PAISA, MARCHAR KABILA.-
No me lo invento, lo recogen el Diario “SUR” de Málaga y el “Pueblo” de Ceuta. En esta ocasión, no era políticamente correcto haber permitido que sucediese con el Traslado de la imagen del Cristo de Medinaceli – eran demasiado cercanos los últimos “incidentes” – lo mismo que en casi todas las Semanas Santas: ataques con piedras, abucheos, burlas… una demostración palpable del concepto de tolerancia religiosa y comportamiento cívico de los islamistas irredentos, los mismos que protestaron enérgicamente – algunos con actos vandálicos en el centro de la ciudad, otros con pintadas en la zona de Hadú, es decir, de la única manera que conocen – por la inoportuna tontería de la letra de una chirigota de carnaval. (Sin sentido del humor, pues).
Un total de 200 efectivos de la Policía Local, Policía Nacional y de la Guardia Civil velaron ayer por la seguridad de los fieles en el traslado del Cristo de Medinaceli desde el barrio del Príncipe hasta la Casa Hermandad, ubicada en la avenida de España. Según fuentes de la Delegación del Gobierno, incluso recibieron apoyo de unidades procedentes de Sevilla tanto para la Policía Local como para la Nacional. La salida del barrio del Príncipe se desarrolló sin incidentes gracias a la colaboración de las fuerzas de seguridad y de las brigadas cívicas, que velaron en todo momento por la seguridad del desfile. Incluso un helicóptero de la Guardia Civil controló todo lo que estaba ocurriendo desde lo alto. Permanecía en el ambiente cierta intranquilidad por las piedras voladoras, pero el Traslado estuvo blindado en todo momento.
Si en una ciudad española, en territorio de la Unión Europea, es necesario este despliegue para que tenga lugar en paz, una manifestación religiosa de culto externo, esto significa que, en la ciudad, conviven una serie de individuos indeseables que ni merecen vivir en Ceuta, ni gozar de la nacionalidad española. Si, de verdad, la comunidad musulmana no abrigase otras ilusiones de futuro, que las de vivir en paz, ella sería la primera en denunciar a estos salvajes, que se encuentran entre sus filas y cuyos nombres y datos, conocen a la perfección. No es así y ello permite sospechar – en la certeza moral de poder asegurarlo – que, en el fondo, buena parte de la citada comunidad, abriga otros proyectos en relación con el futuro de la ciudad y la soberanía de la misma. Y, si no tengo razón ¿Por qué no los denuncian, si se sienten perjudicados por ellos? Algunos estamos hartos de tantas “lágrimas de cocodrilo”. Porque se dice pronto:
-- Guardia Civil.
-- Policía Nacional, con refuerzos procedentes de Sevilla.
-- Policía Local.
-- Brigadas cívicas.
-- Helicóptero… un poco mas y se hace necesaria una División Acorazada.
Todo ello, para una inocente procesión. La conclusión, es clara y puede formularse con rotundidad: ayer, de hecho, Ceuta estaba en estado de sitio. Fue necesario “blindar” el Traslado, deseado por la mayoría de los ciudadanos de Ceuta, de origen cristiano y miembros de la civilización occidental, para que pudiera tener lugar de manera pacífica. Y, con estos energúmenos, quieren algunos practicar alianzas, ¡que locura! Con estos, no cabe sino la aplicación de la Ley y a rajatabla.
A los elementos que hicieron necesario tal alarde de fuerza pública, concretamente a ellos y a los que les protegen, si es que así sucede – sean muchos o pocos, sean menores de edad o no y tengan las armas que tengan, que ¡vaya arsenal el del barrio del Príncipe! – les digo: paisa, marchar kabila. No merecéis estar entre nosotros. ¡Fuera! Una ciudad que presume con orgullo de ser española, merece mas atención – y mas rigor en la aplicación de la Ley – que el que le prestan nuestras autoridades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario