lo decidiese para recuperar la isla del Perejil sin derramamiento de sangre y en el menor tiempo posible una vez dada la orden de tomar la isla.
Desde el centro de operaciones aéreas CAOC-8 ubicado en la base aérea de Torrejón, el teniente general Rubio, general jefe del Mando Aéreo de Combate (GJMACOM), dirigía todo lo concerniente a la defensa aérea de España: la alerta de los cazas F-18 y F-1 puestos a su disposición, la adquisición de información relativa a la operación, se obtendría por medio de aviones Aviocar 212, Falcón 20, Cessna Citation y aviones de patrulla marítima P3 Orión basados en la base aérea de Morón. Esta información posteriormente sería procesada en el Centro de Inteligencia Aérea (CIA).
Mientras continuaba el intercambio de notas diplomáticas entre Madrid y Rabat sin llegar a ningún acuerdo, los estados mayores de los tres ejércitos seguían planeando la operación conjunta, coordinados por el EMACON. El estado mayor del almirante Bringas se encontraba a bordo del buque anfibio Castilla, LPD especialmente configurado para actuar como buque de mando de una fuerza, al estar dotado de todos los sistemas CIS (command information system) necesarios en operaciones conjunto combinadas. El día 16 salió a la mar estacionándose en el área del Estrecho, listo para dirigir las operaciones de recuperación de la isla, controlando la actuación de buques, aviones, helicópteros, fuerzas de operaciones especiales y de Infantería de Marina.
LA OPERACIÓN CONJUNTA DE RECUPERACIÓN DE LA ISLA.
En la tarde del 16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen, patrona de la Armada, la normalidad reinaba a bordo de los buques que patrullaban el mar de Alborán y el Estrecho. En la mar se encontraban las fragatas Navarra, Numancia y Baleares en el área del Estrecho, junto con los patrulleros Laya, Cándido Pérez, Izaro, P-111 y P-114. En el área de Melilla, las corbetas Cazadora e Infanta Elena seguían proporcionando cobertura naval a las Chafarinas y a la ciudad autónoma. No muy lejos de Tarifa, la Unidad de Operaciones Especiales del Tercio de Armada a bordo del Castilla, con helicópteros de las 3ª' y 5ª escuadrillas de aeronaves, se encontraba lista para intervenir. En el aeropuerto de Málaga la EZAPAC, o Escuadrón de Zapadores Paracaidistas, había destacado un equipo táctico o TACP que se encontraba igualmente alistado para entrar en acción.
En Rabassa ya se ubicaban los cuatro helicópteros Cougar que debían transportar a los 23 hombres del Grupo de Operaciones Especiales III (GOE III) que iban a intervenir directamente en la recuperación de la isla, a ellos se unirían cinco infantes de marina, dos tenientes, un brigada y dos cabos, que participarán asimismo en la operación. Estos helicópteros de transporte irían escoltados, desde la base de El Copero (Sevilla), por tres helicópteros de ataque HU-10 armados con AMP de 12,7 mm.
A las 2343 horas el presidente del Gobierno tomó la decisión de emplear la alternativa militar, orden que transmitió el ministro de Defensa a todos los miembros de la JUJEM, llegando a Bétera la orden de despegue de los helicópteros que deberían transportar a elementos del GOE III, desde Rabassa a la base de El Copero en Sevilla, donde repostarían para iniciar el salto final a las 0400 horas, junto con los tres helicópteros de escolta HU-10, no sin antes recoger en Zahara de los Atunes, Cádiz, a los cinco infantes de marina, dos de ellos controladores aéreos avanzados ó ACAF y el resto de operaciones especiales.
La hora H se fijó a las 0617 horas del día 17 de julio, es decir, al comenzar el orto matutino, de forma que los helicópteros dejasen a los incursores con las primeras luces del alba. Paralelamente un helicóptero de la 10ª escuadrilla de la FLOAN, estacionado en Rota, había estado haciendo un vuelo FLIR, actualizando los contactos de superficie en el área que pudiesen afectar a la operación, contactos que afortunadamente se reducían a simples patrulleros, no habiendo rastro ni de la corbeta Arrahmani ni de la fragata Mohamed V, que hubieran podido comprometer el éxito de la operación en el último instante; tan sólo el patrullero Al Hahiq (308), de la clase Osprey Mk-III de 475 t y armado con un cañón Bofors 40/60 y dos Oerlikon 20 mm, se encontraba frente a la isla del Perejil, pudiendo suponer un peligro para los helicópteros y sus ocupantes.
A las 0627 horas, con un ligero retraso sobre el horario previsto debido al fuerte viento de levante reinante que ya alcanzaba los 35 nudos, tomaba tierra en la isla el primer Cougar, siendo seguido por el segundo y el tercero, que depositaron a los 23 efectivos del GOE III y los cinco infantes de marina, sin otro percance que el toque de una de las aspas del rotor de un Cougar con una protuberancia de tierra, afortunadamente sin consecuencias.
Paralelamente dos patrulleros de la Armada, Izaro y Laya, dando muestras de arrojo y decisión, ya que desplazaban bastante menos que el Al Hahiq se situaron a banda y banda del patrullero marroquí emparedándolo prácticamente, sin permitirle reaccionar ante la incursión de fuerzas helitransportadas, y mucho menos abrir fuego, todo ello ante la vigilante mirada de la fragata Navarra, atenta a la maniobra con todos sus sensores y armas alistados.
