24 septiembre, 2006

EL BORRADOR.-

Vamos avanzando en las investigaciones. Gracias a las declaraciones del amigo Santano a una cadena de televisión amiga – amiga suya, claro - sabemos hoy que no es que hubiera falsificación en el informe del que se eliminaron las referencias a ETA: lo que pasa es que el informe no era más que un borrador. Esto nos permite entender mucho mejor las diversas contradicciones detectadas hasta ahora.
En la furgoneta de Alcalá no había nada en la mañana del 11-M porque era sólo un borrador. La versión definitiva de la furgoneta fue acabada posteriormente en dependencias policiales, introduciendo las pruebas necesarias.
Nadie vio la mochila de Vallecas en los trenes porque todavía no estaba disponible más que un borrador. No terminaron de preparar la definitiva, que aparecería en dependencias policiales, hasta la tarde del 11-M.
El Skoda Fabia no estaba en Alcalá el 11-M porque aún era un borrador. Los servicios del estado no pudieron terminar el Skoda Fabia definitivo, con su carga de pruebas, hasta varias semanas después de los atentados.
Los terroristas suicidas no se suicidaron el 11-M porque aún eran un borrador de terrorista suicida. El borrador no pasó los controles de calidad del Ministerio de Interior hasta la tarde del sábado 3 de abril.
Los cuatro informes policiales contradictorios sobre la fecha y hora de activación de los teléfonos de Morata no son más que sucesivos borradores. Todavía no estamos seguros de disponer de la versión definitiva.
La fotografía falsa del explosivo de la Kangoo entregada al juez no era falsa. Era sólo un borrador, que aún no había pasado los controles de calidad, consistentes en ver si alguien se da cuenta de que es falsa.
La Comisión de Investigación del 11-M no investigó nada porque, en realidad, era sólo un borrador de comisión dedicado a realizar un borrador de investigación. Las conclusiones definitivas de la Comisión son, asimismo, tan sólo un borrador de las conclusiones definitivas reales.
El juez y la fiscal no investigan porque, en realidad, tan sólo son borradores de jurista. Cuando pasen a definitivos, vamos a tener que atarnos los pantalones.
No sabemos nada de lo que pasó porque, en el fondo, toda la instrucción del 11-M no es más que un inmenso borrador, lleno de tachones, omisiones, datos falsos y fragmentos inacabados o defectuosos. ¿Cuándo empezaremos la verdadera instrucción?
La duda que a todos nos queda, a la vista de lo sucedido en España en estos dos años y medio y, en especial, a la vista de lo que está pasando con la instrucción del 11-M y el proceso de rendición ante ETA, es si no estaremos, en realidad, ante un sistema político (el de nuestra transición) que para algunos no era más que eso: un borrador. Y si ésos que consideraban la Constitución tan sólo como un paso intermedio para llegar a otra parte no habrán recurrido al 11-M para enviar ese borrador a la trituradora de la Historia y sustituirlo por la versión definitiva que tenían pensada.
O a lo mejor no quiero decir en realidad eso y este artículo no es más que otro borrador.
L. del Pino.

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