22 agosto, 2007

GIBRALTAR: ESPINA ETERNA.-







Dedicado a los incultos de Verdemar, Ecologistas en Acción, que suponen que Gibraltar tiene aguas jurisdiccionales propias. Ver:
GIBRALTAR. LA UNANIMIDAD ROTA.
El Gobierno de Rodríguez Zapatero ha dado una nueva lección de lo que no debe hacerse en política exterior. Por la vía de las concesiones unilaterales, ha entregado la posición española en la reivindicación de Gibraltar, humillando así al conjunto del pueblo español. Un elemento permanente en la política internacional de España de los últimos tres siglos queda así comprometido y nuestro país ha menguado un poco más. Otra muestra de una estrategia gubernamental que ya se ha convertido en habitual: la rendición preventiva.
LOS ORÍGENES DEL CONTENCIOSO.
En 1704, España se hallaba desgarrada por una terrible guerra civil. El final de la dinastía de los Austrias en la figura de Carlos II el Hechizado había abierto un proceso sucesorio que, en puro derecho, tenía que haber comenzado y concluido con el entronizamiento de Felipe de Borbón como rey de España. Sin embargo, el temor a una alianza franco-española provocó de manera inmediata una reacción internacional y la aparición de un candidato alternativo en la persona del archiduque Carlos de Austria. Apoyaban a éste Holanda, el imperio y, muy especialmente, Inglaterra, que bajo ningún concepto deseaba la existencia de una potencia fuerte en el continente. El 4 de agosto del citado año, la ciudad, castillo y fortaleza de Gibraltar fueron objeto de un ataque llevado a cabo por una fuerza combinada anglo-holandesa. Gibraltar, como la casi totalidad de España, había ya prestado obediencia a Felipe V de Borbón y, de manera lógica, decidió resistir al ataque de unas tropas que representaban los intereses del archiduque Carlos. La resistencia estaba condenada al fracaso dada la superioridad del enemigo y, finalmente, vecinos y guarnición terminaron por rendirse.
A la sazón, el territorio de Gibraltar comprendía la comarca costera de la bahía de Algeciras y con su ciudad de más de cinco mil habitantes era la capital de una zona extensa superior a alguna provincia española. La acción, en teoría, no debía haber tenido mayor trascendencia en la medida en que, como ya queda dicho, ingleses y holandeses eran aliados de un aspirante al trono español y sólo tomaban posiciones en territorio de la nación española. Lamentablemente, el almirante inglés Rooke decidió pasar por alto reglas tan elementales y mediante un acto que sólo puede ser calificado como piratería tomó posesión de la plaza no en nombre del archiduque Carlos sino de la reina inglesa Ana.
El General Landgrave, Comandante en Jefe de las fuerzas invasoras terrestres, iza el estandarte del Archiduque y proclama la plaza para el que él llamaba Carlos III y por tres veces un heraldo, grita: “Gibraltar por el Rey Carlos III de España”... (que, por cierto, nunca fue Rey de España ). El artículo 5º del Acta de Capitulación, así lo afirma.
Presenciaban la escena Jefes holandeses e ingleses y, taciturno, el almirante Rooke. El cual llama al capitán Hicks, quien — cumpliendo órdenes de aquel — y seguido de seis marineros armados precedidos de pífano y tambor, procede a izar el pabellón de la Gran Bretaña. A continuación y por tres veces, Rooke gritó: “Gibraltar por la Reina Ana de Inglaterra”. Ni que decir tiene que la Reina le dio, a su vuelta, un recibimiento “para nota”.
La edición de 1879 de la Encyclopedia Britannica, volumen 10, página 586, no se recataba de señalar lo taimado de semejante acción atribuyendo el acto llevado a cabo por Rooke a su propia responsabilidad (his own responsibility) y añadía que, desde luego, había ido en contra del honor de Inglaterra el que hubiera sancionado y ratificado una ocupación desprovista de principios como aquélla. El comportamiento de Rooke, por seguir el texto de la Britannica, había sido el de un patriotismo carente de escrúpulos (unscrupulous patriotism) y por ello no resultaba extraño que los españoles hubieran sentido profundamente la injusticia perpetrada contra ellos.
“Gibraltar formaba parte del territorio hispánico desde la época de la colonización romana, nunca había dejado de estar sometido a entidades políticas españolas. En términos cronológicos, distintas instituciones políticas hispánicas dominarían la plaza por un período de tiempo hasta ocho veces superior al de la existencia de la colonia británica”
Desgraciadamente, aquel episodio sólo iba a ser el inicio de una larga cadena de abusos ingleses. Desde luego, no resulta extraño que Felipe V intentara reconquistar la plaza, ya en septiembre de 1704, y que se irritara profundamente cuando le recordaran la villanía inglesa. Con el paso del tiempo, el monarca caería en un lamentable desarreglo mental pero en lo que se refiere al tema de Gibraltar hay que insistir en que estaba cargado de razón. A fin de cuentas, Gibraltar formaba parte del territorio hispánico desde la época de la colonización romana, nunca había dejado de estar sometido a entidades políticas españolas – cristianas o islámicas – e incluso míticamente se asociaba con la fundación de España por el mismo Hércules. En términos cronológicos, distintas instituciones políticas hispánicas dominarían la plaza por un período de tiempo hasta ocho veces superior al de la existencia de la colonia británica. De hecho, cuando el Tratado de Utrecht puso fin a la guerra de Sucesión y en su artículo décimo se recogió la ocupación de Gibraltar por Inglaterra, España se guardó muy mucho de aceptar la legitimidad de aquel acto. La cesión quedó por añadidura condicionada a la supresión del comercio entre la plaza y el territorio vecino, a la prohibición de residencia en Gibraltar de determinadas personas para garantizar la seguridad española y al respeto por parte de Inglaterra del culto católico en la plaza. Finalmente, el texto incluía una cláusula resolutiva de la crisis en la que se afirmaba que si en algún tiempo Gran Bretaña decidía “dar, vender o enajenar” Gibraltar se daría “a la Corona de España la primera acción antes que a otros para redimirla”. A partir de ese momento, España intentaría vez tras vez recuperar un territorio propio y Gran Bretaña mantener la colonia.
LOS SITIOS DE GIBRALTAR, EN SU HISTORIA.
En total fueron quince, desde el siglo XIV para acá.
1309. Reina Fernando IV. Dirige la lucha contra los moros, Alfonso Pérez de Guzmán.
1315. Ataca Ben Nasir, en nombre del rey moro de Granada. El Infante Don Pedro, le zurra la badana.
1333.- Abdul Malik, la gana para los moros.
1342. Alfonso XI lo intenta, no lo consigue pero toma Algeciras, Al - Yesira, la Isla Verde. Algo es algo.
1342. Repite Alfonso XI, muriendo de peste durante el asedio. Coincide conb la visita de Ibn Battuta.
Del sexto, desconozco la fecha concreta. Fue a finales del Siglo XIV.
1436. El Conde de Niebla - 8.11.1369. Carlos II a D. José de la Vega y Valdés, Alcalde Mayor de Sevilla y Gobernador de las Islas de Tierra Firme - fallece durante el asedio.
1462. Reina, en Castilla, Enrique IV. Dirige, Don Rodrigo Ponce de León.
1501. Reinan ya los Reyes Católicos. Durante las disputas entre el Duque de Medina Sidonia - 17.02.1445. Juan II de Castilla, a D. Juan Alonso Pérez de Guzmán, III Conde de Niebla, Alcaide de Tarifa, Adelantado Mayor de la Frontera y Ricohombre de Castilla.
1506. El Duque insiste, pero fracasa y desiste.
1540. Los piratas turcos y berberiscos, a las órdenes de Caramaní, quien fracasa.
2 de Agosto de 1704. El almirante Rooke, nos la roba.
1705. Felipe V, intuyo que avergonzado, lo intenta inútilmente. Las tropas las mandaba el Marques de Villadarías, 20.03.1690. Grandeza en 1760. Carlos II a D. Antonio Arias del Castillo y Maldonado.
1727. El Emperador de Austria nos dejó solos y hubo que dejarlo.
1777. En el que utilizaron las “famosas” baterías flotantes, es Francia la que nos deja solos. Pero estuvimos tan a punto de ganar, que la Gran Bretaña, sintiéndose vencida, negoció la devolución de Menorca a cambio de romper el cerco. Reconozco - sin embargo - que, oficialmente, Menorca quedó española por el Tratado de Amiens en 1802, en el que, para nada se habla de Gibraltar.

