EL GOBIERNO CAMBIA DE RETÓRICA, NO DE HECHOS. LA PIRUETA DE EL PAÍS: DONDE DIJE "ANV", DIGO "BATASUNA".
El diario pro-gubernamental por excelencia vira bruscamente sobre ANV y recomienda este sábado al Ejecutivo que no descarte la "hipótesis" de ilegalizar este partido, por ser "una pantalla de Batasuna".
El 12 de mayo de 2007, al defender las 123 candidaturas de ANV toleradas por el Gobierno –que no las impugnó – El País opinaba algo muy distinto:
"Mantener que ETA y Batasuna han vuelto a las instituciones a través de las candidaturas no impugnadas de ANV es una simplificación que no se corresponde con la realidad".
Las nuevas tesis del diario, tras el intento de masacre de ETA en la casa cuartel de Durango, malogran lo que le han venido contando a sus lectores hasta el día antes del atentado.
De entrada, El País sostiene que "puede ser defendible" adaptar la Ley a las circunstancias, una doctrina en plena sintonía con la teoría y la práctica de la Fiscalía durante la tregua china [o sea, de cuento chino. Exactamente eso es lo que defendió Cándido Conde-Pumpido: que los jueces debían adaptarse a la negociación del Gobierno con ETA.
Dice ahora, veinticuatro horas después de que ETA haya intentado matar a mujeres, niños y guardias civiles con cien kilos de explosivos, el diario de referencia del Gobierno: "Puede ser defendible la idea de que, dentro de lo que la Ley permite, el Estado observe una actitud diferente con tregua que sin ella".
Se pudo ser "tolerante" con Batasuna-ETA, dice la forja ideológica de Prisa, "como forma de favorecer que el brazo político arrastrase a los terroristas al abandono de las armas", pero hay que cancelar inmediatamente esa tolerancia "en cuanto regresa la violencia".
TRES MUERTOS CUANDO HABÍA "TOLERANCIA".
Para El País, no existen Carlos Palate y Diego Estacio, los dos muertos del atentado del 30 de diciembre contra la T-4, y tampoco el anciano al que los terroristas mataron al quemarle su casa con él dentro.
El Gobierno no dejó de negociar con ETA por estos tres muertos, ni siquiera en vísperas de las Elecciones locales del pasado 27 de mayo. Tampoco privó a Ignacio de Juana de sus paseos por San Sebastián, de las mieles del Bimbo y de húmedas intimidades con su novieta.
El diario El País afirma ahora que sin tregua no hay "tolerancia". "Por eso está en la cárcel Otegi, que tenía cuentas pendientes con la Justicia, y también De Juana Chaos".
También recomienda ahora que se estudie la ilegalización de ANV porque esta "pantalla de Batasuna" se niega a condenar el atentado contra la casa cuartel de Durango.
Aparte de enarbolar la doctrina de la versatilidad de la Ley, adaptada en cada momento a las circunstancias políticas, la nueva posición del diario pro-gubernamental es, en sí misma, una demostración de lo que postula.
ACOSTUMBRARSE A DE JUANA EN LA CALLE.
¿Qué dijo El País sobre la excarcelación de De Juana? El 14 de marzo de 2007, después de que el Gobierno lo sacase de prisión, El País no mencionó en ningún momento la "tolerancia" elástica con ETA que esgrime ahora para explicar, retrospectivamente, la excarcelación. Una "tolerancia" de la que todos, excepto el Gobierno y El País, tenían sobradas evidencias,
En su lugar, el periódico pro-gubernamental justificó así la decisión del Gobierno:
"Se enfrentaba al chantaje de libertad o muerte de un De Juana dispuesto a dejarse morir. En lugar de ceder, el Gobierno buscó una vía entre las permitidas por la Ley que evitase tanto la liberación del preso como su muerte, de la que habrían derivado males mayores".
En un artículo editorial del 13 de febrero de 2007, El País comparte la decisión del Tribunal Supremo de rebajar, de doce a tres años, la condena a De Juana por amenazas y enaltecimiento terrorista:
"Habrá que acostumbrarse a algo tan elemental en un Estado de derecho como que los terroristas, incluso personas tan sanguinarias como De Juana, salgan de la cárcel una vez cumplida la condena, como sucede con cualquier otro delincuente".
Por aquellos días, el concepto de "tolerancia" que ahora emerge como explicación retrospectiva de la actitud del Gobierno hacia ETA, no aparecía por ninguna parte en la salchichera argumental de El País.
LA DE PARTIDOS, UNA "LEY EXCEPCIONAL".
Sobre ANV, a la que El País califica ahora sin rubor como "pantalla de Batasuna", y sobre la que recomienda estudiar su ilegalización, la opinión editorial era muy distinta mientras al Gobierno le interesó "tolerar" que 123 candidaturas se colasen en las Elecciones del pasado 27 de mayo.
Actualmente, ETA controla a través de ANV mayorías, presupuestos y tiene acceso a datos personales de potenciales víctimas, en Ayuntamientos como el de Durango.
