20 abril, 2007

CESTA.-

Al parecer por fin se ha acercado la realidad de la calle a la realidad de las estadísticas. Esto tiene que estar peor de lo que suponía.
Por fin se reconoce que la cesta de la compra en Canarias es un 30% mas alta, en precios, que la de la Península. En lo de la calidad, eso es otra guerra, ya que a veces somos el desagüe de lo invendible las islas menores, mas caras todavía.
Se fijan y me entienden ahora cuando despotrico de la falta de reparto, de la falta de sensibilidad, para con la sanidad, los transportes, la enseñanza y lo peor, la comida.
Están a lo suyo, a su monopoly privado en el que ninguno podemos jugar y lo demás les importa una higa.
En el manual del perfecto sátrapa bananero, se sabe que si el pueblo no se alimenta o se alimenta mal, los problemas se multiplican. Aquí nos han perdido tanto el respeto, viven en tal impunidad, que ni siquiera se habían percatado, de que, como para ellos es pecata minuta esas libritas que se gastan en alimentos, para el esforzado y sufridor pueblo canario, el comer, simplemente, se les lleva mas de un tercio de su renta. Y ellos sin enterarse. Que antiguos somos, aun comemos, con lo que engorda-dicen-.
Al parecer, nos quieren hacer creer que el no tener puertos francos, con lo que nos favorecía tanto a todos los canarios, se cambia por subvenciones a los alimentos, que si no....... puffff, serian el triple de caros, y esas subvenciones, se las quedan no se quienes ni cuantos ni cuanto se quedan. Todo sin cuantificar. Preventivo como las condenas de Castro.
La leche en la comunidad europea, se tira por millones de litros, aquí es la mas cara del territorio nacional, con diferencia. Y aún gracias a esas subvenciones, nos dicen.
La cabaña, inexistente, lo han logrado, el autoabastecimiento denigrado, solo el autoconsumo, y gracias a eso, en las islas occidentales. En las orientales ni pueden aspirar. Nos comeremos a algún turista, y sino al tiempo.
En fin, ¿saben lo que les digo?,que las brevas no son higos y que cada pueblo tiene lo que se merece y vota. Se vota a sus gobernantes a su imagen y semejanza, compatibilidad y parecido. Y lo que sale no es ni más ni menos lo que uno crea, lo que uno consiente,y por ello se merece.
Personalmente pienso que es un horror, que tengamos que pagar tan excesivamente cara la comida nuestra y de nuestros hijos. Que las autoridades, desastrosamente mal administrados como estamos, no tengan ni idea del asunto ni ganas de tratarlo, enmendarlo y corregirlo
Como la crisis se acentúe, en vez de mirarnos al ombligo, miraremos mas allá de los mares de nuevo, porque ni los mas elementales signos de alarma les tienen preocupados a quienes pueden resolver nuestros asuntos básicos.
Yo ni propongo la protesta pacifica, ni la quema de conventos, ni la demolición de los edificios emblemáticos construidos con la algarabía de los restos de las migajas que de la construcción, han decidido misericordiosamente dejar caer y que comamos lamiendo los pisos de los salones de sus orgiásticos banquetes.
Propongo la reflexión continuada y peristáltica, la onomatopeya y la plástica, la causalidad manifestada y el voto bien dirigido como la flecha de Guillermo Tell.
Ya saben.
L. Soriano.

No hay comentarios: