¿COMENTARA LA CARTA CORTO ZAPATERO?En el periódico que dirige, Ramírez ha publicado una extensa carta, en la que pretende contar una presunta conversación con Corto Zapatero, en la noche del día 11 de Marzo de 2004.
Hemos de partir de una base: que Pedrojota dice verdad porque, si no lo fuese, perderíamos el tiempo en inútiles análisis.
Corto Zapatero acusa a Aznár, delante de Pedrojota, de estar mintiendo – el PP, miente - sabe que ha sido Al Quaeda y lo niega. Tenemos gente “dentro” – de la Policía – y “sabemos de la existencia de terroristas suicidas”, ¿dónde estaban y donde están? El, Corto Zapatero, está seguro de la autoría de Al Quaeda, porque “estamos en contacto con la gente de Kerry”, “que tienen topos dentro de la Casa Blanca”. ¡Que tío Kerry, y que categoría la de ZP!: le ha llamado el aspirante, nada menos que el candidato demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos de América; no tenía Kerry nada mejor que hacer que llamarle. Lo que han de reírse Kerry… y Bush, si llegan a enterarse.
Finalmente Pedrojota, introduce la hipótesis del joint venture, del trabajo al alimón con ETA; a lo que el llamado Cortito Zapaterito responde – de “puntillas”, la idea no le gusta, por lo que sabemos, ya estaban "en relaciones" - que es la tesis de Felipe González. Y González, ¿Por qué aventura semejante colaboración? ¿Qué sabe? Nosotros queremos saber tanto como él.
De la conversación, también se deduce que la molesta que no le permita “mangonear” en la manifestación, ni en el lema siquiera; en medio de la tragedia, la preocupación por su imagen y la pasión de mandar, como el Conde Duque de Olivares, Don Gaspar de Guzmán y Pimentel.
Destaco también, en la mención a la Casa Blanca, cierta obsesión freudiana, por “el enemigo yankee” y demasiadas ganas – rasgos de infantilismo, aldeanismo y reacción de “muchacho de provincias”, o de “piojo puesto en limpio” - de darse una importancia que no tiene. Llega a creerse su propia trola y, después, comprueba que Bush le ningunea: amor propio herido, “me hago amigo de Chávez”. Igual estas son algunas de las coordenadas o de las claves de la Política Exterior española.
Sobre el hecho de que “tenía gente dentro” de la Policía, no me cabe ni la más mínima duda.
Hemos de partir de una base: que Pedrojota dice verdad porque, si no lo fuese, perderíamos el tiempo en inútiles análisis.
Corto Zapatero acusa a Aznár, delante de Pedrojota, de estar mintiendo – el PP, miente - sabe que ha sido Al Quaeda y lo niega. Tenemos gente “dentro” – de la Policía – y “sabemos de la existencia de terroristas suicidas”, ¿dónde estaban y donde están? El, Corto Zapatero, está seguro de la autoría de Al Quaeda, porque “estamos en contacto con la gente de Kerry”, “que tienen topos dentro de la Casa Blanca”. ¡Que tío Kerry, y que categoría la de ZP!: le ha llamado el aspirante, nada menos que el candidato demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos de América; no tenía Kerry nada mejor que hacer que llamarle. Lo que han de reírse Kerry… y Bush, si llegan a enterarse.
Finalmente Pedrojota, introduce la hipótesis del joint venture, del trabajo al alimón con ETA; a lo que el llamado Cortito Zapaterito responde – de “puntillas”, la idea no le gusta, por lo que sabemos, ya estaban "en relaciones" - que es la tesis de Felipe González. Y González, ¿Por qué aventura semejante colaboración? ¿Qué sabe? Nosotros queremos saber tanto como él.
De la conversación, también se deduce que la molesta que no le permita “mangonear” en la manifestación, ni en el lema siquiera; en medio de la tragedia, la preocupación por su imagen y la pasión de mandar, como el Conde Duque de Olivares, Don Gaspar de Guzmán y Pimentel.
Destaco también, en la mención a la Casa Blanca, cierta obsesión freudiana, por “el enemigo yankee” y demasiadas ganas – rasgos de infantilismo, aldeanismo y reacción de “muchacho de provincias”, o de “piojo puesto en limpio” - de darse una importancia que no tiene. Llega a creerse su propia trola y, después, comprueba que Bush le ningunea: amor propio herido, “me hago amigo de Chávez”. Igual estas son algunas de las coordenadas o de las claves de la Política Exterior española.
Sobre el hecho de que “tenía gente dentro” de la Policía, no me cabe ni la más mínima duda.
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