Afortunadamente los seis infantes de marina marroquíes, ocupantes de la isla, no reaccionaron violentamente y, siguiendo las indicaciones del Cougar que portaba un equipo de megafonía, los tres centinelas depusieron sus armas, mientras que los tres soldados restantes que descansaban fueron súbitamente despertados. La bandera marroquí fue reemplazada por la española, y aquí acabó la operación militar propiamente dicha, que si bien su ejecución apenas duró una hora, mientras se rastreaba la isla en busca de más ocupantes, su preparación duró cinco días.
El único daño fue, además de la pala del rotor ya mencionada, un golpe en la rodilla de un soldado español producido al saltar desde su helicóptero. Una hora más tarde la Legión de Ceuta relevaba en la isla a los efectivos de operaciones especiales, y los seis militares marroquíes, a los que se trató de forma correcta, dándoles un desayuno caliente y una muda limpia en Ceuta – también fueron sometidos a reconocimiento médico - fueron devueltos sobre las 10 de la mañana en El Tarajal, punto fronterizo de Ceuta con Marruecos, junto con su armamento personal: cuatro fusiles de asalto AK-47 y dos H&K, por separado armas y hombres, como Dios manda.
Durante el desarrollo de la operación y horas posteriores, se mantuvieron alertados los Harrier de la 9ª escuadrilla y en el aire aviones F-18 que actuaron como CAP (combat air patrol), dispuestos a interceptar cualquier traza no identificada que tratase de penetrar en el espacio aéreo español.
CONCLUSIONES.
Una acción por parte de uno de los centinelas disparando su Kalashnikov hubiera podido suponer la pérdida de un helicóptero Cougar, con el riesgo de perecer todos sus ocupantes. A su vez, si la patrullera clase Osprey hubiera abierto fuego, podía igualmente haber hecho abortar la operación, por lo que posiblemente habría sido necesario acallarlo. La pérdida de un solo marroquí hubiese supuesto una serie de protestas por parte del mundo árabe, con consecuencias políticas y económicas incalculables para España. Las bajas de efectivos españoles hubieran sido difícilmente justificables frente a la opinión pública. Por ello no se podía correr ningún riesgo gratuito, que habría convertido la operación militar en un fracaso, si no militar, al menos político.
La efectividad de las unidades de operaciones especiales, probada durante la guerra de Afganistán, y los riesgos asimétricos actuales han obligado a adquirir una mayor y más veloz capacidad de proyección por parte de los tres ejércitos. La discreción y disuasión del submarino, al mismo tiempo que su inmunidad, lo hacen una pieza valiosísima, no sólo como fuente de inteligencia, sino también para el desembarco de unidades de operaciones especiales en costas hostiles. Pensemos en cuán distinta hubiese sido la operación desde el punto de vista naval si en el Orbat adversario hubiese habido un solo submarino. El rápido alistamiento de las fragatas de la Armada, al igual que el de los efectivos del Tercio de Armada, embarcados en los diferentes buques que intervinieron y destacados en Ceuta con sus embarcaciones Supercat, hacen de estas fuerzas unidades de alta disponibilidad. La defensa aérea de España estuvo en todo momento garantizada por el Mando de Combate, gracias a sus aviones F-18 y F-1 y los aviones Harrier de la FLOAN, así como a sus escuadrones de vigilancia aérea (EVAs).
La adquisición de helicópteros de combate tipo Apache o Tigre por parte de las FAS españolas puede considerarse una necesidad, si no para esta ocasión sí para el futuro, previendo una reacción hostil por parte de un numeroso y aguerrido Ejército de Tierra adversario dotado de más medio millar de carros de combate. La posibilidad de contar con patrulleros dotados con misiles antibuque, un viejo proyecto olvidado con los patrulleros clase Lazaga tristemente desguazados, evitaría en el futuro exponer costosas fragatas frente a patrulleros lanzamisiles adversarios ante ataques de un misil Exocet. Igualmente la necesidad de contar con más baterías de misiles antiaéreas para defender la costa sur de España es otra realidad para el caso de una incursión aérea procedente del norte de África.
La invasión de la minúscula isla de Granada por parte de los Estados Unidos en la década de los 80 sirvió para comprobar que los tres ejércitos no tenían procedimientos normalizados y que no se entendían en el campo de las comunicaciones. La crisis de la isla del Perejil ha servido para demostrar que las Fuerzas Armadas españolas son capaces de realizar una operación conjunta de forma impecable, pero que es necesario realizar una serie de adquisiciones en las dotaciones armamentísticas de los tres ejércitos, pues, llegado el caso de una confrontación con algún vecino norteafricano, los ejércitos españoles se verían irremisiblemente solos para afrontarla.

Contralmirante JOSE Mª TREVIÑO RUIZ. RGM, Octubre de 2002.
Resumen: Paisa, p’a tu tierra: marchar kabila.

LA OPERACION ROMEO SIERRA II.-



LA SITUACIÓN.
El 11 julio de 2002, una embarcación de la Guardia Civil del Mar procedente de Ceuta, avistaba poco después de las 1400 horas dos banderas marroquíes izadas, una tienda de campaña y a una docena de individuos que, trepando por la escarpada costa de la ensenada de Levante o del Rey, se habían instalado en la isla del Perejil. Los individuos iban uniformados con unos monos de la Gendarmería marroquí, y su mando lo ostentaba el capitán de corbeta Said Gournari de la Marina Real Marroquí - antiguo alumno de la extinta ETEA (Escuela de Transmisiones y Electrónica de la Armada, en Vigo) donde cursó la especialidad de Electrónica - que se negó a obedecer a los requerimientos de los guardias civiles de abandonar la isla.
Puesto el hecho en conocimiento de la cadena de mando de los ministerios del Interior y Defensa, esa misma tarde se reunía el ministro de Defensa con los miembros de la junta de jefes de Estado Mayor para tratar esa flagrante violación de la soberanía española en una isla, que aunque situada frente a la costa de Marruecos, dista tan sólo siete millas de Tarifa, estando además dentro del radio de acción de las piezas de artillería de costa del MACTAE (Mando de Artillería de Costa del Estrecho). Naturalmente la situación no se debía resolver a cañonazos, y el problema que se debatía a los más altos niveles era la forma de recuperar la isla del Perejil sin escalar desmesuradamente la crisis ni empeorar de forma irreversible las relaciones entre España y Marruecos. Quizá si esa misma noche se hubieran enviado dos “stol” helitransportados de la Unidad de Operaciones Especiales (UOE) de la Infantería de Marina, cuyo acuartelamiento de San Carlos en San Fernando se encontraba a tan sólo 50 millas náuticas del escenario de la invasión, la crisis se hubiera abortado antes de nacer; pero no fue así, y al día siguiente la invasión era noticia de primera página en todos los medios de comunicación social, y las reivindicaciones de Marruecos eran una provocación constante para todos los españoles dignos de este nombre.
En tanto en cuanto no se tomaba una decisión a nivel político, los Estados Mayores de los tres ejércitos y el Estado Mayor Conjunto de la Defensa empezaron a estudiar las diferentes líneas de acción, teniendo en cuenta los diversos factores que afectaban al problema y las distintas hipótesis a considerar. No había que olvidar el caso de las Malvinas, en que los argentinos consideraron la hipótesis que los británicos no iban a organizar una fuerza expedicionaria para recuperar las islas, y cuando la task force de la Marina británica se hizo a la mar, no existía un plan alternativo para evitar su reconquista.
Lo primero a considerar era la amenaza que podría cernirse sobre las tropas españolas en el caso de intentar una operación para recuperar la isla. Extrayendo y analizando los datos de Marruecos en el conocido anuario Military Balance, llama la atención el desequilibrio existente entre los tres ejércitos, a favor del de Tierra, algo que tiene su explicación si pensamos que Marruecos siempre tiene omnipresente el conflicto del Sáhara, donde el Frente Polisario materializa una guerrilla sin elementos aéreos ni navales.
El potente Ejército de Tierra, creado en 1956 a raíz de la independencia de Marruecos, ha sufrido en los últimos 25 años, y como consecuencia de la expansión hacia el sur, un enorme crecimiento, habiendo pasado de 80.000 hombres en 1975, año de la ocupación del Sáhara Español, a más del doble, unos 175.000, aunque, eso sí, con el 80 por 100 de sus efectivos desplegados en las provincias saharauis, estacionando el resto de sus unidades en las proximidades de su potencial enemigo argelino, con el que sostuvo una corta guerra a comienzos de los 60. En esencia el Ejército Real consta de una brigada ligera de seguridad, de guarnición en el área de Rabat para guardia y protección del rey Mohamed VI, una brigada acorazada con carros M-60, dos brigadas paracaidistas y tres brigadas de infantería mecanizadas. Además de estas grandes unidades, existe una pléyade de regimientos y batallones desplegados a lo largo y ancho del extenso territorio marroquí, amén de unidades de operaciones especiales. El total de unidades acorazadas y mecanizadas se estima en unas 2.600, contando con 320 carros de combate norteamericanos M-60 y 185 M-48A5 similares a los españoles, estando pendientes de recibir los más modernos T-72B de origen bielorruso (nota de "Las Historias...", dichos T-72B, según el Jane´s Internacional ya dotan a las FFAA Marroquíes, en un número suficiente como para equipar una brigada Acorazada).
En el ámbito naval, sus buques son bien conocidos, pues la mayoría han sido construidos en astilleros españoles, como es el caso de la hasta ahora su unidad más potente de su Marina, la corbeta clase Descubierta, Lt. Col. Arrahmani, dotada de misiles Exocet y torpedos antisubmarinos. De acuerdo con el prestigioso anuario Jane's Fighting Ships, mucho más moderna es la fragata Mohamed V, entregada en marzo de este mismo año por los astilleros franceses de L´Átlantique en Saint Nazaire, similar a las de la clase Floreal de la Marina francesa y dotada asimismo de misiles antibuque Exocet. El grueso de las unidades de la Marina real marroquí lo forman una treintena de patrulleros de las clases Lazaga (4) y Cormorán (6), construidos igualmente por Izar; Osprey Mk-II (4), de construcción danesa; PR-72 (2), PR-32 (10) y OPV- 64 (6) de construcción francesa; en total 32 patrulleros de diversas características.
Exceptuando los cuatro Lazaga que cuentan con misiles Exocet MM-38 antibuque, el resto de los patrulleros sólo cuenta con cañones con calibres que oscilan entre los 76 mín de los Lazaga y PR-72 a los 40 mm del resto, con la excepción de los pequeños PR-32, que sólo llevan un cañón de 20 mm. Existen además una treintena de lanchas de la Gendarmería, Arcor 46 (18) y Arcor 53 (15), de nulo valor militar, dedicadas a la represión del contrabando y tráfico de drogas.
Todas estas unidades se encuentran repartidas entre el Mediterráneo y el Atlántico, estacionadas en sus base principales de Casablanca y Alhucemas. Los efectivos totales alcanzan los 8.000 hombres, la mayoría procedentes del servicio militar obligatorio que dura 18 meses, incluyendo a los 1.500 infantes de marina, en su mayoría estacionados en Alhucemas, que cuentan con un reducido número de buques y embarcaciones de desembarco.
Los comienzos de la Real Fuerza Aérea marroquí fueron con aviones soviéticos, Mig-15 y Mig-17, y su modernización posterior consistió en la adquisición de aviones norteamericanos F-5 y franceses Mirage F-1 que todavía perduran, aunque se está pendiente de adquirir aviones F-16 de origen saudita, que elevarán notablemente la capacidad aérea. En total la Fuerza Aérea marroquí cuenta con unos 200 aparatos entre aviones y helicópteros, de los que aproximadamente unos 70 son cazas de los dos tipos antes mencionados.
Un rápido análisis de todo lo anteriormente expuesto nos lleva a la conclusión que las FAS marroquíes están compuestas por un numeroso y mecanizado Ejército de Tierra, con tropas aguerridas y adiestradas gracias a ese extenso campo de maniobras que es el Sáhara Occidental, aunque desplegadas en su mayoría en el sur. La Marina, más propia de un servicio de guardacostas que de una armada oceánica, se compone de unidades de pequeño porte, armadas con cañones de pequeño calibre, con la excepción de los seis buques antes mencionados dotados de misiles Exocet, estando organizadas y concebidas para cubrir sus prolongadas costas, desde la frontera con Argelia hasta la de Mauritania, para vigilar y controlar sus ricos bancos pesqueros y reprimir el contrabando y el tráfico ilegal de drogas e inmigrantes. Su Fuerza Aérea, a todas luces necesitada de una modernización (de ahí la adquisición de los F-16), y con un adiestramiento que presuponemos inferior al de cualquier fuerza aérea de la OTAN, puede no obstante alcanzar objetivos al otro lado del Estrecho si el país atacado no dispone de una defensa aérea eficaz.

Contralmirante JOSE Mª TREVIÑO RUIZ. RGM, Octubre de 2002.

