11 enero, 2009

CUANDO EL ORGULLO MITIGA LA TRISTEZA.-

EL JUAN SEBASTIÁN ELCANO PARTE HACIA SU LXXX CRUCERO DE INSTRUCCIÓN · FAMILIARES Y AMIGOS ACUDIERON A DESPEDIR A LOS TRIPULANTES DEL BUQUE ESCUELA EN EL PUERTO DE CÁDIZ´.
El Juan Sebastián Elcano parte hacia su LXXX crucero de instrucción · Familiares y amigos acudieron a despedir a los tripulantes del buque escuela en el puerto de Cádiz
Los más intensos, quizá los de los enamorados. Pero no le quedan a la zaga los de las madres y los de los hijos. Decenas de besos por metro cuadrado, entre alguna que otra lágrima, se intercambiaban hoy en el puerto de Cádiz. Familiares, amigos -y apostaría que hasta algún desconocido sentimental- besaban y abrazaban a aquellos que hoy partían con el LXXX Crucero de instrucción del buque escuela Juan Sebastián Elcano. Los primeros acordes de la banda de música flotaban desde antes de las 11:00 horas, cuando ya comenzaban a llegar los primeros grupos de personas, ávidas de coger un buen sitio, en primera fila, para despedir a quien se les iba. No fue hasta una hora y media después cuando el buque soltó sus amarras. Una intensa hora y media donde se sucedieron sin tregua los momentos emotivos. Tras el momento de las últimas despedidas, los últimos abrazos, esos últimos besos que siempre saben a poco, la dotación del buque embarcó, dando lugar a unos largos minutos donde las lágrimas se hacían con el control de sus dueños, dentro y fuera del barco. "¡Te queremos!", ""¡Olé, mi niño!" o numerosos grititos estridentes que clamaban "¡Papáaaaa!", resonaban al otro lado de la valla amarilla que separaba a los que se iban de los que se quedaban. Las lágrimas, que no siempre proceden del mismo lugar, en este caso lo hacían de un amalgama de sentimientos, que mezclaba la tristeza y el orgullo por partes casi iguales. Manuela, que despedía a su hermano José, afirmaba que en ese momento "pesa más la pena", pero que también "el orgullo de que vaya en Elcano es muy importante". La mujer de José, lo llevaba algo peor, aunque no peor que su hija, que despedía a padre y novio y que, en dos años, también embarcará. Ahí es nada. La música no facilitaba las cosas para hacerse el fuerte y los sentimientos afloraban muy intensamente a medida que el buque se iba adentrando en el mar. Ese mar que les llevará de aquí a Tenerife, para posteriormente realizar escalas en Brasil, Colombia o las Bermudas, entre otros lugares, hasta el 13 de julio, fecha en la que el Elcano regresará a España. Ese día, quizá haya aún más besos por metro cuadrado. Todos los que las familias, los amigos, y los novios hayan acumulado durante todos esos meses, durante todo el tiempo que tuvieron que conformarse con besar fotografías.

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