12 abril, 2007

UNA PREGUNTA INTELIGENTE.-

Me llama la atención Javier Somalo sobre una pregunta planteada en el juicio cuya significación me había pasado desapercibida.
Vayamos por partes. Hace unos días, el abogado de Mohamed El Egipcio preguntaba a uno de los GEO por qué no había un traductor para intentar negociar con los presuntos suicidas de Leganés antes de que hicieran volar el piso.
- "Yo lo pregunté", contestó el GEO, "pero un comisario de la brigada de información me contestó que no era necesario, porque los del piso hablaban castellano".
- "¿Y cómo lo sabía ese comisario?", preguntó el abogado, a lo que el GEO no supo qué responder.
Ayer, el mismo abogado le planteó a Díaz-Pintado otra pregunta en la misma línea:
- "¿Intentaron ustedes comunicarse con las personas que había dentro del piso?".
- "No, no había nada que negociar".
- "No le he preguntado si intentaron negociar, sino si intentaron comunicarse. ¿Cómo sabían ustedes que dentro del piso no había nadie que estuviera allí en contra de su voluntad?".
Díaz-Pintado tampoco supo qué responder. Y la pregunta es enormemente inteligente. E inquietante. ¿De qué datos disponía Díaz-Pintado para descartar que en ese piso hubiera personas sin ningún ánimo suicida, aunque hubiera alguna que sí lo tuviera? Por ejemplo: ¿alguien había hecho un recuento de los vecinos? ¿Alguien estaba en condiciones de asegurar que ninguno de esos árabes que presuntamente habitaban en el piso no estuviera acompañado de su mujer o de sus hijos?
¿Por qué toda la actuación del operativo de Leganés se desarrolló partiendo de la premisa de que todas las personas del interior de ese piso eran peligrosos terroristas dispuestos a inmolarse? ¿Quién estableció esa premisa? ¿Por qué se sabía con tanta seguridad quién había dentro?
Luís del Pino.

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