LA OPERACION ROMEO SIERRA.-






ACCION CONJUNTA. PRELIMINARES.
La primera operación militar española en la que intervinieron fuerzas terrestres, navales y aéreas, fue el desembarco de Alhucemas del 8 de septiembre de 1925, operación que, además de conjunta, fue combinada al intervenir unidades de la flota francesa, al mando del contralmirante Hallier.
Mandaba toda la operación el general Primo de Rivera, a la sazón presidente del Gobierno, Y sus mandos componentes eran el general Sanjurjo, al frente de la fuerza de desembarco; el vicealmirante Yolif, con las fuerzas navales, y el general Soriano, director de la aviación militar, como jefe de la Fuerza Aérea.
Tres cuartos de siglo más tarde, y teniendo de nuevo como escenario el norte de África, en este caso la minúscula isla del Perejil, se desarrolló la primera operación conjunta real desde la unificación de los tres ministerios militares, hace un cuarto de siglo, acción realizada bajo el mando operativo (OPCOM), del almirante general Moreno Barberá, jefe del Estado Mayor de la Defensa que promulgaría el plan de operaciones (OPLAN) y en la que intervendrían efectivos de los tres ejércitos, siendo el comandante de la Fuerza Operativa (COMANFOR) otro oficial general naval, el contralmirante Bringas, comandante del Grupo de Unidades de Proyección de la Flota (COMGRUFLOT), que tendría el OPCON o control operativo de la Fuerza. Como mandos componentes intervendrían el Mando Operativo Terrestre, que delegaría el planeamiento de la toma de la isla en sí en el jefe del reciente mente constituido Mando de Operaciones Especiales, el general Andréu, con sede en Rabassa (Alicante), y que tendría el Mando Táctico o TACOM de los efectivos terrestres.
El Mando Operativo Naval, a su vez, delegaría el planeamiento de la fase anterior a la operación propiamente dicha y el despliegue naval inicial en el almirante de la Flota, almirante Balbás, con su cuartel general en Rota, que delegaría previamente el TACOM de las unidades navales qué se encontraban desplegadas en el área en el comandante de la fragata Navarra, capitán de fragata Rodríguez Garat. Por último, todo lo referente a las operaciones de defensa aéreas sería delegado por el Mando Operativo Aéreo en el general jefe del Mando de Combate (GJMACOM), general Rubio, ubicado en la base aérea de Torrejón, y que tendría el TACOM de las unidades del Ejército del Aire, mostrando una gran flexibilidad y adaptación a la situación.
Cuando los periódicos del viernes 12 de julio de 2002 anunciaron en su primera página la ocupación de la española isla del Perejil, por parte de una docena de gendarmes marroquíes, pocos sabían dónde ubicarla y casi nadie de su azarosa historia.
Como un farallón costero entre Punta Leona y Punta Almarsa, oculta a los distraídos ojos de los buques mercantes que a diario transitan por el estrecho de Gibraltar, la isla del Perejil se yergue, a seis millas de Ceuta, cual pétreo centinela frente a la costa marroquí, distante apenas 1,5 cables de su rocoso y escarpado perímetro. Su forma es casi triangular con una milla de bojeo; su lado mayor de apenas 500 metros y el menor de 300 le otorgan una superficie aproximada de unos 75.000 m2 formando una meseta con una altura máxima de 74 m, de escasa vegetación y carente de agua.
La isla fue posesión portuguesa desde el año de 1415, y albergó en épocas pretéritas alguna edificación para defenderse de las acometidas de los piratas berberiscos que merodeaban por sus costas, atentos al paso de los buques cristianos que cruzaban por el Estrecho. Tras la unión de los reinos de España y Portugal en la persona de Felipe II, la ciudad de Ceuta y la isla del Perejil pasaron en 1581 a la corona española, permaneciendo en ese mismo estatus al separarse España y Portugal, gracias al tratado firmado el 13 de marzo de 1663 – ratificado cinco años después - por el que el monarca español devolvía al lusitano todas las posesiones portuguesas menos la plaza fuerte de Ceuta – tras la celebración en la ciudad de un referéndum y la isla del Perejil, : desde entonces, la Muy Noble, Leal y Fidelísima.
A lo largo de su historia, en 1580, 1610, 1746 y 1762, los ingenieros militares españoles realizaron diferentes estudios para artillarla y controlar el Estrecho, pero siempre se abandonó el proyecto por oneroso. En 1808, y tras la invasión napoleónica, tropas españolas guarnecieron la isla hasta 1813, siguiendo los consejos de los ingleses, que a su vez trataron de ocuparla sin éxito en 1848. Por la firma de la paz de Wad Ras, el sultán de Marruecos cedía a Su Majestad la Reina de las Españas, "a perpetuidad y en pleno dominio y soberanía, todo el territorio comprendido desde el mar, siguiendo las alturas de la sierra Bullones, hasta el barranco de Anyera" – el “Arroyo de las Bombas” -. En 1887, el Gobierno español mandó construir un faro, izándose la bandera española de forma permanente. El 1 de abril de 1889, el sultán de Marruecos quiso colocar una garita de vigilancia en la isla, pero ante las protestas del gobierno español hubo de abandonar esa idea. Con el final del protectorado español de Marruecos en 1956, no se hizo ninguna referencia a la isla, que mantuvo una pequeña guarnición, compuesta por un cabo y cuatro soldados de la Compañía de Mar de Ceuta, hasta comienzos de los años 60, en que se retiró el último soldado. La última mención oficial de la isla vino en la presentación, ante el Congreso de los Diputados el 26 de febrero de 1986, del Estatuto de la Ciudad de Ceuta, que en su artículo 2.' del título preliminar decía así: "... el territorio de la ciudad de Ceuta es, junto con el Peñón de Vélez de la Gomera y la isla del Perejil, el comprendido en la delimitación actual de su territorio municipal".
Contralmirante JOSE Mª TREVIÑO RUIZ. RGM, Octubre de 2002.

