BUQUES “A L
A AMERICANA”.La ‘Álvaro de Bazán’ fue construida en Izar Ferrol (NAVANTIA), un astillero orientado hacia los buques de guerra de superficie y, en especial, hacia la familia de las fragatas y las corbetas, que a lo largo de los últimos treinta años ha construido para la Armada cinco fragatas de la Clase ‘Baleares’, dos corbetas de la Clase ‘Descubierta’ y seis fragatas de la clase 'Santa María'.
En 1983 España participa en el proyecto internacional de la fragata NFR-90, que no acaba llegando a buen puerto y es cancelado a finales de los años 80. Tras dicha cancelación, a principios de 1990 la Armada Española decide comenzar de inmediato un nuevo programa propio, el F 100. En noviembre de 1993 España firma un programa de colaboración trilateral con Alemania y Holanda para el desarrollo de nuevas fragatas que, aunque con plataformas diferentes, aprovecharían la sinergia de posibles compras conjuntas. En julio de 1995, una vez finalizada la fase de definición, la Armada Española se decide a favor de la solución de guerra antiaérea basada en el sistema AEGIS.
Tras largos meses de estudios y trabajo en los astilleros, se llegó a la botadura del primer buque de la serie de cuatro barcos contratados con IZAR, la fragata ‘Álvaro de Bazán’, que tuvo lugar en Ferrol el 27 de octubre de 2000. Tras las pruebas de mar y de combate para comprobar el correcto comportamiento de la plataforma, las armas y las comunicaciones, la fragata fue entregada a la Armada en Ferrol el 19 de septiembre de 2002.
ESTRUCTURA Y PROPULSIÓN.
El proyecto del buque intentó acomodar de modo equilibrado el sistema de combate más poderoso en el mundo actual, sobre la plataforma más pequeña posible. Hasta el momento, este sistema de combate solamente estaba instalado en destructores y cruceros de la armada de los Estados Unidos y en destructores de la marina japonesa, pero siempre en buques con desplazamientos nunca inferiores a las 8.500 toneladas.
La plataforma de la fragata es de última generación y pone especial énfasis en la supervivencia (resistencia a la vulnerabilidad ante choques y explosiones submarinas o en el interior del casco) y en la instalación del sistema de combate.
La estructura de un buque de guerra es una de las áreas en las que el avance de la tecnología se muestra de forma evidente. Tanto por el peso como por la duración por fatiga, los materiales utilizados son aceros de alta resistencia. Toda la estructura sigue los estándares de la US Navy.
El buque dispone de un sistema de propulsión accionado por dos hélices que pueden ser movidas de dos formas distintas, a través de dos motores diesel o a través de dos turbinas de gas, alcanzándose la máxima velocidad de crucero en modo diesel, mientras que por encima de esta velocidad se desarrolla en modo turbina de gas.
VIDA A BORDO.
El buque dispone de habitación para 234 personas, si bien su dotación estable es de 197 marineros que deben convivir a bordo a veces por varios meses seguidos.
Los espacios de habilitación dotan a estos buques de mayores comodidades que los precedentes dentro de la Armada Española. Se intentan proporcionar estándares más altos que los recomendados por la norma en el ámbito de países de la OTAN, para acercar el proyecto de ‘hotel’ a los requisitos actuales que conlleva la profesionalización de los ejércitos.
Los oficiales se alojan en camarotes o cabinas dobles (dos literas), con aseo, sala de estar y comedor. Los suboficiales, en camarotes cuádruples, también con aseo, sala de estar y comedor. Los cabos se alojan en diversos sollados de ocho, seis y cuatro literas de dos alturas, con espacios sanitarios comunes, mientras que los espacios para personal femenino disponen de aseos independientes. La marinería se aloja en sollados de nueve literas en tres alturas, con aseos comunes. El buque dispone tanto de salas de estar como de comedor para cabos y marinería. Los espacios comunes se completan con una biblioteca y un gimnasio.
Para apoyo del ‘servicio de hotel’, el barco dispone de una moderna cocina capaz de preparar comida para toda la dotación, repostería de oficiales y suboficiales, así como lavandería, peluquería, oficina de correos, almacén y oficinas. Finalmente, El buque dispone de una enfermería en la cubierta principal, provista de despacho para el médico y sala de reconocimiento y tratamiento.
El sistema de generación de agua dulce produce agua potable con una capacidad de consumo de 150 litros por persona al día y otros servicios como el lavado del helicóptero o el relleno de sistemas de refrigeración, tareas que no se pueden realizar con agua salada para evitar la corrosión.
SALVAMENTO.