El pasado 7 de mayo, un día después de que el Tribunal Supremo prohibiese las 256 candidaturas de ANV impugnadas por la Fiscalía y el Gobierno, y reprochase al Ejecutivo que no hubiese hecho lo mismo con las 123 restantes, El País cuestionaba la Ley de Partidos como una norma "excepcional y de muy problemática aplicación, en la medida en que es limitativa de derechos".
A juicio de aquel diario El País, la situación en la que se promulgó la Ley "también era excepcional", debido a "la estrategia iniciada por ETA a mediados de los noventa de asesinar o atacar a los candidatos y representantes de los partidos que competían electoralmente con Batasuna. En esas condiciones no puede haber competición democrática".
El País sostenía, así, implícitamente, que las condiciones habían cambiado durante la falsa tregua y que ahora sí puede haber "competición democrática" en el País Vasco porque no se asesina ni ataca a candidatos y representantes.
Días después de este editorial, el 12 de mayo, El País volvía a comentar una decisión judicial, esta vez la sentencia del Tribunal Constitucional ratificando la decisión del Tribunal Supremo de prohibir sólo las candidaturas de ANV que el Gobierno y la Fiscalía habían impugnado.
Dijo El País, entonces, para defender la permanencia de las 123 restantes, en plena sintonía con los argumentos del Gobierno:
"Mantener que ETA y Batasuna han vuelto a las instituciones a través de las candidaturas no impugnadas de ANV es una simplificación que no se corresponde con la realidad y una hipótesis que no se deduce de las resoluciones del Tribunal Supremo avaladas por el Constitucional".
Ahora que ANV, es decir, ETA, ya está en las instituciones, El País no duda en definir a este partido como "pantalla de Batasuna", es decir, de ETA.
Sólo una voz en El País parece que envejece bien y resiste el examen de la memoria. Se trata de Javier Pradera quien, al menos sobre la presencia de ANV en las instituciones, tuvo la honradez o el cinismo de invocar a Ortega en El espíritu de la letra, cuando el filósofo reconoce que "la palabra escrita levanta bandadas de pensamientos en cada lector", cuyos "vuelos" hacen posible –observa Pradera el 9 de mayo – que "la literalidad de una norma pueda ser interpretada torcidamente –conscientemente o no – por los hermeneutas".
Por lo menos, el veterano editorialista de El País admitía lo que ha estado haciendo el Gobierno todo el tiempo, para encajar a ETA. Retorcer la Ley, siguiendo el voluble "espíritu de la letra".
El País, un día después del atentado en Durango, predica con el ejemplo. Su bandazo es digno de los anales periodísticos. ¿Le cuesta encontrar el rumbo al periódico, tras la desaparición física de su patrón? El simpático editorial de este sábado no es el primer síntoma de ello.
Libertad Digital.
El diario pro-gubernamental por excelencia vira bruscamente sobre ANV y recomienda este sábado al Ejecutivo que no descarte la "hipótesis" de ilegalizar este partido, por ser "una pantalla de Batasuna".
El 12 de mayo de 2007, al defender las 123 candidaturas de ANV toleradas por el Gobierno –que no las impugnó – El País opinaba algo muy distinto:
"Mantener que ETA y Batasuna han vuelto a las instituciones a través de las candidaturas no impugnadas de ANV es una simplificación que no se corresponde con la realidad".
Las nuevas tesis del diario, tras el intento de masacre de ETA en la casa cuartel de Durango, malogran lo que le han venido contando a sus lectores hasta el día antes del atentado.
De entrada, El País sostiene que "puede ser defendible" adaptar la Ley a las circunstancias, una doctrina en plena sintonía con la teoría y la práctica de la Fiscalía durante la tregua china [o sea, de cuento chino. Exactamente eso es lo que defendió Cándido Conde-Pumpido: que los jueces debían adaptarse a la negociación del Gobierno con ETA.
Dice ahora, veinticuatro horas después de que ETA haya intentado matar a mujeres, niños y guardias civiles con cien kilos de explosivos, el diario de referencia del Gobierno: "Puede ser defendible la idea de que, dentro de lo que la Ley permite, el Estado observe una actitud diferente con tregua que sin ella".
Se pudo ser "tolerante" con Batasuna-ETA, dice la forja ideológica de Prisa, "como forma de favorecer que el brazo político arrastrase a los terroristas al abandono de las armas", pero hay que cancelar inmediatamente esa tolerancia "en cuanto regresa la violencia".
TRES MUERTOS CUANDO HABÍA "TOLERANCIA".
Para El País, no existen Carlos Palate y Diego Estacio, los dos muertos del atentado del 30 de diciembre contra la T-4, y tampoco el anciano al que los terroristas mataron al quemarle su casa con él dentro.
El Gobierno no dejó de negociar con ETA por estos tres muertos, ni siquiera en vísperas de las Elecciones locales del pasado 27 de mayo. Tampoco privó a Ignacio de Juana de sus paseos por San Sebastián, de las mieles del Bimbo y de húmedas intimidades con su novieta.
El diario El País afirma ahora que sin tregua no hay "tolerancia". "Por eso está en la cárcel Otegi, que tenía cuentas pendientes con la Justicia, y también De Juana Chaos".
