12 mayo, 2006

NUESTRAS FRAGATAS F – 100 II.-


Para cualquier eventualidad. La arquitectura naval de las F-100 españolas sigue de cerca la arquitectura de los DDG-51. Lo más destacable en su figura es el bloque tronco piramidal situado tras el puente, y que hace de soporte de los mástiles de antenas y de las antenas de apertura sintética (nótense los dibujos octogonales que se aprecian en las superficies verticales). Sus paredes son inclinadas, y están recubiertos de material “stealth”, lo que hace que la signatura radar sea inferior a la de los “Ticonderoga”. Delante del puente están los alveolos del lanzador vertical Mk 41 versión larga, que es el lanzador del arma principal del buque, el misil antiaéreo SM-2 block III. Estas dos estructuras (lanzador de misiles y dimensión del “mastack” de antena) imponen el tamaño de la manga del buque y, en consecuencia, determinan en parte el desplazamiento del mismo. Respecto a otros buques de la Armada, la manga de las F-100 es mayor. Pero aun así es menor que la de sus primos norteamericanos (18 m de manga en los "Ticonderoga"; 20´1 m en los "Arleigh Burke"; 17´5 m para las F-100). Es un mérito de los diseñadores haber conseguido limitar el desplazamiento a 5.900 TM sin que la altura de antena ni la superficie de apertura efectiva de los radares se haya visto afectada. Con casi un 60% del porte de los cruceros “Ticonderoga” las fragatas F-100 desempeñan las mismas misiones con la misma fiabilidad. La estructura piramidal soporte de las antenas tiene una ventaja adicional, y es que conforma una ciudadela que alberga la mayor parte de la electrónica y del sistema de mando y control (CIC) del buque, por lo que la protección NBQ (nuclear, biológica y química) del navío se hace más sencilla, puesto que las zonas a proteger están muy agrupadas entre sí. La gran automatización de los sistemas de a bordo permite reducir la dotación del buque a 216 tripulantes, lo que es un número realmente reducido para un buque del porte de las F-100. El sistema SPY - 1D alrededor del cual se han construido las fragatas ha sido mejorado en España por ingenieros españoles en el marco del convenio de cooperación tecnológica que permitió la cesión de la licencia del SPY - 1. España ha sido la primera nación del mundo en recibir esa tecnología de los Estados Unidos. Lo que no habla mal de la capacidad técnica de la empresa Navantia y de los demás contratistas, entre los que destaca la corporación Indra En un entorno tecnológico tan puntero, el adiestramiento de las dotaciones de las F-100 es un punto crítico. Tener un sistema excelente con unos operadores mediocres no es el mejor modo de incrementar la operatividad de la flota. Para formar dotaciones con la calidad adecuada se ha establecido un programa de intercambio y adiestramiento con la Marina de los Estados Unidos, a la par que instructores de Indra y/o Navantia y otras empresas se encargan de la formación de los operadores de sistemas que embarcarán en las F-100.
Zafarrancho de combate. La primera unidad de la serie, la F-101 “Álvaro de Bazán”, se encuentra, en el momento en que escribo esto, realizando sus pruebas finales en la mar, junto con su "primo" el destructor DDG-87 "Masson". La F-102 “Don Juan de Borbón”, que fue botada en Febrero de 2.002, sigue sus obras en los astilleros de Navantia - Ferrol. Durante el año 2.003 ha caído al agua la tercera de la serie, la F-103 “Blas de Lezo”. Y en 2.005 la última, de la primera serie, la F-104 “Méndez Núñez”. Una formación típica del Grupo Alfa estará compuesta por el “Príncipe de Asturias”, de dos a cuatro escoltas ASW “Santa María” y una o dos escoltas AAW F-100. Esta TF española tendrá capacidad para atacar cualquier blanco enemigo, en la mar o en tierra, de día o de noche, en el Atlántico central y septentrional o en el Mediterráneo. Además, tendrá capacidad de autodefensa suficiente para repeler cualquier amenaza submarina no nuclear y para combatir contra una TF de similar porte y características. Pero es que además nuestra Armada aún tendrá escoltas AAW y ASW suficientes para formar una segunda TF que dé protección al Grupo Delta (grupo anfibio de la Armada) mientras pone en tierra con casi total impunidad al Tercio de Armada, unidad de infantería de marina de tamaño brigada dotada de material pesado y motorizado que es una de las unidades de élite de nuestras Fuerzas Armadas; mientras, los Harrier Plus del Grupo Alfa machacan la costa y los blancos enemigos. La situación del Grupo Delta mejorará, incluso, si se construye el previsto LHD, que además de incrementar la capacidad de transporte de material, supondrá una pista