16 julio, 2007

OPERACIÓN ROMEO SIERRA I.-


CONDUCCIÓN OPERATIVA DE LA CRISIS DE PEREJIL.-
Como es sabido, el 11 de julio de 2002, fuerzas de la gendarmería marroquí ocuparon el islote Perejil, de soberanía española, situado en las cercanías de Ceuta. Posteriormente fueron relevadas por fuerzas del Ejército marroquí.
El Gobierno español pidió explicaciones al Gobierno marroquí sin obtener respuesta alguna. La Unión Europea solicitó la retirada marroquí y la OTAN instó a Rabat a dar fin a la ocupación, considerándola como un acto inamistoso.
España consideró inadmisible este acto de fuerza, que ponía fin a la situación de hecho establecida y mantenida desde los años 60, como situación de statu quo, por la cual ambos países se abstenían de establecer cualquier asentamiento permanente en el islote, así como a desplegar cualquier símbolo de soberanía.
Ante esta situación el Gobierno español podía llevar a cabo las tres líneas de acción siguientes:
Línea de acción A: reconquistar el islote mediante una acción inmediata en fuerza.
Línea de acción B: iniciar una conducción operativa de crisis.
Línea de acción C: admitir la ocupación iniciando únicamente protestas por vía diplomática.
No cabe duda que la línea de acción A era la que más satisfacía al orgullo y al honor nacional y la que hubiera reportado mayor prestigio ante el mundo y, sobre todo, ante nuestros aliados, con excepción de "honrosas excepciones" que respondían a fines bastardos cínicamente aireados.
La línea de acción B suponía una actitud más conservadora y prudente.
La línea de acción C era la menos peligrosa, pero también la menos digna.
El Gobierno español decidió emprender la línea de acción B, que consistía en iniciar una protesta formal diplomática y, en caso de no recibir una respuesta que incluyese la finalización de la ocupación, proceder a la reconquista del islote.
Esta decisión implicaba el llevar a cabo acciones propias de una crisis de nivel medio, que podría desembocar en una situación de crisis de nivel alto en la que se emplean las armas.
A efectos ilustrativos expondremos el desarrollo conceptual de la conducción operativa de las crisis con aplicación al caso que nos ocupa. En general, la conducción operativa de las crisis consiste en una serie de acciones políticas, diplomáticas, económicas y militares que se desarrollan en tres fases: el desafío, la reacción y el acuerdo.
El desafío es la acción seguida para conseguir un objetivo. Su característica fundamental es la sorpresa. Así pues la ocupación de Perejil ha sido un auténtico desafío con el objeto de realzar las reivindicaciones marroquíes sobre nuestros territorios del norte de África,
La reacción es la conducción de la crisis propiamente dicha, doctrinalmente se conoce como la maniobra, v en ella se pretende:
- Evitar una escalada peligrosa.
- Mantener la libertad de acción.
- Permitir al oponente una salida honrosa.
- Posibilidad de llegar a un acuerdo.
El acuerdo es el final de una buena maniobra, que tratará de ser una solución de compromiso capaz de satisfacer a ambas partes. La maniobra ha fracasado cuando, tras una escalada peligrosa, se llega al conflicto armado.
El Gobierno inició la maniobra activando el Gabinete de Crisis, creado por un Decreto de la Presidencia del Gobierno del año 1986. Está constituido por el presidente del Gobierno, como presidente, y el vicepresidente del Gobierno, como vicepresidente, y como vocales permanentes los ministros de Asuntos Exteriores, Defensa, Interior, Economía y Hacienda. El director del Gabinete del Presidente del Gobierno actúa como secretario. Al propio tiempo el decreto establece que coyunturalmente también pueden incorporarse al gabinete aquellas personas que por las características de la crisis puedan tener una relación directa. Llama poderosamente la atención que el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), máximo mando militar del Estado, si exceptuamos a S. M. el Rey, no sea miembro permanente (perdón por el inciso).
Esta acción fue secundada por la protesta oficial presentada por nuestro embajador en Rabat y la comunicación a nuestros aliados de la OTAN y de la UE, así como a la ONU, seguida por la conversación telefónica entre ambos ministros de Asuntos Exteriores. Con todo ello, el Gobierno cumplió con el primer requisito de "evitar una escalada peligrosa".
Ante la negativa del Gobierno marroquí se procedió a ocupar el islote desalojando a la fuerza marroquí, conservando, por tanto, el segundo principio doctrinal de "libertad de acción".
Esta operación fue concebida, planeada y ejecutada con brillantez bajo el mando operativo del JEMAD, que promulgó las preceptivas reglas de enfrentamiento (ROEs=Rules of Engagement), según la doctrina vigente. Participaron fuerzas de los tres ejércitos bajo el mando táctico de sus jefes directos constituyendo una acción conjunta bajo el control operativo del comandante del Grupo de Unidades de Proyección de la Flota a bordo del buque de mando Castilla.
Seguidamente España retiró la fuerza de ocupación, con lo que cumplió el requisito de permitir al oponente "una salida honrosa".
Tanto España como Marruecos decidieron mantener la situación de statu quo, lo que de hecho ha supuesto implícitamente llegar al "acuerdo", cuarto y último requisito de la maniobra, previa intención de reunirse próximamente los ministros de Asuntos Exteriores.
Como conclusión final puede decirse que el Gobierno ha realizado una correcta conducción operativa de la crisis conforme a la doctrina oficial, y que en este caso concreto está referida únicamente a la situación creada por la ocupación del islote del Perejil y, por tanto, es independiente de las crisis que surgirán en un futuro inmediato ante las constantes reivindicaciones marroquíes, en las que España tendrá que emprender acciones de retorsión de índole económica, política y militar que le permitan conservar la libertad de acción.

Vicealmirante JULIO ALBERT FERRERO. RGM, Noviembre de 2002.

16.07.2002. VISPERAS EN PEREJIL.-

CIEN MILITARES LOS APOYAN DESDE LA COSTA. RABAT SUSTITUYE A LOS 12 GENDARMES QUE OCUPABAN PEREJIL POR 13 INFANTES DE MARINA.
A pesar de que Rabat ha asegurado que
dialogará con España sobre la ocupación de la isla Perejil, sus actos no lo confirman. Rabat ha sustituido a los 12 gendarmes de la isla por 13 infantes de Marina. Además, Marruecos ha apostado a un centenar de militares en la costa cercana al islote. Según RNE, los 12 gendarmes que llegaron el jueves pasado a Perejil y que izaron dos banderas marroquíes han abandonado la isla para dejar paso a otros 13 infantes de Marina, con mayor graduación. Por otro lado, la cadena Ser asegura que los 100 soldados que refuerzan desde el continente la toma de Perejil están escondidos. Marruecos también ha reforzado el asentamiento sustituyendo la tienda de campaña que se instaló el pasado jueves por una estructura más sólida: mide unos 6 ó 7 metros de largo por unos tres de ancho, está cubierta con una especie de lona kaki y, al parecer, tiene un tejado rígido a dos aguas, sujeto por dos mástiles, más sólidos que los de la tienda anterior, según pudo ver un reportero gráfico de la agencia Efe. Una lancha zodiac lleva la comida y el agua desde la fragata marroquí que patrulla la zona o desde la aldea de Tsaura. Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores español prepara una respuesta verbal a la nota enviada ayer por Marruecos y que refrendará lo expresado ayer por el ministro de la Presidencia y Portavoz del Ejecutivo español. Mariano Rajoy advirtió que es "inadmisible" que Rabat quiera imponer sus tesis por la vía de los hechos.
El ministro de Defensa, Federico Trillo, ha anunciado que España va a reforzar "la presencia y seguridad" en las ciudades de Ceuta y Melilla, así como "en las islas españolas en ese mar". El secretario de Estado para el Comercio y Turismo, Juan Costa, ha pedido en Melilla que Marruecos devuelva "de inmediato" la isla Perejil a España para que ni el Gobierno español ni la Unión Europea adopten medidas de presión de "tipo económico y comercial". El 11% de las exportaciones marroquíes se suministran a nuestro país.

