18 abril, 2007

EL DESASTRE DE MINA “CONCHITA”.-


SEÑALA QUE EL EXPLOSIVO UTILIZADO EN LA MINA ES GOMA 2 ECO. UN TESTIGO DICE QUE LA GUARDIA CIVIL REALIZABA CONTROLES EN MINA CONCHITA Y DE HABER EXISTIDO ANOMALÍAS LES HABRÍAN “SANCIONADO”.
Al margen de que lo que haya estallado en los trenes no haya salido de allí, la mina – pude ver un reportaje realizado por la Guardia Civil – mas parece de película de Oeste, cuando “el chico” entra y, nada mas respirar dentro, todo se derrumba. Naturalmente que “la chica”, con la ayuda de un indio bueno que aparece misteriosamente, le salva no sin heridas.
El testimonio de Jorge Luís de la Torre González, jefe administrativo de la empresa Caolines de Merillés, no gustó a la Fiscalía, que se dirigió hacia él de forma cortante. Y es que este responsable de la dirección financiera y administrativa de la empresa que suministraba el material explosivo a Mina Conchita afirmó que "no" notó en los meses anteriores al atentado "ninguna anomalía, alteración o desviación" que hiciera pensar "en una pérdida, robo o sustracción" de los explosivos. Es más, ratificó la declaración de su jefe, Emilio Fernández, que compareció con anterioridad, y dijo que la Guardia Civil realizaba controles en las minas. "Si hubiera encontrado anomalía nos hubiera puesto una sanción". También dijo que el tipo de explosivo utilizado en Mina Conchita era Goma 2 ECO.
El encargado de la contabilidad de Caolines de Merilles, Jorge Luís de la Torre, ante el tribunal que el consumo de explosivo en los cuatro o cinco meses precedentes a los atentados fue de 1.200 kilos. Indicó que el consumo medio alcanza mensualmente los 1.500 kilos por lo que "desde la perspectiva de los números" nada le hizo pensar en la existencia de anomalías o alteraciones. Concretó que el consumo anual, calculado en función de la factura del proveedor, era de aproximadamente 17.000 kilos. "No encontré en 2003 y los primeros meses de 2004 diferencias que me hagan pensar que haya sustracción", reiteró.
Insistió, además, en que no ha tenido conocimiento de la imposición de actas de infracción de la Guardia Civil relacionadas con Mina Conchita y recordó la visita de dos funcionarios policiales a la empresa después de los atentados. "Llegaron una tarde unos señores que se identificaron de la Policía de Oviedo y de Madrid preguntando por el propietario administrador. Como no estaba, yo les atendí. Me comunicaron que tenían una serie de datos que podían conducir a que el explosivo que se hubiera empleado en los atentados pudiera ser de Mina Conchita. Me hicieron preguntas de cómo era la empresa, la mina, como era el personal contratado", explicó.
Dijo también que no le preguntaron por Suárez Trashorras. "No formaba parte de la plantilla", aunque añadió que "les dimos el expediente laboral que obraba en la empresa de los últimos años".
Así, explicó que entonces comunicó a los agentes que pensaba que los datos que apuntaban a que el explosivo utilizado en la masacre procedía de su empresa "eran un error" ya que era una empresa modélica "que a lo largo de toda su trayectoria laboral nunca ha tenido ninguna negligencia", y calificó a Emilio Llano, vigilante de Mina Conchita como un "hombre de confianza" muy respetado en la empresa.
En cuanto al descuento en la nómina de los artilleros en función del explosivo utilizado por cada uno, concretó que la reducción salarial es meramente "simbólica". Confirmó, a preguntas del abogado defensor de Rafa Zouhier, Antonio Alberca, que en la explotación se utilizaba, según las facturas, dinamita Goma 2 ECO, desde cuatro o cinco años antes de la masacre. Alberca también se interesó por saber si en esa reunión con los agentes policiales estos le preguntaron sobre el tipo de detonadores que se utilizaba en Mina Conchita. El testigo respondió que se "les facilitaron las facturas". Pero no sabe de qué tipo eran.
Por su parte, el administrador de Caolines de Merilles propietaria de Mina Conchita, Emilio Fernández, insistió, también en que ni la denominada Policía Minera ni la Guardia Civil "impuso nunca una sanción" a la empresa. Destacó también que en Caolines nunca se tuvo conocimiento de que "hubiera explosivo abandonado en Mina Conchita" salvo, reconoció, "uno que localizaron después y que era muy antiguo".
Dijo, además, que si se hubieran producido falsificaciones en los libros se hubiera enterado y la empresa hubiera recibido una sanción. Precisó que los responsables del control en Mina Conchita, "hombres de confianza", eran el encargado Emilio Llano y el director facultativo.
Amigo de Toro.
Ricardo Gutiérrez, amigo del acusado Antonio Toro, indicó ante el tribunal que éste le presentó a Rafa Zouhier durante un fin de semana que ambos pasaron en Madrid. Indicó que no podía recordar si la fecha de este viaje coincidió con los atentados o no aunque precisó que el día 11 de marzo también se encontraba en la capital.
Negó, además, haber escuchado hablar de tráfico de hachís y que Toro le dijera que Trashorras "no iba a regresar a Madrid porque creía que los moritos a los que compraba hachís estaban implicados en los atentados". Uno de los testigos cuya declaración estaba prevista para hoy, Manuel González, no compareció al encontrarse trabajando en Palma de Mallorca. El tribunal le ha ofrecido la posibilidad de declarar a través de video-conferencia.

Para "Conchita", la Cintrón.

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