18 agosto, 2007

EL MANUAL DE CIUDADANÍA MÁS RADICAL.

EL MANUAL MAS RADICAL... DE MOMENTO...
UN NUEVO LIBRO DE LA POLÉMICA ASIGNATURA, QUE CULPA A «LOS VOTANTES DEL PP» DE LA GUERRA DE IRAK Y ANIMA A LAS CHICAS A «PERDER LA VIRGINIDAD», PODRÁ SER UTILIZADO A PARTIR DE ESTE CURSO. EL MATERIAL SE DIRIGE A DOCENTES.
Un nuevo libro publicado por la editorial Akal para Educación para la Ciudadanía ha sido el responsable de que, ni siquiera en el mes de agosto, la controvertida asignatura pase desapercibida. «Irak fue invadido por EE UU e Inglaterra con la inestimable ayuda de los votantes del PP» o «cuando al fin murió Franco, los verdugos se sentaron a discutir y le regalaron a la población española una transición democrática» son sólo algunas de las frases que se pueden encontrar en este manual dirigido a profesores.
A lo largo de 239 páginas divididas en cinco capítulos, donde no hay ni una sola mención la Constitución española, se hace una minuciosa descripción del «proletariado» y se ensalza, sin tapujos, el comunismo frente al capitalismo. Este último sistema económico, evaluado a lo largo de todo el libro, es definido como «el que ha conducido al mundo a un callejón sin salida, una matanza cotidiana y un suicidio global».
Y es que los autores, Carlos Fernández Liria, Luís Alegre Zahonero - ambos profesores de la universidad Complutense de Madrid - y Pedro Fernández Liria - doctor en Filosofía - utilizan el «Manifiesto Comunista» de Marx para explicar la mayor parte de los temas entre los que se encuentran el parlamento, la división de poderes o la Ilustración.
La subjetividad con la que cada una de los asuntos está tratado queda patente a lo largo de cada página, ya que en algunos momentos, los autores llegan a utilizar incluso la primera persona del plural.
«Algunos todavía pensamos que la democracia comenzará un día ahí donde se ponga fin al chantaje con el que el capitalismo educa para la ciudadanía».
En cuestión de regímenes de gobierno, por una parte, el libro destaca la labor de la revolución cubana y la historia reciente de Venezuela y, por otra, se cuestiona si España o EE UU son realmente un Estado de Derecho.
Los ejemplos empleados para explicar la libertad o la familia no se quedan atrás. Para la primera cuestión animan a las chicas a no conservar la «virginidad hasta el matrimonio» para así evitar ser «siervas de un sinfín de prejuicios y costumbres machistas». Para la segunda, se centran en las personas de etnia gitana. Los autores citan a la antropóloga Teresa San Román y escriben lo siguiente y los llaman «parásitos» de «ciertos intersticios del mercado de trabajo».
Ni políticos ni periodistas quedan en el olvido. Cesar Vidal, Jiménez Losantos o Gabriel Albiac son algunos ejemplos que los autores exponen para explicar el término «racistas militantes».
«Educación para la Ciudadanía. Democracia, Capitalismo y Estado de Derecho» podrá ser utilizado por los profesores en el mes de septiembre en aquellas comunidades que hayan decidido implantar para este curso la polémica asignatura.
A continuación, se ofrecen algunos de los temas reflejados en los capítulos de este manual, donde la ciudadanía «no es el resultado de ciertos marcos legales a los que llamamos democracias constitucionales»; sino «el efecto de que ciertos campos de exterminio hayan funcionado con eficacia y también de que sigan funcionando en el más allá señalado por las leyes de extranjería correspondientes». Guerra de Irak.
Para describir la guerra de Irak, los autores explican que fue EE UU e Inglaterra, «con la inestimable colaboración de nueve millones de españoles votantes del PP» - que son "malos", porque no votan lo que quieren los autores - los que invadieron el país. «Lo han destruido, han matado directamente a 200.000 civiles e indirectamente, desde los tiempos del bloqueo, a más de dos millones de personas; han alentado una guerra civil; han violado, asesinado a sangre fría, torturado sistemáticamente; han mentido y mentido», matizan.
DERECHOS HUMANOS.
Desde que la humanidad celebró con «entusiasmo el triunfo de la razón», dictando la Declaración de los Derechos Humanos, los autores consideran que «las cosas no han parado de salir al revés de lo esperado».
MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
Oriana Fallaci, tal y como recalca el manual, dio el pistoletazo de salida tras el 11-S «para dejar de morderse la lengua y ser racista sin remordimientos».
Entre los comunicadores españoles que han seguido la supuesta tendencia, el libro destaca a César Vidal, Jiménez Losantos o Gabriel Albiac. Los periodistas y el filósofo son tachados de «racistas militantes» por llamar supuestamente al presidente venezolano Hugo Chávez «negro», «gorila» y «chimpancé», y al presidente boliviano Evo Morales, «caracastaña».
En una palabra: digamos a los niños que emisoras deben escuchar y que periódicos deben leer.
Según el manual, no encontrarían tanto eco y audiencia, «tanta tolerancia» y «tanta impunidad», si sus palabras «no cayeran sobre una sociedad que ya está ideológicamente enferma y moralmente corrompida».
DEMOCRACIA ESPAÑOLA.
La manera que plantean a los profesores de presentar la democracia española a los alumnos es la siguiente. Primero, citan a Franco, a quien presentan como el que «fusiló a varios centenares de miles de personas, encarceló, torturó y amedrentó a dos generaciones». Después, describen que cuando «al fin murió», los «verdugos» se sentaron a discutir y le «regalaron» a la población española «una transición democrática».
ANTICAPITALISMO Y ELECCIONES.
A lo largo de cinco páginas, el manual ofrece ejemplos que representan, según los autores, qué es lo que ha pasado en la historia del parlamentarismo cada vez que una gota de anticapitalismo ha ganado las elecciones. Entre la situación de Guatemala, Indonesia o Brasil destacan el panorama de España. Los autores especifican que, ante la impertérrita mirada de un mundo que caminaba hacia el abismo», no se le devolvió el poder «a los que habían ganado las elecciones limpiamente en 1936».
En su lugar, el libro de texto explica que se convocaron elecciones «entre aquellos que Franco había dejado vivos».
LIBERTAD Y DIGNIDAD.
El modo que el manual tiene para explicar la libertad es el siguiente: «si porque soy mujer me comporto como corresponde comportarse a las mujeres, es fácil caer en la cuenta de que seguro me estaré haciendo sierva de un sinfín de prejuicios y costumbres machistas que han instituido, mediante mil servidumbres y mil microscópicas tiranías, que lo propio de la mujer es hacer esto y lo otro, lavar los platos o conservar la virginidad hasta el matrimonio, o vete a saber».
El método que emplea para explicar la dignidad tampoco pasa desapercibido: un buen cerdo machista debe «tenerlos bien puestos» y no comportarse como un «maricón».
FAMILIA.
Según los autores, si por el capitalismo fuera, se encontraría el medio para que los hijos «nacieran en botellas» y los hombres y las mujeres «carecieran del todo de vida familiar», de tal modo que «si se les pudiera mandar cada día a un sitio distinto si ello fuera necesario, pues tanto mejor».
Para criticar el sistema, los autores ponen como ejemplo el modo de vida de las personas de etnia gitana. Y aunque los autores los alaban por su amor y dedicación a la familia, explican que lo han hecho a fuerza de «especializarse en parasitar ciertos intersticios del mercado de trabajo, sin lograr o querer jamás integrarse en él».
PARLAMENTO.
Lo que es «gravísimo», tal y como indica el manual, «es confundir las cosas y pretender que esos parlamentos que se creen soberanos mientras no deciden nada sobre la política dictatorial de las corporaciones económicas».
Esto podría cambiar, según los autores, si «por un milagro» - ah!, creen en milagros: que contrasentido - algún día «ganara las elecciones un partido de izquierdas que estuviera dispuesto a gobernar como tal».
CUBA Y VENEZUELA.
La revolución cubana es para los autores un ejemplo a seguir por situar al país con «los mejores sistemas de salud y educación de toda la región», lo que no impide que, cuando Castro enferma, se llame a consulta a un médico español, que viaja con instrumental adecuado, porque allí no lo hay. Y también la venezolana, ya que ha conseguido que los «desposeídos» vayan a asumir el protagonismo de su ciudadanía.
La Razón.
¡QUE ASCO!

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