15 julio, 2007

PEREJIL: VISION ANTROPOCENTRICA.-













ALGO DE HISTORIA.
Ceuta — en otra época “Ivlia Traiecta” — se llama así por ser la “Septa” romana, la otra ciudad del Imperio rodeada, como la capital, por siete colinas. Cuando los marroquíes quieren “traducir” la llaman “Sebta”: que originales. Y en Ceuta, España también limita al sur: en este caso con un Arroyo de nombre guerrero y un Tarajal por playa, batido por la mar de Levante, envuelto en espesa calima, en otras ocasiones.
Como un farallón desgajado de la costa, la silueta de Perejil, casi se oculta a los ojos de quienes cruzan el Estrecho de Gibraltar, confundida con la cercana costa de la kabila de Anyera y el escarpado de Sierra Bullones. Para encontrarla navegando, zarpando desde el puerto de Ceuta tras sobrepasar la ensenada de Benzú y Punta Leona — los “pies” del yebel Musa — ya puede ser divisada la isla. La travesía en la actualidad, a bordo de una patrullera de la Armada, no duraría más allá de 20 minutos. Dista de la costa anyerina unos trescientos metros y tiene una extensión de 70.000 metros cuadrados. Su forma es triangular irregular, pero si fuese un círculo perfecto, su diámetro sería de casi 300 metros. La superficie es casi llana y se eleva sobre la mar hasta 74 metros.
LA ISLA DESPRECIADA, SOLO, POR LOS IGNORANTES.
La isla de Perejil cobija el mito de Ulises, ya que la mitología cuenta que en un islote de esas características vivieron siete años, el héroe y la ninfa Calipso.
La Odisea narra en sus páginas que después de ese tiempo, Zeus envió al islote a Hermes para que la ninfa liberase a Ulises y pudiera emprender el regreso a los brazos de su esposa Penélope.
Una vez que recibió la orden del dios de los dioses, Calipso permitió que Ulises construyera una balsa con troncos y sogas y se adentró en el mar, de regreso a casa.
Ulises es, según Lázaro Carreter – un día que estaba bromista - «el primer emigrante en patera del que hay noticia».
Su contorno es de acantilados en general, si bien existen algunas pequeñas calitas accesibles las dos mayores incluso a pequeñas embarcaciones. El resto solo lo es desde botes o embarcaciones neumáticas de no más de unos cinco metros de eslora. Parece que, ahora, es pasto de las cabras de una “vecina” de Anyera. Seguramente, “entonces”, era una morilla juguetona que, desde la costa nos observaba con nuestros trebejos de pesca submarina. Hasta es posible que hayamos dialogado en alguna ocasión. Ahora, con el paso de los años, es esta de la foto, con “nuestra isla” – hoy me siento generoso — al fondo. Rajma y algunos de sus familiares, que se han hecho famosos.
La isla recibió “ese” nombre, en honor de D. Pero Gil, portugués, al servicio de su rey, D. Juan. Y es - desde 1415 - “un barrio” de Ceuta tras la conquista de ambas por la corona portuguesa, cuando no existía el Reino de Marruecos. Antes - romana - había formado parte de la Mauritania Tingitana y, hasta Tarik y Muza - año 711 - había sido visigoda. Si en alguna ocasión anterior, la ocuparon bereberes, estos no eran, todavía, musulmanes.
En el entorno del grupo “Prisa” - como se puede comprobar en otros medios, también - se hizo hincapié en su nombre bereber, “Laila”, adjudicándoselo en relación con una presunta princesa marroquí. Ni idea: se trata de una deformación del lenguaje, <> - <> - <>. Y aunque el historiador tetuaní Benazuz Hakim, se ha referido a ella recientemente como “Taura”, su verdadero nombre bereber es el de “Guezira Taura”.
Conclusión: dicen que “mi” Isla, es suya, pero no conocen ni su nombre. Por lo que, al sátrapa de Rabat le digo que vaya hasta el Parque de María Luisa y, cuando encuentre una coquina, vuelva a por la Isla.
Continuó siendo portuguesa hasta 1581. Es entonces cuando, con Felipe II, pasa a ser española al unirse las dos Coronas en sus manos. En 1640, se produce la separación de ambas y Ceuta — la “Muy Noble, Leal y Fidelísima”, desde entonces — opta por permanecer con España, mediante referéndum.
Ya con Felipe IV y por el Tratado hispano — portugués de 13.03.1663, se consagra en su españolidad — de Ceuta y de la Isla — siendo ratificado el ya citado, por el posterior de 1668. Gran Bretaña la “pretendió”, pero esta vez, se quedó con las ganas.
Al morir Alfonso XII — un buen momento para “aprovechar” — Inglaterra y el bacha de Tánger consiguen que se suspenda la construcción de un faro en la Isla.
El “hermano” Moret, a la sazón Ministro de Estado del gabinete Narváez, tan antipatriota como siempre, declara en las Cortes, que la Isla pertenece al Sultán, quien llega a ocuparla brevemente, en tanto que el masón se ve obligado a rectificar, si bien permitió a los ingleses sacar piedra de ella, para construir el puerto gibraltareño. Cosas veredes… En 1912, en una de las Conferencias de Algeciras, donde se definieron las zonas de Protectorado hispano - francés en Marruecos, para nada se cita ni a Ceuta ni a Perejil, ya que se consideraban de soberanía española. Tampoco en el Tratado hispano - marroquí que reguló, mediante Acta, la independencia de Marruecos en 1956, por la misma razón.
CONSIDERACIONES PERSONALES.
Aunque madrileño, pasé mi infancia en Ceuta. Mi abuelo paterno, había sido el creador y primer director de su Puerto y mi padre tenía allí su puesto de trabajo. Por la afición familiar a la mar y a la pesca submarina, navegué muchas veces hasta la Isla del Perejil. Y lo hice de las siguientes maneras entre 1947 y 1957:
A vela desde Ceuta.- A bordo de un snipe, en verano y con viento de poniente.
A motor:
- Indistintamente a bordo de dos remolcadores, el “Abyla” o el “Don Enrique” desde Ceuta.
- A bordo de un falucho de la factoría ballenera de Benzú, desde la ensenada del mismo nombre, situada a los pies del yebel Musa, que observado desde el monte Hacho representa a Atlas condenado por los dioses a soportar, para toda la eternidad, el peso de los cielos.
- De manera original, “enchufado” por mi padre.- A bordo del submarino de la Armada española “G - 7”, rebautizado con el nombre de “S - 01” de la clase U - boote tipo VII, de fabricación alemana y que, previamente, había entrado en servicio en la Kriegsmerine en 1941 como U - 573. Había sido averiado cerca del Cabo de Palos por un avión británico – un Hudson – y, a duras penas llegó de arribada forzosa hasta Cartagena.
En la Armada española nos fue útil desde 1942, en que nos fue transferido, hasta su baja en 1970. Tenía once años, esas experiencias no se olvidan y le seguí la pista al buque.
Era un paraíso, también submarino. Se podía ver, como cientos de peces voladores, daban grandes y largos saltos fuera del agua, huyendo de la persecución de glotones delfines quienes, en ocasiones, los alcanzaban incluso en el aire.
La profundidad máxima en sus alrededores no sobrepasaba los veinte metros, si bien existían amplias y numerosas cuevas submarinas rocosas entre los ocho y los diez metros de profundidad, que albergaban enormes meros, corvinas, rascacios, congrios y morenas, entre otras especies de peces sedentarios o se acercaban hermosas lubinas, doradas o samas entre aquellos con mas tendencia a la vida pelágica.
Tampoco era extraño encontrar grandes crustáceos como langostas, bogavantes o centollos. El fondo arenoso era el reino de lenguados o rodaballos y preciosas estrellas de mar. Entre los numerosos “bosquecillos” de algas feofíceas o de laminarias, dominaban los multicolores lábridos: julias, doncellas, bodiones, etc. Algunos meros, chernas y corvinas, tenían “trapío” de sobra para lidiarse en la Semana Grande de Bilbao, con aplausos desde su "salida" por su "presentación".
Cuando la visité por última vez, se podían observar, aún, las ruinas de una torre almenara probablemente de construcción portuguesa. Algunos se atreven a situar en su cueva, el encuentro de Ulises con la ninfa Calipso. Yo, por si acaso la busqué — lo mismo hubiese hecho mi tío D. Antonio Pimentel y, no digamos nada de tío Pedro — pero tengo que reconocer que fracasé en el intento, una pena.
ESPAÑA-PEREJIL Y LA ISLA DE CALIPSO.
Un escrito de Unamuno encontrado en Salamanca el pasado 25 de julio hace alusión al islote Perejil, motivo de conflicto entre España y Marruecos.
Técnicos de la
Casa Museo de Unamuno lo han encontrado, según informó la Universidad de Salamanca, durante la investigación para el montaje de una exposición sobre Azorín. El artículo de Unamuno fechado el 27 de junio de 1902 se titula "España-Perejil y la isla de Calipso".
El escrito hace referencia un artículo publicado en la revista francesa Revue del Deux Mondes por Victor Bérnard, quien afirmaba que Perejil se denominó originalmente Hispania y que fue esta isla la que dio nombre a toda la península Ibérica. «No quiere decirse que España haya de llamarse Perejil», aclara en el artículo Unamuno, «sino que el nombre de Hispania ó Spania fue aplicado en un principio a ese islote y de él se corrió a la península toda». El documento forma parte del archivo del museo, que depende de la Universidad de Salamanca. Sobre la idea de Bérnard de que Perejil es la isla de Calipso, que Homero describe en La Odisea y que durante muchos especialistas actuales confirman, el autor español la califica de «sorprendente», «adquiriendo así este indecente islote una importancia en que ni aun soñaba». El artículo del que fuera rector de la Universidad de Salamanca se limita a analizar etimológicamente el nombre del islote, aunque en el último párrafo lo define como «nuestra isla del Escondrijo» y en otro explica que Perejil es «un humildísimo y casi olvidado islote del Estrecho, frente al ominoso y agorero Gibraltar», y lo describe así: «Es de figura triangular, de piedra, con algunos arbustos, de una milla de bojeo y de 74 metros de altura. Es tan modesto y apocado el islote que es difícil hallarlo». Sobre la pertenencia a España del islote, Miguel de Unamuno afirma que el territorio «depende Ceuta».
Este escrito fue publicado por primera vez en el periódico "Alrededor del Mundo", de Madrid, y recobra actualidad tras la crisis por la ocupación marroquí del islote. En el citado artículo, Unamuno realiza un análisis etimológico de la denominación de la isla y, valiéndose del testimonio de diversos investigadores, concluye que el islote corresponde a la isla de Calipso, que aparece en la Odisea y donde, según esa narración mitológica, estuvo retenido Ulises. Asimismo, el escritor ironiza sobre la hipótesis de que el islote se llamó inicialmente "I-spania", nombre que después daría lugar a España.
Hacia la cara de levante, el fondo toma mayor profundidad y se confunde con rocas de buen tamaño que conforman el contorno de la Isla. Nos encontramos con una cueva que se encuentra en superficie próxima a la zona de levante y con capacidad para varios buceadores dependiendo de la altura de la marea. En el interior de la cueva hay infinidad de pequeños animales marinos que viven a refugio de la misma. Suele frecuentar la cueva una colonia inmensa de camarones que se suelen fijar a las paredes de la misma en su zona mas profunda. Ya en la zona de levante, se puede acceder al promontorio rocoso terrestre debido a que la roca desciende progresivamente hasta el mar menos agresivamente que en otros puntos. En la zona norte y próxima a levante, el fondo toma un veril elevado perdiéndose en la profundidad mezclándose las rocas con los bancos de arena blanca. El contraste de la profundidad mezclado con la arena pálida y las rocas tapizadas de vegetación oscura dan un aspecto inmejorable al paisaje submarino. Por la cara norte propiamente dicha, el fondo cae en talud hacia el Estrecho de Gibraltar llegando rápidamente a los 100, 200, 300 m., etc. Por la cara de poniente, tiene muy próxima a ella una pequeña roca que tiene un arco a unos metros de profundidad y es una zona muy buena para fotografías submarinas por los bonitos contraluces que es posible tomar. En esta zona el fondo es menos pronunciado y se alcanza a unos 20 m de cota.
INMERSIONES.
Aunque la Isla es muy poco conocida por los buceadores de la localidad, no podemos facilitar la situación concreta de los puntos de inmersión para evitar que en un futuro se expolien sus fondos por buceadores desaprensivos. Por tanto describiremos los puntos de buceo sin dar referencias de la situación concreta.
PASEO TURISTICO.
Una inmersión muy interesante y que no entraña ningún tipo de riesgo, consiste en dar una vuelta a toda la isla sin pasar de una cota de 10 - 15 m. La duración de la inmersión, dependerá de la corriente que nos encontremos ese día, de la cota que alcancemos y naturalmente del consumo de aire que vayamos a demandar. Aproximadamente y para un buceador experimentado, ese paseo puede durar entre la hora y media y las dos horas. Naturalmente puede hacerse en menos tiempo, según las condiciones descritas anteriormente. Lo ideal es hacerlo valiéndose de un scooter eléctrico, de este modo no nos perderemos detalle y ahorraremos aire y esfuerzo. En nuestra inmersión nos encontraremos gran cantidad de pequeños y medianos crustáceos, peces de todo tipo de distinto tamaño y algunos serránidos de buena envergadura que huyen de sus roqueos de caza hacia el fondo azul al vernos acercarnos. Los encuentros con pulpos pueden ser frecuentes e incluso las langostas se dejan ver.