Los abusos cometidos por esta potencia fueron, como ya hemos indicado, no escasos. Por ejemplo, en las negociaciones preliminares al Tratado de Madrid de 13 de junio de 1721 se planteó como condición previa la devolución de Gibraltar a España. El ministro inglés en Madrid, William Stanhope, y el secretario de Estado español, marqués de Grimaldi, se comprometieron así a que el tratado no sería ratificado mientras Jorge I de Inglaterra no comunicara la restitución de Gibraltar. El 1 de junio, Jorge I envió la carta en cuestión pero una vez que el 5 de julio del mismo año España ratificó el tratado, el monarca inglés faltó a su palabra.
“Las promesas británicas (de la devolución de Gibraltar) volvieron a repetirse en ocasiones en que Gran Bretaña se vio amenazada por un enemigo más poderoso que España pero siempre para quedar en nada. Inglaterra fue sumando a sus desafueros diplomáticos una larga lista de incumplimientos del Tratado de Utrecht desde el mismo siglo XVIII”
Las promesas británicas volvieron a repetirse en ocasiones en que Gran Bretaña se vio amenazada por un enemigo más poderoso que España pero siempre para quedar en nada. Por si fuera poco, Inglaterra fue sumando a sus desafueros diplomáticos una larga lista de incumplimientos del Tratado de Utrecht desde el mismo siglo XVIII cuya simple exposición sería material para una docena de artículos como el presente. Así, nada más firmarse el acuerdo, las tropas inglesas procedieron a ocupar militarmente la Torre del Diablo a Levante y el Molino a Poniente, no incluidos en el mismo. El 19 de agosto de 1723, William Stanhope sostenía con evidente descaro que Inglaterra tenía derecho a ampliar el terreno cedido por el tratado de Utrecht a “todo el terreno cubierto por la artillería de la Plaza”, aunque reconocía que tal extremo no estaba contemplado en el texto firmado por ambas naciones. En 1815, por ejemplo, una epidemia de fiebre amarilla diezmó a los ingleses de Gibraltar. España ofreció entonces generosa ayuda humanitaria a los británicos y éstos aprovecharon la situación para apoderarse de nuevos territorios españoles en la zona. En 1854, las autoridades británicas volverían a utilizar una ocasión similar – la generosa ayuda española prestada con ocasión de una epidemia – para repetir su proceso expansivo. En 1908, en claro antecedente del Muro de la vergüenza berlinés, el gobierno británico levantó incluso una verja de hierro que separaba físicamente a España de una colonia gibraltareña que no había dejado de crecer territorialmente en las últimas décadas.
“En 1815 una epidemia de fiebre amarilla diezmó a los ingleses de Gibraltar. España ofreció entonces generosa ayuda humanitaria a los británicos y éstos aprovecharon la situación para apoderarse de nuevos territorios españoles en la zona. En 1854, las autoridades británicas volverían a utilizar una ocasión similar para repetir su proceso expansivo”. Concretamente, todo el itsmo - en el que está el aeropuerto - señalado en el Tratado de Utrech, como zona neutral.
A esas alturas, los ingleses eran más que conscientes de que su colonia era incapaz de auto mantenerse – a diferencia de otras bajo pabellón británico – y reconocían que Gibraltar sobrevivía gracias a actividades ilegales como el contrabando. El 25 de agosto de 1841, por ejemplo, Lord Palmerston, en una bochornosa nota enviada a la legación española en Londres, afirmaba que los barcos de contrabandistas irían armados con cañones para defenderse de los guardacostas españoles. A nadie se le ocultaba – como no se le oculta hoy – que Gibraltar no era viable económicamente salvo mediante la conjunción de prácticas económicas delictivas y colonialismo británico. Tan sólo este tema daría material más que sobrado para una voluminosísima tesis doctoral.
Después de la II Guerra Mundial - ignoro si antes también - cualquier español que entrase desde Tánger, era considerado un turista. El mismo ciudadano, entrando por La Línea, había de abandonar - a toque de cañón - la Plaza antes de la puesta de sol: no podía alojarse en un hotel.
LAS CRÍTICAS BRITÁNICAS A LA COLONIA.
Por supuesto, no todos los británicos veían con agrado semejante suma de desafueros. En 1856, sir Robert Gardiner en su Informe sobre Gibraltar. Una fortaleza y una colonia se preguntaba: “¿Cuáles deben ser los sentimientos de todos los españoles con esta noble Roca a la vista siempre, ocupada por extranjeros?”. Seis años después, John Bright afirmaba que “el Peñón de Gibraltar fue tomado y retenido por Inglaterra cuando no estábamos en guerra con España y su apropiación fue contraria a todas las leyes de la moral y del honor”. No fueron los únicos.
“A nadie se le ocultaba – como no se le oculta hoy – que Gibraltar no era viable económicamente salvo mediante la conjunción de prácticas económicas delictivas y colonialismo británico”
Naturalmente, Gibraltar, que nunca ha sido algo distinto a una colonia, se vio afectada directamente por el proceso descolonizador. En 1950, el gobierno británico inició en Gibraltar un proceso de repoblación como consecuencia de la obligada despoblación, rumbo al Caribe, durante la II Guerra Mundial, a fin de “hacer hueco” para efectivos militares que, supuestamente, ayudaría a legitimar la supervivencia de la colonia. La acción – una burla absoluta del derecho internacional – fue contestada incluso en Gran Bretaña. En febrero de 1951, por ejemplo, William C. Atkinson indicaba cómo Inglaterra se había comportado en la situación de Gibraltar añadiendo “el insulto a la herida”. El 17 de septiembre de 1954, Halliday Sutherland señalaba que la toma de Gibraltar en 1704 “fue un acto de piratería” y en 1966, Arnold J. Toynbee indicaba la injusticia de la ocupación británica de Gibraltar preguntándose: “¿Le agradaría al pueblo británico ver una fortaleza rusa o china en Land´s End o en las islas del Canal?”.
LA RESOLUCIÓN DE LA ONU Y LA POSICIÓN ESPAÑOLA.
Sin embargo, lo más importante fue que la ONU reconoció públicamente que Gibraltar no era territorio británico sino una colonia. El Comité encargado por Resolución 1654 (XVI) de 27 de noviembre de 1961 del examen de cuestiones relacionadas con el proceso de descolonización – un comité que desde el 17 de diciembre de 1962 contaría con veinticuatro miembros – proclamó solemnemente en su resolución de 16 de octubre de 1964 que “las disposiciones de la Declaración sobre la concesión de independencia a los países y a los pueblos coloniales se aplican íntegramente al territorio de Gibraltar”.
“LA XX ASAMBLEA GENERAL DE LA ONU APROBABA UN PROYECTO DE RESOLUCIÓN SOBRE GIBRALTAR EN EL QUE VOLVÍA A INSISTIR EN EL CARÁCTER COLONIAL DE ESTE ENCLAVE”.
El 16 de diciembre del año siguiente el plenario de la XX Asamblea General de la ONU aprobaba un proyecto de resolución sobre Gibraltar en el que volvía a insistir en el carácter colonial de este enclave. La Resolución fue aprobada por 96 votos a favor y ninguno en contra.
Lo cierto es que semejante paso – de capital importancia histórica – venía a recoger lo que había sido un proceso sin titubeos. De hecho, y es obligado referirlo, a lo largo de la Historia de España, pocas causas han sido defendidas de manera más unánime por los españoles de todo signo que la de la soberanía española de Gibraltar. Por supuesto, como hemos indicado, esa causa la defendieron reyes como Felipe V o Carlos III y dictadores como Miguel Primo de Rivera o Franco. Pero también lo hicieron los cuatro presidentes de la I República: Figueras, Pi i Margall, Salmerón y Castelar.
Estanislao Figueras
afirmó “el objetivo de la nación debe ser en esta como en todas las cuestiones, buscar el engrandecimiento y la prosperidad, para que esta política nos lleve a Gibraltar”. Francisco Pi i Margall señaló “la patria está encogida porque está cercenada con la exclusión de Gibraltar”. Salmerón dijo: “Inglaterra extiende continuamente su dominio en el territorio de España” y Emilio Castelar proclamó: “Yo admiro mucho a la nación inglesa. Mas declaro que no puede ser nuestra aliada mientras posea Gibraltar”. La misma actitud mantuvieron los dos presidentes de la II República, Alcalá Zamora y Azaña. Alcalá Zamora señaló, por ejemplo, “Entre Inglaterra y España sólo se plantea e interpone un problema: el de Gibraltar. Han pasado más de dos siglos, podrían pasar muchos más y ese problema seguiría vivo” y Manuel Azaña escribía: “Toqué la cuestión del Estrecho haciendo ver la importancia de asegurar su dominio, en caso de guerra. Examiné la cuestión de Gibraltar y dije al Consejo mi propósito de preparar desde el Ministerio de la Guerra los planes necesarios para tener aquel dominio”. Ese punto de vista llegó a hacerse extensivo a dirigentes de la izquierda como la anarquista Federica Montseny o el socialista Luís Araquistain que manifestó: “Gibraltar es un anacronismo histórico que debe avergonzar a todos los europeos de Occidente y no sólo a los españoles y a los ingleses”. No hace falta decir que no pensaban cosa distinta los intelectuales más importantes. Joaquín Costa afirmaba: “Ese control inglés es vejatorio para España y no debe tolerarse...” o Salvador de Madariaga declaraba: “Nadie cree hoy en Inglaterra que sea posible negarle Gibraltar a España”. “En cuanto a los políticos, en este asunto, no creen ni una palabra de lo que dicen”.
Esa situación no experimentó cambios tampoco al producirse la instauración de un régimen democrático en la segunda mitad de los años setenta del siglo pasado. Tanto los gobiernos de la UCD como los del PSOE mantuvieron la insistencia en la soberanía española sobre Gibraltar, una posición nacional que se salvaguardó en la Declaración aneja al Tratado de adhesión a las Comunidades Europeas. Por otra parte, el Derecho Comunitario, de forma congruente con la situación colonial que sufre España en Gibraltar, establece en el art. 299 - 4 del TCEE que “las disposiciones del presente Tratado se aplicarán a los territorios europeos cuyas relaciones exteriores asuma un Estado miembro”. Es decir, que los gibraltareños, según el Derecho Comunitario, no cuentan con voz propia en política exterior, porque la asume el Reino Unido.
“De forma absolutamente injustificada, Rodríguez Zapatero ha renunciado a negociar la soberanía, ha admitido que los gibraltareños sean sujetos de derecho en las discusiones, ha consentido en que cuenten con un derecho de veto que no les corresponde legalmente y ha realizado una serie de concesiones sin contraprestación”
Por otro lado, la política exterior correspondiente a las dos legislaturas de gobierno del PP mantuvo esa misma línea ininterrumpida de tres siglos, logrando avances verdaderamente notables siendo ministro de Asuntos exteriores Joseph Piqué y cuando se abordó el tema de la soberanía. El acuerdo no se concluyó finalmente – Gran Bretaña pretendía que fuera definitiva la solución co-soberanista y además que se consultara a los habitantes de Gibraltar, mientras España rechazaba ambos extremos – pero significó un reconocimiento por parte británica de los derechos españoles.
LA IRRESPONSABLE POLÍTICA DE ZAPATERO.
Esos avances – insistimos en ello, respaldados por una unanimidad española de tres siglos – se han desplomado de manera incomprensible por la política exterior desarrollada por Rodríguez Zapatero y su ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Por un lado, los pasos dados por Rodríguez Zapatero han generado, de manera comprensible, una enorme sensación de inseguridad e incertidumbre en los aliados. España ha dejado de ser un aliado fiable para convertirse en una nación regida por un presidente no caracterizado precisamente por la responsabilidad y la madurez políticas. Por otro, de forma absolutamente injustificada, Rodríguez Zapatero ha renunciado a negociar la soberanía, ha admitido que los gibraltareños sean sujetos de derecho en las discusiones, ha consentido en que cuenten con un derecho de veto que no les corresponde legalmente y ha realizado una serie de concesiones sin contraprestación.
“La única salida justa y razonable para el contencioso de Gibraltar sigue siendo la restitución de la soberanía de la plaza a España. Se corregiría una injusticia histórica, desaparecería el último contencioso entre dos grandes naciones que, antaño enemigas, son ahora amigas y aliadas y se eliminaría del territorio europeo una lacra tan vergonzosa como la existencia de una colonia. Sin embargo, si hoy estamos más lejos que nunca de llegar a esa ansiada meta lo debemos a la incompetencia, desidia y falta de sentimiento nacional del gobierno que preside José Luís Rodríguez Zapatero”
Hasta hace apenas unos días, sólo dos razones impedían que Gibraltar siguiera el camino de otras colonias británicas, como Hong Kong, y fuera reintegrada a la soberanía que en derecho corresponde, es decir, a la española.
La primera era el prurito británico de continuar manteniendo un peso colonial en un mundo afortunadamente poscolonial.
La segunda – aún más inconfesable – era no entrar a fondo en la sentina de irregularidades legales que tiene como sede Gibraltar y que ha sido denunciada repetidamente desde las más diversas instancias.
Resulta obvio que ninguna de estas razones era de recibo en el marco no sólo de la Unión Europea sino del cumplimiento más elemental del derecho internacional. A ellas se ha sumado la actitud de un gobierno como el de Rodríguez Zapatero, empeñado en llevar una política contraria a todo lo seguido hasta la fecha aunque ello signifique lesionar gravemente los intereses españoles. Por primera vez en nuestra Historia, nuestro gobierno es mucho más culpable de la situación de cara a Gibraltar que las autoridades británicas.
A día de hoy, la única salida justa y razonable para el contencioso de Gibraltar sigue siendo la restitución de la soberanía de la plaza a España. De hecho, el momento en que se llegue a ese punto no sólo se habrá corregido una injusticia histórica sino que habrá desaparecido el último contencioso entre dos grandes naciones que, antaño enemigas, son ahora amigas y aliadas y, sobre todo, se habrá eliminado del territorio europeo una lacra tan vergonzosa y vergonzante como la existencia de una colonia. Sin embargo, si hoy estamos más lejos que nunca de llegar a esa ansiada meta lo debemos no a las acciones de la “pérfida Albión”, sino a la incompetencia, desidia y falta de sentimiento nacional del gobierno que preside José Luís Rodríguez Zapatero.
Siguiendo a Cesar Vidal - conferencia en FAES - y otros textos, incluso propios.
TRATADO DE AMIENS.
El día 27 de marzo del año 1802 se firmó el Tratado de Paz entre S. M. el Rey de España y de las Indias (representado por José Nicolás de Azara), la República Francesa, la República Bátava de una parte, y S. M. el Rey del Reino Unido de la Gran Bretaña y de Irlanda de la otra. En su artículo III dice "S. M. Británica restituye….., a S. M. Católica y a la República Bátava de todas las Posesiones y Colonias que les pertenecían respectivamente y han sido ocupadas o conquistadas por las fuerzas Británicas durante el curso de la guerra, a excepción de la Isla de Trinidad y de las posesiones holandesas en la Isla de Ceilán" La entrega de la Isla de Menorca al Reino de España se produjo el día 16 de junio de 1802. El año 2002 se conmemora el bicentenario de esta entrega.
GIBRALTAR HA DE SER ESPAÑOL.
La existencia de una colonia en pleno siglo XXI es un anacronismo vergonzoso, no solo para el Reino Unido, si no para el conjunto de la Unión Europea.
El istmo que une el Peñón con España, donde se sitúa actualmente el aeropuerto, es de soberanía española y fue progresivamente usurpado por los ingleses durante tres siglos de ocupación.
En Gibraltar existen unas 75.000 empresas registradas. Esto refuerza la idea de que la principal fuente de ingresos del Peñón deriva de su estatus de "paraíso fiscal", dañando gravemente a la economía española.
Así mismo, España goza de un sistema autonómico que otorga a sus distintas regiones cotas de autogobierno pioneras en el Mundo. Por tanto Gibraltar seguiría gozando de su actual estatus, quizás mejorado. La reincorporación de Gibraltar al territorio español potenciaría el desarrollo en común de toda la comarca. La frontera, principal preocupación para ambas poblaciones a uno y otro lado, desaparecería
UNA ANÉCDOTA PERSONAL.
No puedo ver a los “llanitos”. Allá por los años ochenta, un sábado de invierno por la mañana había llevado, desde Algeciras, a mi perra pastor alemán, “Wendy” a correr por los pinos de Los Lances, pasado Tarifa. Había allí un par de familias de "llanitos" – inconfundibles por sus innatas ordinariez y cursilería; no en balde son la hez y la escoria del Mediterráneo – que protestaron porque la perra se había acercado a unos diez metros de ellos.
Respondí diciendo que era una perra española, que paseaba por España y que allí, los únicos que sobraban eran ellos. Inmediatamente pronuncié la palabra mágica, “catedrático” y la perra – como estaba previsto – se puso hecha una fiera y en actitud muy agresiva, ladrando a todo ladrar y enseñando los dientes.
Los llanitos se fueron al son de una palabra mía:
¡hopo!
BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA:
a).- “El Estrecho de Gibraltar, del Fretum herculeum al Fretum Hispaniae”. Editora Nacional, tercera edición. 1953. Autor “Hispanus”.
b).- “Diccionario de Historia de España”. Revista de Occidente. 1952.
c).- “La guerra. 1939 - 1945”. Louis L. Sneider. Ediciones Martínez Roca / Ediciones Grijalbo. Cuarta edición. 1972.
d).- “Crusade in Europe”. General D. D. Eisenhower. 1948.
e).- “Embajadores sobre España”. José Mª. de Areilza. Prologado por Gregorio Marañón Moya. Instituto de Estudios políticos, 1947.
f).- “España tenía razón”. José Mª. Doussinague. Sopena. 1950.
g).- “Después de la Tormenta”, Fermín Gallego y otros. Ediciones B, Grupo Z. 1991.
h).- “El gozne del destino”. Winston S. Churchill. L.N.T. 1951.
i).- “Guía prócer de la aristocracia”. José Abderraman Muley Moré. 1955.
j).- “Geografía Universal”. Serryn / Blaselle. Argos Vergara. Varios tomos.
k).- “Luís Miguel Dominguín”. Carlos Abellá. Espasa Calpe. 1995.
Y algunos bonitos recuerdos...