En 1983 España participa en el proyecto internacional de la fragata NFR-90, que no acaba llegando a buen puerto y es cancelado a finales de los años 80. Tras dicha cancelación, a principios de 1990 la Armada Española decide comenzar de inmediato un nuevo programa propio, el F 100. En noviembre de 1993 España firma un programa de colaboración trilateral con Alemania y Holanda para el desarrollo de nuevas fragatas que, aunque con plataformas diferentes, aprovecharían la sinergia de posibles compras conjuntas. En julio de 1995, una vez finalizada la fase de definición, la Armada Española se decide a favor de la solución de guerra antiaérea basada en el sistema AEGIS.
Tras largos meses de estudios y trabajo en los astilleros, se llegó a la botadura del primer buque de la serie de cuatro barcos contratados con IZAR, la fragata ‘Álvaro de Bazán’, que tuvo lugar en Ferrol el 27 de octubre de 2000. Tras las pruebas de mar y de combate para comprobar el correcto comportamiento de la plataforma, las armas y las comunicaciones, la fragata fue entregada a la Armada en Ferrol el 19 de septiembre de 2002.
ESTRUCTURA Y PROPULSIÓN.
El proyecto del buque intentó acomodar de modo equilibrado el sistema de combate más poderoso en el mundo actual, sobre la plataforma más pequeña posible. Hasta el momento, este sistema de combate solamente estaba instalado en destructores y cruceros de la armada de los Estados Unidos y en destructores de la marina japonesa, pero siempre en buques con desplazamientos nunca inferiores a las 8.500 toneladas.
La plataforma de la fragata es de última generación y pone especial énfasis en la supervivencia (resistencia a la vulnerabilidad ante choques y explosiones submarinas o en el interior del casco) y en la instalación del sistema de combate.
La estructura de un buque de guerra es una de las áreas en las que el avance de la tecnología se muestra de forma evidente. Tanto por el peso como por la duración por fatiga, los materiales utilizados son aceros de alta resistencia. Toda la estructura sigue los estándares de la US Navy.
El buque dispone de un sistema de propulsión accionado por dos hélices que pueden ser movidas de dos formas distintas, a través de dos motores diesel o a través de dos turbinas de gas, alcanzándose la máxima velocidad de crucero en modo diesel, mientras que por encima de esta velocidad se desarrolla en modo turbina de gas.
VIDA A BORDO.
El buque dispone de habitación para 234 personas, si bien su dotación estable es de 197 marineros que deben convivir a bordo a veces por varios meses seguidos.
Los espacios de habilitación dotan a estos buques de mayores comodidades que los precedentes dentro de la Armada Española. Se intentan proporcionar estándares más altos que los recomendados por la norma en el ámbito de países de la OTAN, para acercar el proyecto de ‘hotel’ a los requisitos actuales que conlleva la profesionalización de los ejércitos.
Los oficiales se alojan en camarotes o cabinas dobles (dos literas), con aseo, sala de estar y comedor. Los suboficiales, en camarotes cuádruples, también con aseo, sala de estar y comedor. Los cabos se alojan en diversos sollados de ocho, seis y cuatro literas de dos alturas, con espacios sanitarios comunes, mientras que los espacios para personal femenino disponen de aseos independientes. La marinería se aloja en sollados de nueve literas en tres alturas, con aseos comunes. El buque dispone tanto de salas de estar como de comedor para cabos y marinería. Los espacios comunes se completan con una biblioteca y un gimnasio.
Para apoyo del ‘servicio de hotel’, el barco dispone de una moderna cocina capaz de preparar comida para toda la dotación, repostería de oficiales y suboficiales, así como lavandería, peluquería, oficina de correos, almacén y oficinas. Finalmente, El buque dispone de una enfermería en la cubierta principal, provista de despacho para el médico y sala de reconocimiento y tratamiento.
El sistema de generación de agua dulce produce agua potable con una capacidad de consumo de 150 litros por persona al día y otros servicios como el lavado del helicóptero o el relleno de sistemas de refrigeración, tareas que no se pueden realizar con agua salada para evitar la corrosión.
SALVAMENTO.
También dispone el buque de un sistema integrado de comunicaciones, que proporciona la capacidad de establecer contacto tanto con el interior como con el exterior de la fragata. En el peor de los casos que se pueda dar en alta mar, como medios de salvamento, la F100 dispone de dos RIBS de 7.3 metros. Estos botes se sitúan uno a babor y otro a estribor y se manejan con un pescante eléctrico. Adicionalmente, el barco incorpora catorce balsas de veinticinco personas de capacidad cada una, situadas siete a cada banda, 275 chalecos y 18 aros salvavidas.
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