En días de buena visibilidad y si nos adentramos un poco hacia el Estrecho, podemos ver buenos ejemplares de atunes, bonitos, y otros túnidos. Las laminarias, cuando es la temporada, son de gran tamaño y tapizan toda la roca por distintas zonas.
Por la cara sur, en los fondos de arena, hay grandes bancos de salmonetes de muy buen tamaño que escarban el fondo con sus barbas. Es fácil ver pastinacas que descansan sobre la arena, rayas e incluso angelotes. El pez de San Pedro, también se deja ver en zona de roca y arena.
Los encuentros con morenas son frecuentes y suelen escabullirse entre las laminarias. Son de un amarillo elevado que predomina en su fisonomía.
EN BUSCA DE CORAL.
Esta es una inmersión muy interesante, ya que la Isla ha sido desde siempre una zona donde el coral rojo (corarium rubrum) ha proliferado muchísimo y debido a que las inmersiones en esta zona han estado siempre muy limitadas, este se ha podido desarrollar con facilidad. Nos encontramos con una extensa pared totalmente vertical tapizada intensamente de pólipos de coral. La primera impresión es desconcertante, ya que al ver una inmensa mancha blanca, pensamos que se trata de algún tipo de esponja, pero al acercarnos a la pared, vemos con sorpresa que se trata de puntas de coral rojo. Mas hacia el fondo y pasando los 30 m. de profundidad, el coral toma un tamaño mayor siendo los tallos del grosor de un dedo.
RESTOS ARQUEOLOGICOS.
Si nos decidimos a realizar una inmersión en busca de restos de naufragios de la época romana o árabe, seguro que la Isla del Perejil es la zona más idónea, ya que en sus aguas es muy fácil encontrar restos de cerámica de otras épocas. Por las zonas arenosas basta con mirar con un poco de atención navegando a unos pocos metros del fondo para encontrarnos con cualquier cascote sin importancia. Hay una zona muy concreta en los fondos del Perejil donde podemos encontrar restos de varios naufragios y que guardan en su interior mucha cerámica en muy buenas condiciones. En alguna ocasión se han expoliado estos fondos por parte de buceadores sin escrúpulos de nuestra localidad y que se hacen llamar defensores de los fondos marinos, sin embargo han preferido guardar estos tesoros en sus domicilios a dejarlos reposar en el fondo donde descansan.
Existe la leyenda de que hay algún submarino de la 2ª Guerra Mundial entre los naufragios del Perejil, pero no se ha podido localizar. El mas cercano, está cerca de Málaga, al este y se trata de un buque rojo.
GRANDES PECES.
En la cara norte de la Isla es fácil encontrarse con grandes meros y abadejos de gran tamaño que no se dejan acercar lo mas mínimo, ya que esta zona ha estado castigada por pescadores submarinos que frecuentemente vienen desde Marruecos. No es raro el encuentro con tortugas bobas que se despistan y se aproximan a la roca. En nuestros paseos submarinos es frecuente oír el silbido de las ballenas piloto que frecuentan el paso del Estrecho. Ballenas, calderones, negros, orcas, etc. suelen tener el Estrecho de Gibraltar como paso obligado en su peregrinación por los mares.
EXCURSION TERRESTRE.
Debido a los conflictos que se pueden producir y a la vigilancia por parte de la Mejaznía marroquí desde los montes próximos a la Isla, es muy difícil hacer una excursión terrestre, sin embargo en numerosas ocasiones hemos imaginado como serian esos paseos. Subiríamos a la Isla por la parte más accesible y escalaríamos sin problema hasta la zona más alta, donde solo encontraremos roca pura y dura y algunas cabras que pertenecen a unas familias que viven en la playa frente a la Isla.
Hay que decir, que de matas de perejil, nada de nada, a no ser que antiguamente cuando una ardilla podía recorrer toda España sin bajarse de los árboles, existiese esta rama en su superficie. Sin embargo la excursión más interesante es llegar a tierra firme junto a la restinga de arena que hay a los pies de la Mujer Muerta, donde viven algunas familias humildes y que sorprendentemente hablan un castellano de siglos pasados con giros difíciles de entender, posiblemente por degeneración de la propia lengua al transmitirse verbalmente de padres a hijos.
Desde la playa hay una vereda que nos lleva hacia Punta Leona desde donde podemos apreciar un paisaje fabuloso alejándose cada vez mas de la Isla del Perejil y pudiendo observar su fisonomía y la de la bahía perfectamente.
REGRESO A PUERTO.
Al atardecer y después de haber efectuado varias inmersiones en distintas zonas de la Isla, y haber tomado el sol en la cubierta de nuestra embarcación mientras nos tomábamos unos bocadillos acompañados de unos buenos tacos de bonito seco con unas cervezas casi heladas y de haber intercambiado entre nosotros cuantas peripecias hemos vivido en estos fondos, volvemos a puerto remontando Punta Leona donde observamos la fuerte corriente que se ha formado con grandes remolinos que hacen zarandearse a la embarcación de mas de dos toneladas de peso como si fuese un cascaron de nuez. Al pasar por la bahía de Benzú vemos algunas embarcaciones fondeadas pescando al chambel o con cañas. A la altura de las Tres Piedras y ya metidos en alta mar, vemos un gran banco de delfines dando cuenta de algún banco de lachas o sardinas. Nos acercamos a ellos y al frenesí por las capturas se unen grandes bandadas de gaviotas argénteas que se pelean por el botín llegando incluso a arrebatárselo a los delfines. Muy cerca de la bocana del puerto de Ceuta volvemos la vista atrás y vemos una espléndida imagen de la silueta de la Mujer Muerta con el atardecer rojo al fondo y el sol poniéndose junto a la Isla de las Palomas, en Tarifa. Varios buques porta contenedores y petroleros, dejan ver su silueta al fondo del canal mientras se deslizan a más de 30 nudos por sus aguas portando miles de toneladas en sus cubiertas o en sus bodegas. Para nosotros ha finalizado un fantástico día lleno de aventuras. Desde San Antonio, alguien contempla su vuelta a casa.
Agradezco al amigo Torroba, las fotografías submarinas.