GIBRALTAR: CUEVA DE PIRATAS.-

EL "NEW FLAME", CON 750 TONELADAS DE FUEL, A PUNTO DE PARTIRSE EN DOS FRENTE A GIBRALTAR
El carguero «New Flame», que se encuentra semihundido tras chocar con el petrolero «Torm Gertrud» el pasado día 12 de agosto cerca de Gibraltar, podría partirse en dos, según informó ayer el Gobierno del Peñón.
Al parecer, el «fuerte oleaje» y las «corrientes» han vuelto «inestable» al chatarrero, haciendo probable la ruptura del barco en dos pedazos. Por ello, las operaciones de sustracción del fuel previstas para el día de ayer tuvieron que suspenderse. Sin embargo, aunque el barco se rompa en dos, las autoridades dicen que no existe ningún peligro de vertido al mar ya que la popa quedaría a flote y los tanques de almacenaje de combustible «intactos». Desde el día del accidental choque, las labores de extracción no han cesado. Ayer, el barco contenía 750 toneladas de combustible, pero el peligro de ruptura de la embarcación hizo parar las labores de los operarios que trabajaban en su extracción, quienes tuvieron que ser evacuados mediante el remolcador «Fotiy Krilov».
«SECRETISMO».
Las asociaciones ecologistas ya han hecho públicas sus quejas ante esta situación tan delicada que amenaza, según ellas, las costas. La portavoz de Verdemar Ecologistas en Acción no entienden que «aunque el barco esté en aguas gibraltareñas – imbéciles; no existen “aguas gibraltareñas”: léanse el Tratado de Utrech - el Gobierno español no haya activado ya un plan de contingencia», puesto que, en caso de producirse un vertido, la situación también afectaría, inevitablemente, a nuestras costas. Desde la asociación Verdemar Ecologistas en Acción se exige un plan urgente para la extracción inmediata del combustible antes de que pueda afectar a las costas cercanas. Del mismo modo, desde esta asociación denuncian el «secretismo» que existe en torno a las labores de extracción, rechazando que se mantenga «desinformada» a la ciudadanía porque «esto afecta a todos». Tras este parón en las labores de eliminación del fuel, se espera una inspección submarina del carguero para decidir cómo solucionar la situación. Desde el Ejecutivo gibraltareño se adelantó ayer que la opción más probable será remolcar la popa hasta un lugar seguro para poder llevar a cabo la extracción del fuel con total seguridad.
ARTICULO X DEL TRATADO DE UTRECHT (13 DE JULIO DE 1713).
El Rey Católico, por si y por sus herederos y sucesores, cede por este Tratado a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortaleza que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno.
Pero, para evitar cualesquiera abusos y fraudes en la introducción de las mercaderías, quiere el Rey Católico, y supone que así se ha de entender, que la dicha propiedad se ceda a la Gran Bretaña sin jurisdicción alguna territorial y sin comunicación alguna abierta con el país circunvecino por parte de tierra. Y como la comunicación por mar con la costa de España no puede estar abierta y segura en todos los tiempos, y de aquí puede resultar que los soldados de la guarnición de Gibraltar y los vecinos de aquella ciudad se vean reducidos a grandes angustias, siendo la mente del Rey Católico sólo impedir, como queda dicho arriba, la introducción fraudulenta de mercaderías por la vía de tierra. Se ha acordado que en estos casos se pueda comprar a dinero de contado en tierra de España circunvecina la provisión y demás cosas necesarias para el uso de las tropas del presidio, de los vecinos y de las naves surtas en el puerto.
Pero si se aprehendieran algunas mercaderías introducidas por Gibraltar, ya para permuta de víveres o ya para otro fin, se adjudicarían al fisco, y presentada queja de esta contravención del presente Tratado serán castigados severamente los culpados.
Y Su Majestad Británica, a instancia del Rey Católico consiente y conviene en que no se permita por motivo alguno que judíos ni moros habiten ni tengan domicilio en la dicha ciudad de Gibraltar, ni se de entrada ni acogida a las naves de guerra moras en el puerto de aquella Ciudad, con lo que se puede cortar la comunicación de España a Ceuta, o ser infestadas las costas españolas por el corso de los moros. Y como hay tratados de amistad, libertad y frecuencia de comercio entre los ingleses y algunas regiones de la costa de Africa. Ha de entenderse siempre que no se puede negar la entrada en el puerto de Gibraltar a los moros y sus naves, que sólo vienen a comerciar.
Promete también Su Majestad la Reina de Gran Bretaña que a los habitantes de la dicha Ciudad de Gibraltar se les concederá el uso libre de la Religión Católica Romana.
Si en algún tiempo a la Corona de la Gran Bretaña le pareciere conveniente dar, vender o enajenar, de cualquier modo la propiedad de la dicha Ciudad de Gibraltar, se ha convenido y concordado por este Tratado que se dará a la Corona de España la primera acción antes que a otros para redimirla.

SIEMPRE IGUAL.
LA JUNTA DE ANDALUCIA PIDE A AZNAR QUE MEDIE CON EL REINO UNIDO PARA FRENAR LOS VERTIDOS EN ALGECIRAS. “LA RAZÓN”, MIÉRCOLES, 25 DE DICIEMBRE DE 2002.
Tres playas de San Roque se vieron de nuevo afectadas ayer con fuel procedente de una refinería. La Junta de Andalucía, a través del delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, José Antonio Gómez Periñán, pidió ayer al Gobierno central que suscriba acuerdos con el Reino Unido para acabar con los vertidos producidos en aguas de la Bahía de Algeciras. El delegado andaluz aseguró que el problema que existe en las aguas de Algeciras «no se puede dejar sólo en manos de la Autoridad Portuaria del Campo de Gibraltar ya que, aunque las capitanías marítimas están perfectamente equipadas, tienen pocos medios y pocos recursos humanos, al igual que Salvamento Marítimo».

ASI SE HACE.-


MELILLA BUSCA CAPITAL PRIVADO PARA UNA GRAN AMPLIACIÓN DE SU PUERTO. TOMEN BUENA NOTA "MORONES, HORMAECHEAS Y TORRADOS". PLANTANDO CARA A LA SITUACION.
Melilla busca inversores públicos y privados para un gran proyecto de ampliación de su puerto, por el que la Autoridad Portuaria prevé gastar 300 millones de euros en los próximos cuatro años.
La Autoridad Portuaria de Melilla (integrada en la red de Puertos del Estado) tiene en proyecto una remodelación global de las instalaciones que sirva para competir con los puertos cercanos y dar el salto hacia uno de los centros de referencia de intercambio de mercancías del mar Mediterráneo. Con un tráfico cercano a 800.000 toneladas, 1.200 barcos y 360.000 pasajeros anuales, el puerto de Melilla es, en la actualidad, eminentemente receptor de mercancías, de las que el 90% llega de la península y el 60% se reexpide hacia Marruecos.
Precisamente la cercanía con este país (frontera terrestre) supone un factor que 'juega en contra' del desarrollo futuro del puerto, según reconoce a Cinco Días José Luís Almazán director de la Autoridad Portuaria. Además, en 2010 entrará en vigor el desarme arancelario acordado entre Marruecos y España lo que amenaza aún más la viabilidad del puerto, que busca, como cualquier empresa, la rentabilidad económica.
50 HECTÁREAS.
Para paliar estas circunstancias y potenciar el futuro de la ciudad autónoma, la Autoridad tiene en mente una ampliación de las instalaciones en 500.000 metros cuadrados (50 hectáreas), gran parte de ellas ganadas al mar, que se añadirán a las actuales, según avanzó Almazán.
Se buscan tres objetivos fundamentales. El primero de ellos es la creación de una gran terminal de contenedores con capacidad para, al menos, 170.000 contenedores (Teus) al año.
En segundo lugar, se pretende reubicar en el puerto las industrias consideradas 'de riesgo' que están situadas en el centro de la ciudad (y que ocupan un 18% de la superficie), entre ellas una central de energía eléctrica de Endesa y una planta de combustible del grupo petrolero Shell.
En tercer lugar, se pretende poner a disposición de nuevas empresas suelo industrial desde donde realizar tareas de exportación a la Unión Europea. La posición de Melilla para las empresas, es privilegiada, dado que pueden comerciar con la UE sin arancel y sin problemas de cupo.
Para hacer frente a estos tres grandes objetivos y garantizar su viabilidad, los técnicos de la autoridad han previsto un presupuesto global de 300 millones de euros.
'Queremos que la financiación sea mixta, un 30% de la misma corra a cargo del Puerto y otras administraciones públicas y el 70% restante, de socios privados', indica Almazán.
El proyecto está ahora en fase de estudio previo. Se quiere que los pliegos estén redactados a finales de año con el fin de que las obras se inicien a mediados o finales de 2008, una vez que hayan sido licitadas', indica. El proyecto no estaría finalizado hasta 2012. La aportación municipal está asegurada, gracias al 'gran interés' que ha demostrado el presidente de la ciudad autónoma, consciente de que servirá de nuevo pulmón económico para la zona. Ahora se está en plena fase de atracción de capital privado.
La Autoridad 'ya ha tenido varias entrevistas con consultores privados internacionales, entre ellos varios bancos de inversión que han mostrado su interés por el proyecto, pero aún no hay nada concreto', dice.
La ampliación del Puerto de Melilla es la gran obra de futuro que vendrá a completar las mejoras que se han venido realizando en los últimos años. Así, el Ministerio de Fomento (del que depende Puertos del Estado) tiene previsto que antes de diciembre se inaugure en el Puerto una nueva estación marítima, cuyas obras se iniciaron en 2004. Con un presupuesto de 18 millones de euros (cofinanciado al 85% con la UE, y el resto por el Ente Público Puertos del Estado), la nueva terminal de viajeros servirá para aumentar un 15% el tráfico de pasajeros, según las previsiones de la Autoridad.
Las dependencias incluyen nuevas zonas comerciales y para el personal de seguridad, y una ampliación del actual aparcamiento público.
GRAN INTERCAMBIADOR DE MERCANCÍAS.
La gran terminal de contenedores es el principal atractivo del proyecto de ampliación que tiene entre manos la Autoridad Portuaria. La situación geográfica de Melilla, cercana al Estrecho de Gibraltar, la conmina como un punto estratégico en el tráfico mundial de mercancías entre continentes.
'La idea es que los buques procedentes de América utilicen el Puerto como intercambiador para dejar sus mercancías en lo que es un punto intermedio de destino y que otros mercantes distribuyan estos bienes por toda Europa', indica Almazán. La relación también se haría a la inversa, con los mercantes procedentes del Mediterráneo y los que vienen de Asia, a través del Canal de Suez, que dejarían su carga en Melilla para luego ser trasvasada hacia América.
Las autoridades también esperan aportación de la UE. Ya se han comprometido 16 millones de euros en los próximos seis años para diferentes proyectos, con la condición de que se generen los ingresos suficientes como para financiar el 50% de las nuevas inversiones. Melilla pretende, así, acercarse en importancia a puertos de la zona y de mayor volumen como los de Algeciras, Cádiz y Ceuta.
Bernardo Díaz. Cinco Días.

MANOLETE: SI NO SABES TOREAR…

… P’A QUE TE METES.
EL PEOR PRESIDENTE DE EE. UU. METE EL PATON Y LLAMA "MIEMBROS DE LA COMUNIDAD VASCA" A LOS ETARRAS. JIMMY CARTER PIDE UNA "NEGOCIACIÓN DIRECTA" ENTRE EL GOBIERNO Y ETA Y SE OFRECE COMO MEDIADOR, LO QUE FALTABA.
El ex presidente de los EEUU Jimmy Carter, premio Nobel de la Paz - lo que significa que es un inutil - y miembro honorífico del Club de Madrid, se ha ofrecido para mediar entre el Gobierno español y ETA si se lo piden. Después de referirse a los terroristas como "miembros responsables de la comunidad vasca" señaló que prefiere que el conflicto se resuelva "a través de la negociación directa" entre la banda y el Gobierno.
"Mi esperanza y mi preferencia es que este tema sea resuelto dentro de este país, directamente entre el Gobierno de España y los miembros responsables de la comunidad vasca que estén buscando un cierto nivel de autonomía", señaló Carter, en una rueda de prensa previa a la conferencia prevista en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo sobre energía y pobreza. El ex presidente demócrata (1977-1981) recordó que durante los años noventa el Centro Carter se reunió en la República Dominicana con dirigentes de ETA y ofreció al Gobierno español -entonces en manos del PP - su mediación para "negociar un posible acuerdo de paz" con lo que él llamó "movimiento vasco". "Habíamos ido a la República Dominicana en varias ocasiones para reunirnos con los líderes de ETA y de hecho me sorprendió la situación", relató en una rueda de prensa convocada con motivo de su participación en el encuentro organizado estos días por el Club de Madrid en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
"Pero el Gobierno español de aquel momento pidió al Centro Carter que no se involucrara y entiendo la razón, porque querían hacer frente al problema por ellos mismos", añadió, afirmando que ésa es también su "propia esperanza", es decir, que la solución al terrorismo de España se consiga "dentro de este país", como "primera opción". Carter deseó que el fin del terrorismo de ETA "sea posible a través de una negociación directa", aunque añadió que "siempre y cuando que las dos partes lo pidan, la mediación de un tercero sería posible". "Entonces el Centro Carter estaría dispuesto a participar. No lo estoy pidiendo. Creo que la primera opción debería ser conversaciones directas", precisó. El ex presidente estadounidense también fue preguntado por la percepción que se tiene en el exterior sobre ETA, así como por su opinión sobre quienes definen al grupo terrorista vasco como "banda armada" o como "movimiento de liberación vasco". Carter respondió que "cualquier grupo disidente que recurra a la fórmula de la violencia, que dañe o mate a ciudadanos inocentes, comete un acto totalmente reprobable y debe ser condenado por completo", pero no pronunció la palabra terroristas para referirse a los asesinos etarras. Añadió que si, además, ese acto violento se hace en nombre de una religión, quienes lo protagonizan "distorsionan sus propias creencias" y los compromisos comunes que tienen todas las grandes religiones, sea el cristianismo, el Islam, el hinduismo u otras, dijo. "Todas tienen una base en común, que tiene que ver con unos compromisos que se remontan muchos siglos y que se basan en los mismos principios, como la paz, servir al prójimo, la humildad o aplicar la justicia para aliviar el sufrimiento de los pobres", añadió Carter, para después subrayar que "aborrece" los extremismos.
QUE NOS DEJE EN PAZ Y SE VAYA CON SUS CACAHUETES. EL MEJOR RECUERDO DE CARTER, FUE SU SUSTITUCION POR RONALD REAGAN.

21 agosto, 2007

HURACANES. ESCALA DE SAFFIR-SIMPSON.-


EN FUNCIONAMIENTO DESDE 1970. LA MEDIDA DE LOS HURACANES.
A principios de la década de los años 70, el ingeniero estadounidense Herbert Saffir y el director del Centro Nacional de Huracanes de EEUU, Robert Simpson, desarrollaron una escala que mide la intensidad de las tormentas tropicales y los daños potenciales que puede causar un huracán.
Ambos científicos comenzaron a trabajar un año antes, cuando la ONU les encargó un análisis de los daños ocasionados por los huracanes en las viviendas de construcción barata, muy habituales en el centro y sur del país. Con ese encargo, los dos expertos desarrollaron la escala que lleva sus apellidos, y que tiene en cuenta la presión mínima, los vientos y la marea de tormenta que se genera.
La escala indica los daños potenciales que puede provocar la tormenta, en función de sus vientos máximos sostenidos y la presión atmosférica. Estas son las cinco categorías en que se divide:
CATEGORÍA 1.
Vientos sostenidos de 119 a 153 kilómetros/hora.-Presión barométrica mínima igual o superior a 980 milibares.-Daños mínimos, principalmente a árboles, vegetación y casas móviles o remolques que no estén bien sujetos.-Destrucción total o parcial del tendido eléctrico o letreros mal instalados. Marejadas de 1.32 a 1,65 metros sobre lo normal.-Daños menores a los muelles y atraques.
CATEGORÍA 2.
Vientos de 154 a 177 kilómetros/hora.-Presión barométrica de 965 a 979 milibares.-Daños considerables a árboles y vegetación. Grandes daños a casas móviles, anuncios y tendido eléctrico expuesto. -Destrucción parcial de tejados, puertas y ventanas, pero pocos daños a estructuras y edificios.-Marejadas de 1.98 a 2,68 metros sobre lo normal.-Carreteras y caminos inundados cerca de las costas.-Daños considerables a muelles y embarcaderos. Las marinas sufren inundaciones y las embarcaciones menores rompen amarras en áreas abiertas.-Evacuación de residentes de terrenos bajos en zonas costeras.
CATEGORÍA 3 (huracanes mayores).
Vientos de 178 a 209 kilómetros/hora.-Presión barométrica mínima de 945 a 964 milibares.-Daños amplios: grandes árboles derribados, al igual que anuncios y letreros que no están sólidamente instalados. -Daños a los tejados de los edificios y también a puertas y ventanas, así como a las estructuras de los edificios pequeños. Casas móviles y caravanas destruidas.-Marejadas de 2,97 a 3,96 metros sobre lo normal e inundaciones en extensas áreas de zonas costeras, con amplia destrucción de edificaciones que se encuentren cerca del litoral.-Las grandes estructuras cerca de las costas son seriamente dañadas por el embate de las olas y los escombros flotantes.-Los terrenos llanos de 1,65 metros o menos sobre el nivel del mar se inundan hasta más de 13 kilómetros tierra adentro.-Evacuación de todos los residentes a lo largo de las zonas costeras.
CATEGORÍA 4.
Vientos de 210 a 249 kilómetros/hora.-Presión barométrica mínima de 920 a 944 milibares.-Daños extremos: árboles y arbustos son arrasados por el viento, y los anuncios y letreros son arrancados o destruidos.-Amplios daños en techos, puertas y ventanas. Hundimiento total de techos en viviendas pequeñas.-La mayoría de las casas móviles son destruidas o seriamente dañadas. -Marejadas de 4,29 a 5,94 metros sobre lo normal.-Los terrenos llanos de 3,30 metros o menos sobre el nivel del mar se ven inundados hasta 10 kilómetros tierra adentro.-Evacuación masiva de todos los residentes en un área de unos 500 metros de la costa, y también en terrenos bajos, hasta tres kilómetros tierra adentro.
CATEGORÍA 5.
Vientos de más de 250 kilómetros por hora.-Presión barométrica mínima por debajo de los 920 milibares.-Daños catastróficos: árboles y arbustos son totalmente arrasados y arrancados de raíz por el viento.-Daños de gran consideración en los techos de los edificios. Los anuncios y letreros son arrancados y arrastrados por el viento.-Hundimiento total de techos y paredes de residencias pequeñas. La mayoría de las casas móviles son destruidas o seriamente dañadas.-Marejadas de 4,29 a 5,94 metros por encima de lo normal.
TIPOS DE TORMENTAS.
La Organización meteorológica Mundial determina que hay tres grupos de ciclones tropicales: las depresiones tropicales – todo se inicia con lluvias mayores de lo normal, en el Sahel africano - las tormentas tropicales y los huracanes, aunque estos últimos reciben diferentes nombres en función del lugar donde se originan.
Las depresiones tropicales son sistemas organizados de tormentas con una circulación superficial definida y vientos sostenidos máximos de hasta 62 Km./h). No poseen ojo, y normalmente tampoco presentan la típica forma de espiral de las tormentas más fuertes.
Las tormentas tropicales presentan vientos sostenidos de hasta 117 Km./h. Al alcanzar este punto, las tormentas adquieren su característica forma ciclónica, pero aún no muestran un ojo.
Los huracanes (que reciben este nombre si se forman en el Caribe o el Atlántico), que también se conocen como ciclones, tienen vientos superiores a 120 Km./h.
Fuente: El Mundo.

Y AL OTRO LADO DEL MAR...











