26 agosto, 2007

11 M. OTRO ENGAÑO POLICIAL.-


LA UCI SUSTITUYÓ EL NÚMERO ORIGINAL POR EL DEL INSPECTOR PARRILLA. LA UCI MANIPULÓ UN LISTADO TELEFÓNICO DEL 11-M PARA OCULTAR A DEL OLMO EL NÚMERO DE UN POLICÍA.
El sumario del 11-M sigue arrojando sorpresas. Ni siquiera los datos telefónicos, sobre los que se asienta lo poco que queda de la versión oficial presentada en el juicio, quedaron libres de las manipulaciones. Los datos originales aportados por las operadoras permiten comprobar que se llegó al extremo de cambiar directamente los datos telefónicos a la hora de elaborar los informes entregados al juez. Es lo que sucede, por ejemplo, con una serie de llamadas recibidas por el hermano de uno de los suicidas de Leganés desde el teléfono de un policía.
El día 3 de abril, siete presuntos suicidas morían en el piso de Leganés después de ser rodeados por la Policía. La versión oficial afirma que uno de ellos, Abdenabi Kounjaa, llamó a su hermano Abdelkader poco antes de la explosión del piso, anunciándole en esa llamada su intención de hacerse volar por los aires. Durante el juicio, Abdelkader afirmó no haber reconocido la voz de su hermano en esa llamada, pero lo cierto es que esa llamada sirvió el 3 de abril para convencer a los efectivos congregados en torno al piso de Leganés de que se enfrentaban a peligrosos terroristas, dispuestos a morir matando.
Según los informes que obran en la causa, en los días previos a esa explosión del piso se produjeron siete llamadas al teléfono móvil de Abdelkader Kounjaa desde un teléfono de la Policía. Concretamente, las siete llamadas tuvieron lugar entre los días 28 y 30 de marzo. No sabemos si con posterioridad existieron otras llamadas, porque los listados telefónicos correspondientes a Abdelkader Kounjaa se interrumpen el día 30, tres días antes de la explosión de Leganés. Esas llamadas no tendrían en sí nada de peculiar, si no fuera por un hecho: a la hora de elaborar los informes telefónicos entregados al juez Del Olmo, la Unidad Central de Inteligencia ocultó el teléfono del policía que había efectuado las llamadas, sustituyéndolo por otro.
Concretamente, las llamadas a Abdelkader Kounjaa se produjeron desde el teléfono 6303000802225, tal como consta en los listados originales de llamadas entregados por Amena. El prefijo 630300080 es el que aparece en los listados de las operadoras al efectuarse una llamada desde alguna de las extensiones conectadas a la centralita de la DGP. Los cuatro últimos dígitos, en este caso 2225, indican la extensión de la persona que realiza la llamada.
Sin embargo, en su informe de fecha 10/2/2006, entregado al juez Del Olmo cuando ya estaba a punto de cerrarse la causa, la Unidad Central de Inteligencia eliminó todas las referencias al 6303000802225 de los listados de llamadas de Abdelkader Kounjaa, sustituyendo en las siete llamadas el teléfono original por el 6303000802053, otro teléfono de la propia Policía que resulta corresponder, curiosamente, al inspector Parrilla.
El inspector Parrilla saltó a los medios debido a que el juez Del Olmo
ordenó su detención acusándole de revelación de secretos por reunirse con el periodista de El Mundo Fernando Lázaro.
¿Qué motivo había para que la UCI manipulara un listado telefónico, ocultando al juez Del Olmo el número desde el que se había llamado en los días previos a ese Abdelkader Kounjaa que tan relevante papel desempeñaría la tarde de la explosión del piso de Leganés?
¿Por qué se tomó la decisión de sustituir el teléfono original precisamente por el del inspector Parrilla?
Pero la pregunta más evidente que este episodio plantea es otra más fundamental: ¿qué otros datos telefónicos se han manipulado a la hora de elaborar los informes presentados en el juicio del 11-M que se acaba de celebrar?
Luís del Pino. L. D.

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