También recomienda ahora que se estudie la ilegalización de ANV porque esta "pantalla de Batasuna" se niega a condenar el atentado contra la casa cuartel de Durango.
Aparte de enarbolar la doctrina de la versatilidad de la Ley, adaptada en cada momento a las circunstancias políticas, la nueva posición del diario pro-gubernamental es, en sí misma, una demostración de lo que postula.
ACOSTUMBRARSE A DE JUANA EN LA CALLE.
¿Qué dijo El País sobre la excarcelación de De Juana? El 14 de marzo de 2007, después de que el Gobierno lo sacase de prisión, El País no mencionó en ningún momento la "tolerancia" elástica con ETA que esgrime ahora para explicar, retrospectivamente, la excarcelación. Una "tolerancia" de la que todos, excepto el Gobierno y El País, tenían sobradas evidencias,
En su lugar, el periódico pro-gubernamental justificó así la decisión del Gobierno:
"Se enfrentaba al chantaje de libertad o muerte de un De Juana dispuesto a dejarse morir. En lugar de ceder, el Gobierno buscó una vía entre las permitidas por la Ley que evitase tanto la liberación del preso como su muerte, de la que habrían derivado males mayores".
En un artículo editorial del 13 de febrero de 2007, El País comparte la decisión del Tribunal Supremo de rebajar, de doce a tres años, la condena a De Juana por amenazas y enaltecimiento terrorista:
"Habrá que acostumbrarse a algo tan elemental en un Estado de derecho como que los terroristas, incluso personas tan sanguinarias como De Juana, salgan de la cárcel una vez cumplida la condena, como sucede con cualquier otro delincuente".
Por aquellos días, el concepto de "tolerancia" que ahora emerge como explicación retrospectiva de la actitud del Gobierno hacia ETA, no aparecía por ninguna parte en la salchichera argumental de El País.
LA DE PARTIDOS, UNA "LEY EXCEPCIONAL".
Sobre ANV, a la que El País califica ahora sin rubor como "pantalla de Batasuna", y sobre la que recomienda estudiar su ilegalización, la opinión editorial era muy distinta mientras al Gobierno le interesó "tolerar" que 123 candidaturas se colasen en las Elecciones del pasado 27 de mayo.
Actualmente, ETA controla a través de ANV mayorías, presupuestos y tiene acceso a datos personales de potenciales víctimas, en Ayuntamientos como el de Durango.
El pasado 7 de mayo, un día después de que el Tribunal Supremo prohibiese las 256 candidaturas de ANV impugnadas por la Fiscalía y el Gobierno, y reprochase al Ejecutivo que no hubiese hecho lo mismo con las 123 restantes, El País cuestionaba la Ley de Partidos como una norma "excepcional y de muy problemática aplicación, en la medida en que es limitativa de derechos".
A juicio de aquel diario El País, la situación en la que se promulgó la Ley "también era excepcional", debido a "la estrategia iniciada por ETA a mediados de los noventa de asesinar o atacar a los candidatos y representantes de los partidos que competían electoralmente con Batasuna. En esas condiciones no puede haber competición democrática".
El País sostenía, así, implícitamente, que las condiciones habían cambiado durante la falsa tregua y que ahora sí puede haber "competición democrática" en el País Vasco porque no se asesina ni ataca a candidatos y representantes.
Días después de este editorial, el 12 de mayo, El País volvía a comentar una decisión judicial, esta vez la sentencia del Tribunal Constitucional ratificando la decisión del Tribunal Supremo de prohibir sólo las candidaturas de ANV que el Gobierno y la Fiscalía habían impugnado.
Dijo El País, entonces, para defender la permanencia de las 123 restantes, en plena sintonía con los argumentos del Gobierno:
"Mantener que ETA y Batasuna han vuelto a las instituciones a través de las candidaturas no impugnadas de ANV es una simplificación que no se corresponde con la realidad y una hipótesis que no se deduce de las resoluciones del Tribunal Supremo avaladas por el Constitucional".
Ahora que ANV, es decir, ETA, ya está en las instituciones, El País no duda en definir a este partido como "pantalla de Batasuna", es decir, de ETA.
Sólo una voz en El País parece que envejece bien y resiste el examen de la memoria. Se trata de Javier Pradera quien, al menos sobre la presencia de ANV en las instituciones, tuvo la honradez o el cinismo de invocar a Ortega en El espíritu de la letra, cuando el filósofo reconoce que "la palabra escrita levanta bandadas de pensamientos en cada lector", cuyos "vuelos" hacen posible –observa Pradera el 9 de mayo – que "la literalidad de una norma pueda ser interpretada torcidamente –conscientemente o no – por los hermeneutas".
Por lo menos, el veterano editorialista de El País admitía lo que ha estado haciendo el Gobierno todo el tiempo, para encajar a ETA. Retorcer la Ley, siguiendo el voluble "espíritu de la letra".
El País, un día después del atentado en Durango, predica con el ejemplo. Su bandazo es digno de los anales periodísticos. ¿Le cuesta encontrar el rumbo al periódico, tras la desaparición física de su patrón? El simpático editorial de este sábado no es el primer síntoma de ello.
Libertad Digital.
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