… LAS CANARIAS.
En 1291 se perdió San Juan de Acre, la última plaza que les quedaba a los cruzados en Tierra Santa. La aventura asiática, que había hipnotizado al Occidente europeo durante doscientos años, tocaba a su fin arrojando un desastroso resultado. Europa se había dejado hasta la camisa en un lance absurdo, trufado de misticismo y perdido de antemano. Aquel mismo año, ajenos al drama de los cruzados, dos hermanos genoveses, Vadino y Ugolino Vivaldi, se hicieron a la mar para internarse en el desconocido y azaroso Atlántico – mas allá del Finis Terrae - un océano inmenso, plagado de peligros y monstruos marinos del que ningún navegante regresaba.
Los hermanos Vivaldi tampoco lo hicieron. Se los tragó el mar como a tantos que lo intentaron antes, pero esta vez algo fue diferente. Un paisano suyo, Lanzerotto Malocello, salió en su busca unos años más tarde y se dio de bruces con un islote volcánico, refrito por el sol y varado en mitad del océano. Se trataba de Tyterogakat o "La Quemada", tal y como era conocida por sus habitantes, los majos. Lanzerotto retornó a Europa, contó su descubrimiento y volvió para quedarse. Hoy esa isla lleva su nombre, Lanzarote, y sigue tan quemada y hermosa como se la encontró hace setecientos años.
El feliz hallazgo del genovés abrió el camino de las Canarias, cuya existencia era conocida por griegos y romanos que habían fantaseado a placer con ellas. Las llamaban "Afortunadas y Beatas, teniéndolas por tan sanas y tan abundantes de todas las cosas necesarias a la vida humana, que sin trabajo ni cuidado vivían los hombres en ellas mucho tiempo". Los europeos de la Edad Media, sin embargo, las habían olvidado por completo. Durante un siglo, y como el Oriente se había puesto imposible con lo de los turcos, se dejaron caer por aquellas latitudes genoveses y catalanes, portugueses y mallorquines que buscaban carne fresca para poner a trabajar en los activos puertos de la Europa de entonces. Así, de modo tan triste, suministrando esclavos, entró nuestro querido archipiélago en la historia.
El tráfico de mercaderes y de algún que otro misionero pescador de almas entre el continente y las Canarias se hizo tan intenso que un caballero normando, Jean de Bethencourt, propuso a Enrique III de Castilla llevar sus dominios aun más al sur. Enrique, que reinaba sobre un caldero y era muy amigo de aventurillas internacionales – como la de la embajada de Ruy González de Clavijo al rey Tamerlán de Samarcanda – accedió a las pretensiones del francés y le otorgó los derechos de conquista sobre todo el archipiélago.
Entre 1402 y 1405 Bethencourt se las arregló para vencer a los indígenas de Lanzarote, Fuerteventura y El Hierro de un modo un tanto caótico. Los normandos eran pésimos conquistadores, pero gente muy apañada para otros menesteres. Se ocuparon hasta de dejar por escrito los avatares de la conquista en un libro, el Le Canarien, redactado por dos frailes. Una vez hecho esto se enemistó con su socio, Gadifer de la Salle, y volvió a Francia dejando las islas en manos de su sobrino Maciot de Bethencourt.
Maciot no tardó mucho en cansarse de vivir en el fin del mundo y vendió los derechos de conquista a un noble castellano, el conde de Niebla, que se los traspasó a su criado, un tal Fernán Peraza el viejo, cuyo linaje terminaría echando raíces en el archipiélago. Entre dimes y diretes de los Peraza, lo que quedaba de los Bethencourt y alguna que otra incursión de los portugueses la conquista se detuvo durante setenta años. La Gomera no hizo falta invadirla por la fuerza, sus habitantes llegaron a un acuerdo pacífico con los castellanos que se establecieron en ella.
En La Gomera, los abusos de los Peraza sobre los indígenas fueron tantos y tan sonados que los gomeros, gente de mucho carácter, que se silbaba de valle a valle y no toleraba ciertas licencias que se habían tomado sus recién llegados vecinos, se sublevaron varias veces. La última a causa de un amorío. Fernán Peraza el joven, nieto de aquel que se quedó con el pastel del normando, se enamoró perdidamente de una aborigen llamada Iballa. Hupalupo, el padre de la gomerita, enterado del asunto, puso en pie de guerra a toda la isla. Peraza fue sorprendido en plena faena y un pastor de nombre Hautacuperche lo remató de una lanzada. Bien empleado le estuvo porque su mujer, no Iballa sino Beatriz de Bobadilla, la legítima, se tuvo que refugiar en la Torre del Conde, donde casi pierde la isla y el pellejo. Y todo por un calentón de un marido déspota y rijoso.
Las cosas vendrían a cambiar radicalmente en 1478, una vez Isabel de Castilla, la Católica - que lo llevaba todo por delante - hubo ventilado sus asuntos pendientes con Juana la Beltraneja y su aliado Alfonso V de Portugal. Ese año la Reina decidió culminar de una vez por todas la conquista de las Canarias, que llevaba dos generaciones en punto muerto. El 24 de junio de 1478 Juan Rejón desembarcó en el noreste de Tamarán, que es como los indígenas llamaban a Gran Canaria. Vencidos los isleños de la zona aseguró la posición y fundó el Real de Las Palmas, es decir, Las Palmas, que es hoy ciudad y puerto principal de las islas. Rejón, sin embargo, no supo avanzar y, como buen español, se lió a palos con sus compañeros de conquista acabando mal lo que había empezado bien.
La Reina, informada de que la campaña no marchaba bien, envió a Pedro de Vera, un jerezano de armas tomar que ganó la isla en sólo dos años. El 29 de abril de 1483 los últimos indígenas; 600 hombres y 1.500 mujeres y niños, se rindieron al conquistador. Otros, como el guerrero Bentejuí y el faycán de Telde no pudieron sobrellevar la derrota y se despeñaron por un barranco según mandaba la tradición local. Al llegar la noticia a Castilla, la reina católica, visiblemente emocionada dio orden de que [...] aquesta, mi ínsula de Canaria, sea llamada Grande". Esta es la razón por la que Gran Canaria es grande sin ser, geográficamente, la más grande del archipiélago. Lo mucho que mandaba Doña Isabel...
Ya sólo quedaban dos islas, Achinet (Tenerife) y Benahuare (La Palma), las más correosas y antipáticas, las que más vidas y disgustos habían costado a Castilla. Alonso Fernández de Lugo, uno de los mejores generales de Pedro de Vera, se encaprichó con las islas y pidió permiso a Isabel para conquistar lo que quedaba. La Reina aceptó gustosa el ofrecimiento otorgándole los títulos de Adelantado y Capitán General de las Costas de África. Fernández de Lugo era uno de esos hombres que son todo mala leche y ambición, no muy diferente de Cortés, Pizarro o cualquiera de los españoles que, una generación más tarde, cambiaron la cara a un continente entero.
Como sabía que los indígenas de Tenerife, los guanches, eran muchos y duros como piedras, su plan consistió en apoderarse primero de La Palma y, desde allí, preparar la invasión de Tenerife con más calma. El 29 de septiembre de 1492 desembarcó en Tazacorte y firmó un acuerdo con los palmeros que le eran favorables. Los que no lo eran tanto se echaron al monte con el hacha al hombro. Aprovechándose de la endemoniada orografía de la isla, se acantonaron en la Caldera de Taburiente, donde no había manera de echarles el guante. Fernández de Lugo, que no era ni tonto ni suicida, antes de jugarse el tipo batiéndose el cobre en los bosques de La Palma, se avino a negociar. Invitó al jefe rebelde, Tanausú, a firmar una ventajosa paz en los Llanos de Aridane. Entonces le engañó. Cuando el confiado benahorita descendía de las alturas de la Caldera mando que le apresasen. Fue enviado a Castilla para que no la volviese a armar y, de camino, se dejó morir de hambre.
El camino a Tenerife quedaba expedito, o, al menos, eso es lo que creía el Adelantado Fernández de Lugo. En abril de 1494 desembarcó en la actual Santa Cruz con una impresionante tropa de 2.000 infantes y 200 jinetes. Nunca antes se había visto nada igual en la conquista de las islas que, hasta el momento, había sido algo más de andar por casa. Los guanches rebeldes, que eran todos los del norte de la isla, capitaneados por Bencomo, el mencey de Taoro, vieron venir a la tropa castellana y la emboscaron en el barranco de Acentejo. Los castellanos fueron sorprendidos en un lugar donde su caballería tenía poco o nada que hacer. Fue una carnicería. Fernández de Lugo, malherido por la lluvia de piedras que les había caído encima, salió por piernas y abandonó la isla.
Corría el año 1494, cuando las tropas de Lugo avanzan por el barranco de Acentejo. Hacía un año que había desembarcado en Añaza, tras la conquista de La Palma. Por su parte, Bencomo había convocado a todos los caudillos guanches de la Isla a una reunión en Araotava para tratar de frenar al invasor. A sus órdenes se pusieron los de Tacoronte, Tegueste y Anaga, así como Zebenzui. Bencomo decide enviar a su hermano Tinguaro al encuentro de las tropas extranjeras.
Y en lugar de Acentejo se encuentran ambos ejércitos. Muchas descripciones han quedado de esta batalla sangrienta en la que murieron muchos de los invasores y de los aborígenes, lo que dio nombre al lugar y supuso para aquéllos una gran derrota.
Finalizada la conquista, comienza el asentamiento en tormo a la iglesia que, bajo la advocación del Salvador, fue erigida en parroquia en 1615 por el obispo don Antonio Carrionero. Existió aquí un hospicio franciscano, de tres frailes, suprimido por real cédula en el S. XVII. También se levantaron varias ermitas: la de San Antonio, próxima al lugar de la batalla; la de San Diego hacia el mar, y la de la Cruz del Camino. A principios de este siglo, le fue concedido el título de Villa Histórica, siendo cuna de personajes ilustres como el Teniente General, Antonio Benavides, nacido en diciembre de 1678, quién tuvo a su cargo importantes misiones militares en tierras americanas.
De la matanza de Acentejo el capitán castellano había sacado dos lecciones: que los guanches no iban a negociar jamás, y que, si quería vencerles, tenía que llevárselos a terreno llano, donde los caballos y las armas de fuego harían todo el trabajo. Lamidas las heridas y con nueva tropa, de Lugo desembarcó en Tenerife al año siguiente con 1.200 hombres, caballería y artillería. Esta vez llevó a sus tropas hasta los llanos de Agüere donde Bencomo, en un error fatal, salió a recibir a los castellanos a pecho descubierto con su hacha de piedra como único armamento. La derrota guanche fue total. Hasta el propio mencey se dejó la vida en el campo de batalla.
Pero los guanches que quedaban con vida no se dieron por vencidos. Hambrientos, vagando sin rumbo por las montañas de la isla y abatidos por los infinitos recursos que poseían los castellanos, presentaron batalla por última vez cerca del barranco de Acentejo, el mismo que tanta fortuna les había traído en el pasado. Pero esta vez de Lugo no se dejó sorprender. Colocó la caballería a los flancos y, antes de que los guanches cargasen, les soltó una letal andanada de pólvora. Era el día de Navidad de 1495 y la Edad de Piedra daba su último jadeo en la isla de Achinet. Bentor, hijo de Bencomo, ante lo inevitable de la derrota se dirigió a la ladera de Tigaiga y desde allí se despeñó.
Meses después Benitomo, el último mencey de Taoro, aceptó la rendición incondicional en la Paz de Los Realejos. Para entonces la población indígena era ya víctima de un enemigo tan mortal como invisible: la modorra, que es como los invasores bautizaron al tifus que se habían traído de la península – un mal que, de otra manera, afecta a los políticos canarios actuales - y al que ellos eran inmunes desde niños. La biología terminó de conquistar las Canarias y fue tanto o más poderosa que los arcabuces de los capitanes españoles. Los guanches y su cultura neolítica desaparecieron de la Historia. Fueron víctimas de su aislamiento y atraso. Duele decirlo, pero poseen el dudoso honor de ser el primer pueblo aniquilado por el expansionismo europeo. No veo necesario remarcar que no sería el último.
Las islas, por su parte, fueron españolizadas y convertidas en una parte más de Castilla, la más meridional y exótica. Durante siglos sus puertos acogieron a todas las flotas que se dirigían a América, incluida la de Colón, que se detuvo en La Gomera. Luego vendría la caña de azúcar y el ron, el asedio en el que Nelson perdió el brazo y las haciendas plataneras, los braceros que ponían rumbo a América y los turistas alemanes sedientos de sol, el vino de malvasía y las papas arrugadas, Galdós y Teobaldo Power, los puros de Churchill y hasta Los Sabandeños.
Las islas Canarias son, por méritos propios, el pedazo de España más peculiar y genuino. Imperturbable en la soledad del océano.
Basado en un trabajo Fernando Díaz Villanueva.
FOTOGRAFIAS.-
1 y 2.- Jean de Bethencourt y su expedición.
3.- Fernández de Lugo, trapicheando con los menceyes.
4.- La Torre del Conde, donde encontró refugio Beatriz de Bobadilla.
5.- La Campaña de Tenerife.
6 y 7.- Mapas del Norte de la Isla.
8.- Senderos entre castaños, cerca del Barranco de la Matanza.
9 y 10.- Santa Ursula, cuando era un paraíso.
11.- Los castaños.
CUALQUIERA QUE LO CONOZCA, SABE QUIEN LO HA ESCRITO:
Muy bueno lo de Canarias, tengo un ejemplar de Le Canarien, y me lo he leido.
Sin embargo el dato de que Mallocello es de un siglo antes a Gadiffier no lo tenia claro, y es que Jean de Bet, solo estuvo un rato y se fue, dejando a Bertin, el gran cabrón, campando a sus anchas. Y habia un conde o Señor de Fuerteventura, Capraria, o Herbania, que planto un baluarte en Tenerife, pero no paso de ahí, y cuando los aguadores de Jean llegaron a la actual Betancuria, que fue donde encontraron agua, y ahora hay una catedral preciosa muy estropeada y dos conventos, y una ciudadela a la antigua como ya solo quedan pocas en Santa Cruz.
Y como Fernando del Hoyo, caballero de la espuela de oro y Castro o Lope de la Guerra, hicieron su fortuna aqui en la tierra de las seis hambrunas.
Y ES QUE EL QUE TIENE "REPERTORIO", ES UN "TORERO LARGO". NO HAY DUDA.

20 agosto, 2007

MOVIMIENTO ABORTADO.-



EPICENTRO, DETENIDO.
DOS HERIDOS LEVES EN SU CAPTURA. UN ESCUALITO RESPONDON.
En la captura del animal han participado cuatro expertos, tres del Acuario de Barcelona y uno de la Cruz Roja, y dos de ellos han resultado heridos leves durante su actuación.
Un vehículo del Acuario de Barcelona custodiado por agentes de los Mozos de Escuadra, se ha encargado de trasladar al escualo hasta la Ciudad Condal, donde permanecerá hasta que se decida si es liberado o no.
El sistema “pedestre” utilizado para su captura por parte de los “técnicos”, no hubiese sido posible de tratarse de un Jaquetón – Charcharodon Charcharias – o de un Mako japonés.
TIBURON GRIS.
Si realmente se trata de un tiburón gris – de lo que no estoy seguro - estas serían alguna de sus características.
Orden Hexanchiformes Compagno, 1973
Familia Hexanchidae Gray, 1851
Género y especie: Heptranchias perlo (Bonaterre, 1788)
Nombres comunes: Tiburón gris (Español -Uruguay-); Cañabota bocadulce (Español -FAO-); Sharpnose sevengill shark (Inglés); Aschfarbener Siebenspalthai (Alemán); Requin perlon (Francés -FAO-).
Diagnosis: cuerpo plano y fusiforme. Cabeza extremadamente angosta y puntiaguda, con siete pares de hendiduras branquiales. Ojos muy grandes; diámetro mayor del ojo mucho mayor que la distancia internasal. Boca estrecha y parabólica. Dientes inferiores grandes, largos y bajos, en forma de rastrillo; con pequeñas cúspides anteriores y mediales a una cúspide larga y luego una serie de 7 a 8 cúspides distales o secundarias en los adultos. Con una sola aleta dorsal. Pedúnculo caudal largo; distancia entre la inserción de la dorsal y el origen superior de la caudal aproximadamente el doble del largo de la base de la dorsal (Figueiredo, 1977; Compagno, 1984).
Reconocimiento: cabeza estrecha, ojos grandes, con una sola dorsal y 7 hendiduras branquiales.
Color: superficie dorsal y flancos color grisáceo, sin manchas oscuras en el cuerpo. Aleta dorsal y lóbulo superior de la caudal con puntos negros, más notorios en los juveniles que en los adultos. Superficie ventral clara.
Distribución: de amplia distribución en aguas tropicales y templadas. Atlántico noroccidental; desde el North Carolina hasta Cuba y norte del Golfo de México. Atlántico sudoccidental, desde el sur de Brasil, Uruguay hasta Argentina. Atlántico oriental; desde Marruecos hasta Angola, incluyendo el Mar Mediterráneo. Océano Indico; South Africa, sur de Mozambique, Islas Aldabra, sudoeste de India. Pacífico occidental; Japón (sudeste de Honsu) y Mar de Japón a China; también Indonesia (Bali), Australia, Tasmania y Nueva Zelanda. Pacífico oriental; posiblemente frente a Chile (Compagno, 1984).
Hábitat: es una especie de hábitos bentónicos de la plataforma continental e insular y la parte superior del talud contiental. Ocurre a profundidades comprendidas entre 27 a 720 m, aunque a veces es encontrado desde en aguas someras próximas a la costa, hasta más de 1.000 m de profundidad. Es agresivo y se lo considera un buen nadador (Compagno, 1984).
Talla: la talla de los adultos puede alcanzar los 137cm (Compagno, 1984).
Reproducción: ovovivípara; con 9 a 20 embriones por preñez. Los machos maduran aproximadamente a los 85 cm y las hembras entre los 89 y 93 cm (Compagno, 1984; Carrera, 1991).
Alimentación: preda sobre peces óseos, principalmente merluzas y también calamares (Compagno, 1984).
Importancia económica: escasa. Es una especie poco frecuente, capturada como miscelánea en algunas pesquerías (Compagno, 1984).
Pesca: con redes de enmalle de fondo y palangre de fondo (Compagno, 1984).
Referencias zonales: Barsellos, 1957; Miranda Ribeiro, 1968; Figueiredo, 1977; Abella et al., 1979; Stehmann, 1979; Compagno, 1984; Carrera, 1991; González, 1994; Cousseau et al., 1998.

ESPAÑA A CERO.-

HERALD TRIBUNE ADVIERTE QUE CON ZAPATERO, ESPAÑA SE HA VUELTO IRRELEVANTE.
Se acabó la impostura. La Opinión internacional empieza a descubrir que, debajo de la sonrisa de Zapatero, hay un perfil político muy bajo que conduce a España a la irrelevancia en el escenario global. Tres años atrás, recién llegado a La Moncloa, el presidente español atraía la curiosidad, la simpatía y la admiración por sus promesas de reformas y por la retirada de las tropas de Irak. Sólo Wall Street Journal supo atrapar el gazapo en un temprano artículo editorial,
Presidente por accidente, que el paso del tiempo no ha hecho sino corroborar en todas sus conclusiones. Ahora es Internacional Herald Tribune (IHT) quien admite que con Zapatero, España es menos influyente.
Las comparaciones son odiosas, y el International Herald Tribune (IHT) las repasa todas, para acabar poniendo en evidencia la estatura política de José Luís Rodríguez Zapatero. En su Carta de España, publicada el pasado viernes 17 de agosto, la analista Victoria Burnett observa algunas diferencias significativas entre las vacaciones de Nicolás Sarkozy y las de José Luís Rodríguez Zapatero.
"A diferencia del presidente francés, para Zapatero no ha habido encuentros informales con otros líderes mundiales", señala IHT. Ahí le duele al presidente español, incapaz durante todo su mandato de reunirse con George W. Bush, ni formal ni informalmente, mientras Sarkozy y el mandatario norteamericano han compartido paseos en lancha y largas conversaciones bajo el sol de Wolfeboro, junto a George Bush padre.
Continúa IHT anotando algunas lagunas significativas en las vacaciones de la familia Rodríguez - Espinosa, en Doñana: "No ha habido sesiones para paparazzis extranjeros, ni apariciones públicas en bañador. Él caminaba sobre la playa, totalmente vestido, y fue captado besando a un joven inmigrante".
El retrato de IHT es de una ironía letal y corrosiva.
Según el diario norteamericano –nada sospechoso de simpatía hacia las fuerzas liberales a la europea, como el PP – "una década de elevado crecimiento económico y expansión ultramarina han puesto a España en las grandes ligas, pero el perfil político del país está menguando bajo el liderazgo de un hombre profundamente preocupado con las reformas domésticas y carente de experiencia internacional".
IHT consulta a Charles Grant, director del Centro para la Reforma Europea, quien califica de "sorprendente" la pérdida de influencia de España durante el mandato de Zapatero.
"Durante los Gobiernos de González y Aznár, España se empleaba a fondo, dice Grant, pero a pesar de tener un grupo de diplomáticos respetable, España no juega hoy un pape clave entre los que deciden", sostiene Grant.
IHT apunta que algunas decisiones del Gobierno de Zapatero, como la de negarse a un mayor despliegue de tropas en el sur de Afganistán, donde las fuerzas de la OTAN luchan a brazo partido contra los terroristas talibanes, "ha decepcionado" a nuestros aliados.
Iniciativas "bien intencionadas pero nebulosas como la Alianza de Civilizaciones es poco probable que vayan a producir resultados a corto plazo". Tampoco la propuesta de un plan de paz para Oriente Próximo, una de las iniciativas más pregonadas por Miguel Ángel Moratinos, ha tenido éxito, al menos por el momento.
El mismo diario consulta también a José Ignacio Torreblanca, del Real Instituto Elcano, quien analiza la estrategia de Zapatero como una apuesta por la política doméstica, desde la que aspira a convertirse en una referencia internacional.
"La facilitad con la que España absorbido el crecimiento más rápido de población inmigrante y las leyes que extienden los derechos de los gays y las mujeres han captado la atención de otros políticos europeos", reconoce IHT.

