30 agosto, 2006

INTEGRACIÓN.-

Los acontecimientos que ocurrieron en Francia, nos deberían hacer reflexionar. Las acciones y las reacciones. Sin embargo, la reticencia mezquina en ocultarnos lo que pasa en realidad, no soy capaz de entenderla. Quizás, a los dueños de los 3.000 autos quemados, 5.000 comercios destrozados o los mas de 3 millones de afectados directos, con economías de ciudades enteras paralizadas, pudieran explicarnos que es mejor no llamar a las cosas por su nombre, a disimular quienes son los que actúan, organizan, planean y ejecutan todos y cada uno de estos actos. Porque, ¿alguien cree que esto es espontáneo?, ¿Alguien duda del origen y las características de esos activistas en cuanto a etnia, religión y pensamiento, aunque sean ya Franceses de tercera generación? ¿Y las reivindicaciones, las ideas o los objetivos?. No existen, lo que se pretende es reventar país. Lo que antes hacían los amantes de asesino Stalin con compañeros de viaje a liquidar mas tarde, ahora estos ocupan su lugar.¿Y quienes los financian ahora?. De inmediato, como en el accidente mortal que provoca un desalmado, llega primero el psicólogo a atenderlo a él, que no a las victimas. Y empiezan los exegetas de las alianzas y de las grandilocuencias a explicarnos que lo que pasa es por la marginación, que lo que hay que hacer es dar mas dinero y ayuda a los violentos, a los inadaptados a los antisistema. A las victimas, resignación y no cristiana si es posible, además de agua y ajo. Que todo ha sido un error, que todas las políticas dedicadas a reconocer y a apoyar costumbres y religiones además con leyes inaceptables para una democracia occidental moderna han sido un fracaso,no, de eso nada de nada. Son incapaces de reconocer incapacidades y de rectificar nada, sus objetivos son otros.
Quienes me conocen y si además me honran con leerme, saben lo que opino de Francia y sus políticos, que no de los Franceses en general, pero es que en Italia, en Holanda donde hasta matan a sus diputados, en Suiza donde viven aterrorizados y en España donde lo que puede pasar es realmente dramático por ser frontera efectiva, debería de hacernos o hacerlos aterrizar en la cruda realidad. El caso del Yusuf condenando a Muerte a Aristegui, no es de broma. Sé, que Oriana Fallacci no gusta, pero sin leerla no se puede entender lo que pasa, la sugiero. Sé que al mayor filosofo social de la actualidad Mr. Glucksman, se le denosta por la acritud sincera de su visión casi profética, pero sin conocer sus teorías o sus explicaciones a la realidad, es imposible actuar en este tramo de siglo que nos ha tocado vivir, les recomiendo. Y a Wolfe, si, a Tom Wolfe.
Sin embargo, aquí lo que ocurre esta clarísimo. Hay quien se integra y quien se niega a integrarse en nada que no sea su negrura más espantosa. Todos, practica y absolutamente todos los emigrantes, desde asiáticos a americanos, desde eslavos hasta subsaharianos, se integran en el país que les acoge, llegan a amarlo y a defenderlo, a mezclarse y de tal manera, que ser multietnico, es algo verdaderamente grandioso, y la vida y las personas mejoran con la mezcla que es una maravilla. Algunos,la inmensa mayoría, practican la integración positiva, otros, los menos, lamentablemente se hacen delincuentes. Pero como los nativos de donde les acogen, ni más ni menos. ¿Quiénes son los que no se integran?. Los que se niegan les den lo que les den, les ofrezcan lo que quiera que sea, y les apliquen la terapia más moderna salida de los hornos de las más reaccionarias mentes pseudo-progresistas, prestas en apoyar a todos los intolerantes, sectarios, antidemócratas y partidarios de hacer desaparecer del mapa a Estados o ciudadanos de otras religiones o países. Las declaraciones del Primer ministro Iraní, nos indican a que altura moral están los que las ignoran y en que suelo de credibilidad estan las Instituciones como la ONU, que anegada en su corrupción mira para otro lado.
Pues sí, esos, los que interpretan su religión como algo que los desune del resto, que los hace “especiales”, que incluyen terror, inmolación si es para matar a otros, muerte, tortura, explotación, lapidacion y opresión de las mujeres, donde la religión es lo que marca el código civil y el penal, donde se aplica la pena de muerte sobre todo a las mujeres, incluso a niñas desde los 8 años-previa violación para que no vayan al “paraíso”, en la mayor parte de los casos por no delatar a sus familiares por ser débiles en la practica religiosa y un sin número e inmenso mar de infamias y degradantes normas. Todas, todas absolutamente incompatibles con nuestra civilización occidental, imposible de integrar, desarmados democráticamente ante ellos con todos sus derechos, ninguno nosotros; debemos de aprender de Francia. Jamás se integrarán.
La solución seria más fácil o inexistente el problema,si sus países de origen fueran democracias, no satrapías teócratas medievales, pero como eso es imposible, si quieren emigrar que lo hagan a los países de su misma ideología, con inmensos recursos petroleros y que allí practiquen a sus anchas las interpretaciones que hacen ellos de su negra obsesión. Sí, yo me resisto a llamarlo religión, por no insultar a las religiones incluida la misma de ellos, que en ningún caso, propone lo que ellos interpretan. Eso en absoluto.
A reflexionar.
A mi amigo Majid Sarmadi, un Integrado entrañable.
L. Soriano.

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