23 diciembre, 2008

OBRAS EN AYUNTAMIENTOS.-



Ejemplo típico del trabajo comunitario. Ni siquiera uno disimula.
OCHO MIL MILLONES A LA BASURA.
Próximamente, con fruición – y morosidad, seguro – se van a acometer – ya suenan los claros clarines, “en España empieza a amanecer”, etc. – ciertas obritas de no mas de cinco millones de euros, eso si, junto a un cartel de metro y medio por un metro, en el que se refleje “Gobierno de España” (ignoro si también con una fotografía de la Sra. de la Vogue, con alguno de sus últimos modelitos).
Las obras pueden ser necesarias o innecesarias. Supongamos que no se acometen estas, lo que ya es suponer.
Y supongamos que se saca a concurso - ¿o es que van a ser adjudicadas “a dedo”? – la pavimentación de una calle. La Empresa Adjudicataria, se supone que es seria, solvente y experimentada; luego tiene sus empleados de siempre, porque para manejar una extendedora de aglomerado asfáltico, fabricar el mismo producto en la correspondiente planta, manejar un dumper o un trailer, no vale cualquier emigrante, incluso aunque sea tan negro como Obama, gran mérito, por cierto.
En estos casos – y en muchos otros – sería imposible contratar a un parado, salvo que la empresa lo de de baja ayer, para darle de alta mañana: un truco zapateril, del mayor clasicismo y puro estilo “de la casa”, que no resolvería el número de parados, pero haría el páripe de los gabilondos prisáicos de turno. No se cuentan los despedidos, solamente los contratados y ¡viva el arte del toreo! (Los toreados seremos todos nosotros).
Otra cosa es que se contrate gente para que creamos que pintan farolas, barren calles o limpian cunetas. “Eso” es el PER – pan para hoy, hambre para mañana - serían obras innecesarias y volveríamos al principio… solo que con ocho mil millones de euros menos.
La aplicación de las doctrinas keynesianas en tiempos de la Gran Depresión, tuvo éxito porque – en aquellos años treinta – la mecanización de las Obras Públicas era muy inferior a la actual, incluso en Los Estados Unidos de América, lo que obligaba a una mucho mayor – por necesaria – contratación de mano de obra.
A principio de los años cincuenta, recuerdo haber visto en las obras de la carretera de Ceuta a Tetuán, a unos doscientos moros partiendo y machacando piedra para fabricar el “macadam”. Pero eran otros tiempos: ya nadie sabe construir un buen “macadam” o un poner en obra un doble tratamiento superficial.
Así que “esto” de los ocho mil millones, va a resultar una mezcla de leche machanga, rollo macareno y bienvenidas dádivas para los que – con el carnet del nuevo “Movimiento” en la boca – reciban el obsequio, bajo una voz que le dice: “¡recuerda, picha, ya sabes a quien tienes que votar!”
NOTICIA DE ULTIMA HORA.-
Me asegura alguien muy relacionado con el Area de Urbanismo del Ayuntamiento de una gran población costera de la malagueña Costa del Sol Oriental, que el asunto es peor de lo que yo imaginaba. Porque no van a redactar Proyectos, sino una simple Memoria explicativa, supongo – lo hago yo por mi cuenta – que con un Presupuesto orientativo.
Solo falta que las adjudicaciones sean digitales y que las obras sean innecesarias y se habrá cerrado el círculo de ocho mil millones de euros dilapidados inútilmente.

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