TERRORISMO DE SILENCIOS.-



11 M. CURIOSIDADES DEL SUMARIO.
En julio de 2004, el juez Del Olmo ordenó, a solicitud de la Policía, la intervención del teléfono de un sospechoso, por su presunta implicación en la trama del 11-M. A partir de ahí, la intervención de su teléfono fue prolongándose mes tras mes, se supone que porque seguía habiendo fundados indicios de su relación, directa o indirecta, con los atentados. Las conversaciones telefónicas grabadas a partir de esa orden de intervención constan en una de las piezas separadas del sumario.
Pues bien, analizando esas conversaciones telefónicas, uno se encuentra con que unos meses después de ponerse su teléfono bajo observación, y mientras esa observación seguía siendo prorrogada por el Juzgado a solicitud de la Policía, el sospechoso en cuestión recibe un buen día una llamada de la propia Policía para proponerle... ¡un contrato de cinco meses como traductor de árabe!
Es decir, la Policía contrata como traductor a alguien que tiene el teléfono intervenido por su presunta relación con el 11-M. ¡Toma nísperos, que diría Jaime Campmany!
Luís del Pino.
LA SOCIEDAD ESPAÑOLA SIGUE SIN EXIGIR DE FORMA MASIVA LA VERDAD DEL 11M Y DEL ATENTADO DE LA T4.
“Silence = Death”. Silencio es igual a Muerte. En la década de los ochenta, este lema inundó las calles de Nueva York para que la ciudadanía reflexionara sobre su pasividad hacia la epidemia del SIDA. La palabra trajo vida a la ciudad poco después y a todas aquellas sociedades que se atrevieron a desafiar al silencio.
Han transcurrido ya más de tres años desde la matanza del 11M. Casi seis meses desde el asesinato a manos de ETA de dos ciudadanos ecuatorianos en la T4 de Barajas. Y, a pesar de la lucha de periodistas de investigación, Peones Negros y ciudadanos anónimos por la verdad, aquellos que en tiempos de José María Aznár querían saber han optado desde la victoria del Partido Socialista por el silencio y la indiferencia. Y, con ellos, la mayoría de los españoles.
Cientos de coches yacen a la espera del desguace desde hace meses en un lugar de acceso restringido del aeropuerto de Barajas. Son los testimonios mudos de la impunidad de la banda terrorista ETA en la vida de los españoles. Un desguace que no llega desde hace seis meses; sin embargo, los trenes del 11M, en los que se encontraban los restos de los explosivos utilizados para asesinar a 192 personas, fueron desguazados a los dos días de cometerse la matanza. La vista se pierde en ese amasijo de hierros, orden y limpieza. Silencio es igual a Muerte.
El aeropuerto de Barajas y, sobre todo la T4, es un complejo dotado de sistemas de vigilancia sofisticados. Las cámaras están presentes en cualquier parte del recinto. Sin embargo, seis meses después del atentado, todavía no se ha mostrado ninguna imagen de los terroristas ni del vehículo o vehículos utilizados. El silencio lo invade todo. La ciudadanía tampoco exige información. Los únicos rostros que se mostraron fueron los de las víctimas: Diego Armando Estacio Sivisapa y Carlos Alonso Palate Sailema.
Lejanos quedan los tiempos en los que, tras un asesinato cometido por la banda terrorista ETA, los rostros de los criminales eran mostradas en el telediario de la noche y en las comisarías de Policía. El gobierno de José Luís Rodríguez trajo a España una nueva forma de entender el terrorismo: el silencio. Precisamente el mismo silencio sobre la autoría del 11M. Descartadas las primeras reivindicaciones a las pocas horas de la matanza, todavía desconocemos quiénes diseñaron el atentado más sangriento de la historia reciente de Europa.
De los criminales sólo conocemos su objetivo: influir en la orientación del voto. A golpe de consigna, queremos saber, se movilizó a una cantidad suficiente de personas para cambiar el resultado electoral previsto. Sin embargo, la curiosidad se esfumó como una burbuja pinchada en cuestión de horas.
EL SILENCIO DEL 11M.
El atentado que costó la vida a 192 personas e hirió a otras 1800 suscitó una marea de indignación durante tres días. Especialmente virulentas fueron las manifestaciones del día 13 de marzo, jornada de reflexión previa a las elecciones generales convocadas para el domingo 14 de marzo. Esa jornada que, de acuerdo con la Ley Electoral, debería haber sido de silencio y sin interferencia de mensajes políticos. Una vez desalojado el Partido Popular del gobierno, se hizo el silencio. Silencio absoluto. A partir del lunes día 15, todo quedó olvidado. Parecía que nada hubiera pasado. En varios foros y blogs, algunos internautas reclamaban la creación de una comisión parlamentaria que investigara el atentado. En las calles, la indiferencia era total. Se asumió que los atentados eran el precio que España pagaba por el apoyo de Aznár a la guerra de Irak. Serían detenidos unos cuantos musulmanes. No faltarían unos cuantos considerados suicidas.
¿Suicidio? Silencio. Silence = Death. Llegó a constituirse la comisión parlamentaria. Pero se zanjó con mucha rapidez. Más silencio. Paralelamente, se instruyó un sumario curioso. Las evidencias fueron destruidas por orden judicial. Los restos de los trenes de la muerte, desguazados por RENFE durante los dos días siguientes a los atentados, fueron incinerados apenas dos meses después, junto con todos los efectos personales de las víctimas y el resto de su contenido, por orden del juez instructor. Silencio. Apenas empezado el sumario y mucho antes del juicio. España calla apacible, mientras digiere lentamente las dosis de muerte que se tragó aquel 11 de marzo. Los rostros de los asesinos siguen siendo invisibles.
EL SILENCIO DE LA T4.
El 30 de diciembre de 2006, la banda asesina ETA rompió su propio alto el fuego destruyendo el aparcamiento de la Terminal 4 de Barajas y acabando con la vida de dos personas. El presidente Rodríguez estaba descansando en Doñana, con los patos. Y allí siguió. No pasó nada. Sólo silencio. Al cabo de algunas horas, aparecieron en los medios las fotografías de los ciudadanos ecuatorianos desaparecidos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate. Se dijo en los medios que la Embajada de Ecuador había recibido del Ministerio de Exteriores de España un comunicado de su fallecimiento. España lo desmentía. En cualquier caso, sus cuerpos aplastados aparecieron finalmente. Pero fue un atentado silencioso. Un accidente, llegó a decir el presidente Rodríguez cuando, por fin, compareció. Un crimen sin asesinos. Nadie habló de ellos en ningún momento. Silence = Death. A pesar de que, en esta ocasión, sí hubo reivindicación de la banda terrorista ETA, la sensación general fue que no había pasado nada.
EL ROSTRO DE LA MUERTE.
Algo ha cambiado en España. La conciencia del terror se ha adormecido. Los asesinatos han pasado a ser accidentes. La muerte es demasiado silenciosa. Quizá sea porque, mediante una maniobra rápida y muy hábil, se nos ha sustraído el rostro de los asesinos. Así, cuando sólo existen los rostros de las víctimas y los de los victimarios dejan de existir, de ser visibles, la conciencia colectiva sólo reclama paz, en una inconsciente renuncia a la justicia y la libertad. La muerte ha sido despojada de rostro. No deja de ser una maniobra magistral. La muerte ya no es nada. La muerte ya sólo es silencio.
EL SILENCIO DEFINITIVO.
Y, para encerrar ese silencio, no sólo se ocultan los rostros de los asesinos que nunca existieron; también desaparecen el escenario y el arma del crimen. Se nos escamotean de forma limpia y quirúrgica, de forma tal que, transcurrido el tiempo, resulta casi imposible reconstruir los hechos, volver atrás. Las pruebas son eliminadas. Los trenes de la muerte son directamente arrastrados hacia el silencio definitivo.
Joan Valls e Inés Maldonado. Debate 21.