29 julio, 2007

11 M. NO TE LO PIERDAS.-

SEGÚN LOS ANÁLISIS DE LA UNIVERSIDAD DE SANTIAGO, EL ADN DE LA HUELLA DE LA MOCHILA DE VALLECAS PERTENECE A UN EUROPEO.
El Mundo publica este sábado otra novedad sobre la investigación del 11-M. La huella encontrada en la mochila de Vallecas no pertenece a una persona de origen magrebí, sino europeo. El análisis de ADN ha sido realizado en la Universidad de Santiago de Compostela por encargo del juez Juan del Olmo y tiene una fiabilidad del cien por cien. Y lo ha solicitado AHORA.
La mochila de Vallecas es la prueba clave sobre la que se basa la acusación de la fiscal Olga Sánchez. Además de las numerosas dudas sobre el cómo y por qué de la misteriosa aparición de la mochila, ahora se suma esta nueva incógnita.
Según publica El Mundo, que cita al Diario Gallego como fuente, el juez Del Olmo encargó a los científicos del Instituto de Medicina Legal, en colaboración con la Facultad de Matemáticas de la Universidad de Santiago de Compostela, la investigación de la huella. Quería que averiguaran el origen europeo o norteafricano de perfiles de ADN sin identificar en diversas muestras relacionadas con los atentados del 11-M, entre ellas las de la mochila de Vallecas. Los resultados de los análisis de ADN del Perfil 11 correspondiente a un "anónimo varón" concluyen que pertenece a un europeo y no a un magrebí.
El ADN examinado no coincide con el ninguno de los suicidas ni con otros sin identificar que se han localizado en la casa de Morata, en el piso de Leganés, en la Ago o en el Skoda.
La huella apareció en la parte exterior de la mochila y, según los informes policiales, "pudo ser manipulada en Ifema y no pertenece necesariamente a un terrorista".
Del Olmo encargó este análisis a la Universidad de Santiago porque es el único en el mundo con un sistema para identificar el origen geográfico de una muestra biológica ya sea procedente de una huella o de un trozo de tela y determina el origen geográfico de la persona con una probabilidad de casi el cien por cien.
El "Correo Gallego" publica una exclusiva de las que pueden cambiar el rumbo de la investigación e incluso de la sentencia, porque todos los supuestos autores materiales son magrebíes. La mochila de Vallecas es el quicio en torno al cual giran todos los puntos oscuros del 11-M, porque es la prueba decisiva. El teléfono móvil y la tarjeta encontrados en ella permitieron las primeras detenciones en la misma jornada de reflexión electoral, pero muchos datos sobre la forma en que del teléfono y la tarjeta se llegó a las detenciones, no cuadran. El explosivo contenido en ella (Goma 2 ECO) no es el mismo que estalló en los trenes, que incluye componentes que no forman parte de la Goma 2 ECO. Y la cadena de custodia de la misma, desde su supuesta procedencia en El Pozo hasta Ifema, y luego a la comisaría donde apareció, está llena de agujeros, sobre todo en origen: ningún policía la detectó en El Pozo, y eso que se revisaron varias veces de arriba abajo todos los enseres recogidos, precisamente a la caza de otra bomba que no hubiese estallado, o preparada como trampa.Pero ahora El Correo Gallego plantea un interrogante muy serio a la versión oficial (esto es, sumarial) sobre la matanza. La exclusiva del diario compostelano afirma que la única huella de ADN encontrada en la mochila es, con un 100% de seguridad, de un europeo, no de un magrebí. El juez instructor Juan del Olmo encargó al Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Santiago, que dirige el profesor Ángel Carracedo, que realizase un perfil geográfico de dicha huella, algo en lo que esta institución académica está especializada y con fama mundial, hasta el punto de considerarse sus técnicas superiores a las del FBI. Según explica el diario, "la metodología está basada en el análisis de pequeñas variaciones en el genoma, denominadas SNP, que cambian entre los individuos, pero también entre poblaciones humanas". Y la conclusión es clara: "La muestra obtenida de muestras de ADN de la mochila de Vallecas pertenecen a una ­persona que no es de origen magrebí, sino de Europa". Ya se sabía que no coincide con ninguno de los ADN encontrados en el piso de los suicidas de Leganés, ni con ninguno del resto de imputados en la causa como autores materiales. Un informe policial habló de que dicha huella, que apareció en la parte exterior de la mochila, podría proceder de alguna manipulación en Ifema, aunque allí los enseres de los viajeros llegaron en bolsas cerradas.La certeza de que no corresponde a un magrebí sino a un europeo no es incompatible con la autoría fijada en la instrucción, pero arroja una sombra de duda más sobre la prueba raíz de la versión oficial. Esa huella, ¿es de un europeo implicado en la masacre? ¿Es de un europeo que ha podido manipular interesadamente la prueba a posteriori para orientar la investigación? ¿O procede de una manipulación inocente durante su largo y extraño recorrido en aquella jornada?

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