A VER SI NOS ACLARAMOS.
Podemos establecer, para comenzar, que en el término municipal de Málaga no existen puertos deportivos y que nos son necesarios. En el puerto comercial, existe una dársena para vela ligera – que desaparecerá con le profunda remodelación del puerto – y se establecerá algo parecido, en otro lugar sin concretar, insuficiente a todas luces. En el límite este del término municipal, existe una obra marítima sin acabar, a la que todos denominamos – misericordiosamente – puerto deportivo de El Candado – una concesión administrativa - y que no responde, en absoluto, a las necesidades de la ciudad en el siglo XXI, ya que necesita – perentoriamente – una urgente “intervención quirúrgica”. Nació enfermo y continúa con aterramientos sistemáticos que hacen necesario dragados regulares y frecuentes. Por otra parte, sus condiciones de evolución y maniobra – con mar moderadamente gruesa – son inaceptables y peligrosas.
Como quiera que el Club El Candado, no se encuentra en condiciones económicas – tampoco creo que tenga capacidad de obtener crédito, mas bien “debe hasta de callarse” - de acometer las obras de ampliación y abrigo necesarias, sería aconsejable rescatar la concesión para que, tras el oportuno concurso público, una empresa privada – ahorremos gasto público – pueda proceder a ello.
En los alrededores del límite oeste del término municipal - a dos kilómetros del aeropuerto, a seis del centro de la ciudad y a cuatro de Torremolinos - existe un proyecto de una empresa privada, La Marina de Arrajainal, consistente en construir un puerto deportivo interior – es decir, “excavado” en terrenos que son de su propiedad, los mismos que desea expropiar la portavoz municipal socialista - con mil atraques, un campo de golf y unas mil viviendas, además de alguna instalación hotelera, al que se opone frontalmente la Junta de Andalucía, aunque no comprendo el por que. En un reciente coloquio de Popular TV, pudimos escuchar al gerente de “Málaga Port”, simpático y conspicuo miembro del partido dominante en la Junta, asegurar tajantemente, “que el nuevo puerto deportivo iría en San Andrés”, es decir, a “un tiro de piedra” de Arrajainal. Al margen de que no entra en las competencias del brillante gerente, decidir sobre estos temas – por decirlo claro, ni pincha ni corta, por muchos amiguetes que tenga en los altos lugares – no se comprende que aquello que no es bueno en Guadalmar, resulte aconsejable en San Andrés, invadiendo e inutilizando playas muy concurridas y utilizadas. Se trata de los terrenos que la portavoz socialista propone “expropiar”, se supone que para hacer viviendas para los miembros de su partido, ya que no ha explicitado nada al respecto
En mi opinión, en una ciudad construida “a lo largo”, como Málaga en su origen, sería idóneo disponer de, como mínimo, dos puertos deportivos situados en los extremos de su término municipal y lo mas lejanos posible, el uno del otro. Si, además, podemos contar con otros dos, en San Andrés y el Morlaco – tal y como pretende el alcalde - miel sobre hojuelas: eso es riqueza y en una ciudad sin otra industria que el turismo, no caben oposiciones trasnochadas o aldeanas.
A ver si nos aclaramos, Bustinduy’s.
Podemos establecer, para comenzar, que en el término municipal de Málaga no existen puertos deportivos y que nos son necesarios. En el puerto comercial, existe una dársena para vela ligera – que desaparecerá con le profunda remodelación del puerto – y se establecerá algo parecido, en otro lugar sin concretar, insuficiente a todas luces. En el límite este del término municipal, existe una obra marítima sin acabar, a la que todos denominamos – misericordiosamente – puerto deportivo de El Candado – una concesión administrativa - y que no responde, en absoluto, a las necesidades de la ciudad en el siglo XXI, ya que necesita – perentoriamente – una urgente “intervención quirúrgica”. Nació enfermo y continúa con aterramientos sistemáticos que hacen necesario dragados regulares y frecuentes. Por otra parte, sus condiciones de evolución y maniobra – con mar moderadamente gruesa – son inaceptables y peligrosas.
Como quiera que el Club El Candado, no se encuentra en condiciones económicas – tampoco creo que tenga capacidad de obtener crédito, mas bien “debe hasta de callarse” - de acometer las obras de ampliación y abrigo necesarias, sería aconsejable rescatar la concesión para que, tras el oportuno concurso público, una empresa privada – ahorremos gasto público – pueda proceder a ello.
En los alrededores del límite oeste del término municipal - a dos kilómetros del aeropuerto, a seis del centro de la ciudad y a cuatro de Torremolinos - existe un proyecto de una empresa privada, La Marina de Arrajainal, consistente en construir un puerto deportivo interior – es decir, “excavado” en terrenos que son de su propiedad, los mismos que desea expropiar la portavoz municipal socialista - con mil atraques, un campo de golf y unas mil viviendas, además de alguna instalación hotelera, al que se opone frontalmente la Junta de Andalucía, aunque no comprendo el por que. En un reciente coloquio de Popular TV, pudimos escuchar al gerente de “Málaga Port”, simpático y conspicuo miembro del partido dominante en la Junta, asegurar tajantemente, “que el nuevo puerto deportivo iría en San Andrés”, es decir, a “un tiro de piedra” de Arrajainal. Al margen de que no entra en las competencias del brillante gerente, decidir sobre estos temas – por decirlo claro, ni pincha ni corta, por muchos amiguetes que tenga en los altos lugares – no se comprende que aquello que no es bueno en Guadalmar, resulte aconsejable en San Andrés, invadiendo e inutilizando playas muy concurridas y utilizadas. Se trata de los terrenos que la portavoz socialista propone “expropiar”, se supone que para hacer viviendas para los miembros de su partido, ya que no ha explicitado nada al respecto
En mi opinión, en una ciudad construida “a lo largo”, como Málaga en su origen, sería idóneo disponer de, como mínimo, dos puertos deportivos situados en los extremos de su término municipal y lo mas lejanos posible, el uno del otro. Si, además, podemos contar con otros dos, en San Andrés y el Morlaco – tal y como pretende el alcalde - miel sobre hojuelas: eso es riqueza y en una ciudad sin otra industria que el turismo, no caben oposiciones trasnochadas o aldeanas.
A ver si nos aclaramos, Bustinduy’s.
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