de vuelo auxiliar para los Harrier Plus y para los helicópteros de ataque del Tercio de Armada. La coordinación de estas fuerzas navales no es un problema. El “Príncipe de Asturias” está diseñado para operar como nave almirante y en consecuencia posee los sistemas de comunicaciones y de intercambio de datos precisos. Las fragatas F-100 también tienen, gracias a sus sistemas, capacidad para operar como capitanas de TF. El desarrollo de la fase militar del Hispasat permite disponer de comunicaciones bi direccionales buque-buque y buque-tierra con apoyo en satélite, y por tanto, menos sensibles a las perturbaciones de un entorno de guerra electrónica (EW o Electronic Warfare). Las condiciones serán mucho mejores si al final se pone en órbita el planificado satélite español de defensa. Una fuerza basada en tierra necesitaría (son estimaciones de la OTAN, no fantasmagorías de barra de bar) unos 50 aviones de caza y ataque modernos dotados de armas antibuque y pilotos entrenados en estas misiones para poder amenazar realmente al Grupo Alfa. Los países de nuestro entorno se dividen en dos categorías. Los que tienen una capacidad operativa igual o superior a la indicada, y los que no. Todos los que entran en la primera categoría son aliados de España en el seno de la OTAN. Los segundos, mucho mejor informados que nuestros estrategas de salón, se toman muy en serio la capacidad de proyección de fuerza, sobre la tierra o sobre la mar, que tiene nuestra Armada. Con las F-100 nuestra Armada posee además un sistema con capacidad (limitada, eso sí) para proteger el territorio nacional contra la amenaza de misiles de crucero. Esta capacidad se verá notablemente incrementada cuando las F-100 pueden portar el SM-2 block IV, que ya ha demostrado su capacidad como arma anti-balística en ensayos realizados por los EE.UU. Cuando, en un futuro, se desarrolle el previsto SM-3, que dispondrá además de capacidad para atacar blancos en tierra, las F-100 tendrán, además de mayor capacidad antiaérea y anti-balística, un arma capaz de atacar blancos situados a varios centenares de kilómetros de nuestras costas. Y todo esto sin modificar el lanzador vertical, que admite las ojivas de estas tres armas. Como decía antes: las naciones de nuestro entorno que tienen una capacidad similar son aliadas de España en el seno de la OTAN. Y las que no están en la OTAN no se toman nuestra Armada a broma.
Lo que queda por venir. El riesgo tecnológico asumido por Navantia y demás contratistas ha dado sus frutos. Y no sólo porque las F-100 sean unas naves magníficas. La Real Armada Noruega ha firmado con Navantia un contrato para la compra de cinco fragatas de la serie F-310, que son en esencia una versión reducida de las F-100 con un equipo SPY - 1D simplificado y más barato, llamado SPY - 1K, con prestaciones muy similares al de las F-100. Atraídas por este éxito de exportación, otras naciones (Singapur, Taiwán, Brasil…) se han interesado en la adquisición de buques muy similares a las F-310.Otras naciones del mundo están construyendo buques AEGIS para sus propias flotas, como Japón (destructores clase “Kongo”), o están planificando su construcción (Alemania, Reino Unido, Italia…). Todos estos países han consultado a Navantia, a Indra y a otras empresas españolas para firmar contratos que permitan la transferencia de la tecnología y del “saber hacer” acumulado por los españoles en el desarrollo de las F-100. En este sentido, España se encuentra a la cabeza de la innovación tecnológica en el sector naval militar. Es evidente que en cuanto otras naciones del mundo tengan también capacidad AAW con “tecnología AEGIS” la ventaja tecnológica y operativa de la Armada Española se verá reducida. Será entonces el momento de pasar a nuevos proyectos para mantener la ventaja. Por ejemplo, en el reemplazo del “Príncipe de Asturias” por un portaaviones más moderno. Pero en cualquier caso, las naciones que previsiblemente tendrán voluntad política, dinero y capacidad para operar este tipo de naves (conviene no perder de vista que una cosa es comprar el buque más moderno del mundo y otra cosa tener dotaciones lo bastante experimentadas como para operarlo bien) seguirán perteneciendo a la categoría de naciones amigas o aliadas en el seno de la OTAN. Y, mucho mejor informados que los filósofos de taberna españoles, las naciones que no entran en esa categoría miran a la Armada con envidia y se dicen: “quién tuviera aunque sólo fuera un par de F-100…”
En la fotografía la F 103 "Blas de Lezo"

Inspirado en un estudio de José Manuel Rodríguez Gómez-Escobar.

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