03 mayo, 2007

¿TORRES? NO; MAS BIEN UN SIMPLE PEON.-

AHORA SE ENTERA ESTE TIPO, DE QUE PANTOJA ANDABA EN LA ORBITA DE MUÑOZ Y, NECESARIAMENTE, HABIA DE ESTAR “COMPLICADA”.
Ahora, precisamente ahora, el mismo día que su Jefe de filas – o de banda – visita la provincia malagueña y, en Marbella, con la nula vergüenza torera que le caracteriza, canta a la lucha contra la corrupción… salvo que quien robe sea su peón de brega, el conocido secuaz Pepiño. Y, ¡oh casualidad! A continuación, y fuera de programa, visitó la Comisaría Central de Málaga, cuyos funcionarios detuvieron a la tonadillera.

Ahora, que salta el escándalo de los folios emitidos por la Guardia Civil – que, salvo Hernando y los suyos, está indignada - “desaparecidos” – en realidad, escamoteados - en la oficina del que dice llamarse Mesquida, a fin de “producir” Informe favorable, para que le “permita” al que dice ser gobierno de todos los españoles, cumplir los pactos con ETA y que los terroristas estén representados en unas Instituciones que cada momento que pasa valen menos.
Ahora, que el Fiscal General del gobierno – el que dice llamarse Conde Pum – y a la vista del escándalo ibicenco, decide declararse “en tregua” para los asuntos de corrupción… de origen sociata, naturalmente.
Ahora, que desde la Oficina Económica del Gobierno de los Estados Unidos de América, se desaconseja a sus conciudadanos las inversiones en España, por falta de seguridad jurídica.
Ahora, precisamente ahora, se entera este juez, deshecho de tienta y defectuoso, de que existen indicios racionales de que Isabelita haya podido – presuntamente – utilizar dinero corrupto marbellí para sus promociones personales o de que sea también posible, que no haya declarado ante la Agencia Tributaria, dichas cantidades fraudulentas.
Ahora, para que, en “el tomate” y otros, las marías de España disfruten con el mal de los demás y nos “despistemos” de la realidad. Goebbels: Polonia ataca Alemania.
Por cierto: cuando el tal Corto Zapatero “agarra” un avión que es “nuestro”, “monta” a la “maría”, las nenas, la suegra y se marcha de compras a Londres, ¿no es – de alguna manera – un cobro “en especie” presuntamente NO declarado? ¿También van a perseguir – de oficio – semejante indicio?
Aquella tarde había salido a la Plaza de Colmenar Viejo, “Burlero”, de la casa de Don Marcos Núñez, quien – horrorizado – solo acertaba a huir, de si mismo, hacia Sevilla. Fue muy bien lidiado y José Cubero “Yiyo” – que iba para figura del toreo, para figura cara - se lució con él. Tras un pinchazo, le propinó una soberbia estocada. Pero el toro – ya herido de muerte - hizo por él y le alcanzó en pleno corazón: ambos, se desplomaron de manera simultánea. Pues bien: este juez “estrella” – estrella de los de su banda - me recuerda a “Burlero”; agazapado esperó su momento de gloria, ignorando que, algunos, imitando a Almudena Grandes, los han colocado en sus listas negras, al utilizar con Pantoja la conocida como “táctica Borrell” con Lola Flores.
No se si la dama es una delincuente o no. Pero detenerla con nocturnidad, innecesariamente, no permitirle visita de abogado, mantenerla incomunicada, tal que si de peligrosa delincuente se tratase, en tanto el tipejo de Juana – veinticinco, toros veinticinco – pasea por las calles con su querida – sector putón verbenero, línea “bermejo” / “pumpido” - siguiendo los “consejos” de un médico “a gogó” – Arteche, batasuno, por supuesto – resulta, cuando menos, indignante. Y lo que afirmo, es que este juez, tenía – había de tener - los mismos datos que le han llevado a ordenar la detención, hace muchos meses. Pantoja: tú, que eres “del pueblo”, ¿por qué no te “afiliaste” a la secta dominante? Estarías, hoy, en la calle. Pero no lo hiciste y diste con tus huesos en el calabozo porque, hoy, era conveniente desde el punto de vista “político”. Mira por donde, a una tía más cursi que un repollo con lacito, la elevan a los altares de víctima propiciatoria: más votos perdidos, i supose.
Santo Tomás, predicó la rebelión ante el tirano. Pues eso. Comprendo – lo comprendo muy requetebién - la actitud de aquellos españoles de 1936 que, un día, dijeron: hasta aquí hemos llegado con esta gentuza. Y acabaron con ellos… con casi todos.
Un millón de muertos.

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